Ganó dos partidos seguidos y ayer goleó de visitante
Unión se enciende cuando el torneo se apaga
Fue 3-0 a Aldosivi en Mar del Plata, con una demostración de solidez en todas las líneas. César Pereyra, con dos goles, volvió a ser la figura.
Una imagen casi olvidada en el recuerdo de los hinchas de Unión: el festejo en cancha ajena. El tatengue jugó un partido perfecto y se quedó con tres puntos afuera después de más de una rueda.
Foto: Gentileza diario El Atlántico de Mar del Plata.
De la Redacción de El Litoral
Se acordó tarde Unión de ganar en el torneo de ascenso. Una lástima, porque una vez más el torneo le abrió las puertas a todo el mundo. Incluso, si alguien duda, preguntar por Rafaela: Atlético terminó entrando por la ventana y ahora tiene el gran sueño para jugar una Promoción para intentar volver a Primera. Pero el Tate se había quedado afuera de todo hace bastante tiempo. El triunfo de local contra All Boys y la goleada de ayer en Mar del Plata evitaron un final matemáticamente escandaloso, ya que los 6 puntos de estas dos fechas llegaron a los 49 puntos en la temporada, un poco más cerca de esos 57 que se eliminan de la mano de Trullet.
Claro que nadie podrá sacarle el cartelito de fracaso a esto que armó Fernando Quiroz. El simple hecho de pensar en que el técnico ya está en otro equipo y que el 80 por ciento de los jugadores que trajo rescindieron los contratos antes de tiempo, habla a las claras de los tremendos errores que cometió “Teté” en Unión. Pensar que había tomado la base de un equipo que jugó Promoción con los jujeños y que tuvo todo a disposición para reforzarlo a su gusto, intentando hace un año pelear cualquiera de los dos ascensos directos. Nada de eso ocurrió y el final se vio venir desde hace varias fechas, porque Unión hace varias jornadas que ya no pelea por nada en la Primera “B” Nacional.
Se aprovechó
Aldosivi, el rival de turno de Unión, dependía de un mini-Quini 6 para poder revivir en la tabla y buscar un lugar en la Promoción. Tenía que ganar y esperar derrotas ajenas (Instituto y Rafaela). O bien, empatando sus ocasionales rivales de Promoción, le tenía que ganar a Unión por una diferencia de siete goles.
Entonces, Unión pisó el José María Minella de Mar del Plata sabiendo que las obligaciones, el peso del partido y la gran presión eran del dueño de casa, un equipo que había quedado en varios pasajes del campeonato en zona de ascenso directo y que se cayó a pedazos. Entonces, no sorprendió que Yacob aprovechara un descuido, le ganara a todos en una pelota cruzada y llegara al gol por una pelota parada desde la izquierda. Justo ahora que se habla y mucho de que Caruso lo tiene apuntado para llevarlo a Racing.
Con el 1-0 arriba, Unión se “soltó” mucho más en la zona de medios. Y fue el “Picante”, César Emanuel Pereyra, quien inventó una de esas jugadas que tienen su sello, apilando defensores a la carrera (se chocaron por la gambeta Tello y Cajaravilla), enganchando y definiendo con mucha calidad ante la salida de un arquero que cuidó un palo pero se olvidó del otro. El 2-0 era el premio al sacrificio táctico y la efectividad para llegar al gol. Aldosivi se iba al descanso en medio de reproches, silbidos e insultos para el técnico.
Y si algo le faltaba al plan perfecto de Unión junto a la tarde impresentable de Aldosivi, lo hizo el arquero Campodónico, que recibió una pelota hacia atrás como arquero, hizo “la gran Higuita” -quiso salir jugando-, el “Picante” se la robó y solamente la mandó al gol con una facilidad asombrosa. El 3-0 era irrecuperable para el Tiburón, más allá de cualquier rélax futbolístico de Unión.
A la gran figura de César Emanuel Pereyra —dos goles y varias de sus jugadas— se sumó el sacrificio del pibe Amerise que volvió a jugar bien, el aplomo de Rodrigo Acosta como volante central y la solidez del entrerriano Pedro Suárez en el fondo para cerrar los caminos hasta la ubicación de Carlos Kletnicki.
¿Qué queda ahora?
Lo mejor que deja la era Catinot, que tuvo que apagar el incendio que dejó “Teté” Quiroz, es haber afrontado el desafío en medio de la gran dificultad que vivió la institución durante su ciclo. Las dos victorias consecutivas, ante All Boys y Aldosivi, acomodan un poco los números del final, pero siguen lejos de la expectativa.
El muy buen debut del grandote Amerise —jugó todos los partidos bien, hizo un gol y apenas tiene 18 años—, la inserción positiva de Pedro Suárez en el fondo y la experiencia de otros pibes (Broin, Taborda, etc.) es lo mejor que le queda a Unión de la era Catinot.
Las debilidades y fortalezas de esta campaña que huele a fracaso están a la vista. No hubo un solo refuerzo, salvo Claudio Guerra, que rindiera a la altura de las expectativas creadas. Y, como contrapartida, lo mejor estuvo siempre en el bloque de ataque, con una muy buena temporada del “Picante” Pereyra, aportando diez goles y asistiendo a sus compañeros.
Por momentos, la campaña transmitió tristeza, aunque increíblemente terminó invicto en Santa Fe durante la segunda mitad. Pero el déficit estuvo afuera, cuando se jugó de visitante. Allí, Unión estuvo más de una rueda de sin ganar tres puntos. Y lo pagó caro. Tan caro como le costaron ayer los errores a Aldosivi, algo que aprovechó el “Tate”. Lástima que Unión se enciende cuando el torneo se apaga.