A casi dos décadas de su creación
Nueva reunión del Mercosur
sin avances significativos
No se avizoran acuerdos posibles sobre un tema central que es el Código Aduanero.
EFE
Los jefes de Estado de los países del Mercosur se reunirán este viernes en Paraguay en una nueva cumbre sin que el bloque sudamericano haya logrado avances significativos en los últimos años en sus objetivos comerciales y políticos fijados en su creación, hace casi dos décadas, precisamente en Asunción.
Desde la formación del Mercosur, en 1991, por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, han surgido en la región otros organismos de integración como la pujante Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), y recientemente sus socios menores, Paraguay y Uruguay, junto a Bolivia intentan resucitar el proyecto Urupabol.
Debilitado su protagonismo como modelo de integración, el Mercado Común del Sur llega a su XXXVII cumbre, a la que asistirán como es tradicional los presidentes de Bolivia, Chile, Ecuador (países asociados) y Venezuela (en proceso de adhesión plena) sin un previsible acuerdo en el tema crucial del Código Aduanero.
Las negociaciones sobre ese Código, que convertiría al bloque en una unión aduanera completa y eliminaría el doble cobro del Arancel Externo Común (AEC), quedarían en manos de Uruguay, que asumirá la presidencia semestral.
Paraguay mantiene una férrea oposición a la supresión de doble cobro porque considera que saldría muy perjudicado, pues es el único país del bloque sin litoral marítimo y uno de sus principales ingresos proviene de los impuestos a la sus importaciones de terceros países que llegan por los puertos de sus tres socios.
El ministro paraguayo de Hacienda, Dionisio Borda, fue más que elocuente al asegurar que su país no cederá sin que haya a cambio una compensación clara a través de una distribución equitativa de las rentas aduaneras.
“En época de crisis y en un momento donde el Mercosur está en su nivel más bajo, ensayar una fórmula distinta sería un despropósito para los intereses del país”, enfatizó Borda con relación al tema, que está en la agenda de las cumbres desde hace tres años.
Tampoco se daría un paso adelante en las reclamaciones de los empresarios de Paraguay y Uruguay sobre las trabas al ingreso de sus productos a Brasil y Argentina, así como las continuas denuncias de que los socios más poderosos violan repetidamente las normas comerciales del Mercosur.
Parlamento trabado
Paraguay también está poniendo trabas a la propuesta de Brasil de avanzar en esta cumbre en la representación proporcional de los países, por el número de habitantes, en el Parlamento del Mercosur (Parlasur).
Asunción ha condicionado su apoyo a esa iniciativa política a la definición de las bases de funcionamiento de un Tribunal de Justicia en el bloque, que pueda garantizar los derechos de los países pequeños (Uruguay y Paraguay).
Sin ese Tribunal “no tendremos seguridad de que lo que estamos acordando se va a llevar a cabo”, en opinión del viceministro de Economía e Integración de la Cancillería, Oscar Rodríguez Campuzano.
El legislativo regional, que tiene su sede en Montevideo y se reunió por primera vez en mayo de 2007, está integrado actualmente por 18 legisladores de cada uno de los cuatro países, y está previsto que en 2011 cada socio tenga representantes de acuerdo con su población elegidos por el voto de los ciudadanos.
Rodríguez Campuzano recordó que en la pasada cumbre de Costa do Sauípe (Brasil), el presidente paraguayo, Fernando Lugo, advirtió que el Mercosur “crea muy pocas instituciones” para lograr la verdadera integración “tanto económica como política”.
En este sentido, Paraguay, por medio de su canciller Héctor Lacognata, pretende relanzar el proyecto Urupabol como un proceso alternativo para potenciar la integración física, energética, de transporte y de servicios entre los tres países.
Urupabol estaba en vigencia en la década de 1970 y desde mayo pasado su impulso figura en la agenda de los gobernantes de esos países, mientras que andinos, principalmente Venezuela, Ecuador o Chile, apuestan decididamente en la Unasur, creado en mayo de 2008 en Brasilia.
Desde entonces, Bolivia y Ecuador, sede de la Secretaría de Unasur, han ratificado el Tratado Constitutivo y el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, asumirá el 10 de agosto próximo la presidencia pro témpore que actualmente ostenta Chile.