Exposiciones en Liverpool y en Viena
El compromiso político de
Picasso visto en su obra
Lejos de su imagen mundana, los trabajos que exhibirán las galerías Tate y Albertina el año próximo indagarán en una faceta poco conocida del genial pintor, no sólo a través de sus cuadros, sino también de su correspondencia: sus simpatías por el PC que mantuvo toda su vida.
Joaquín Rábago
Agencia EFE
Una exposición que preparan conjuntamente la galería Tate de Liverpool y la Albertina, de Viena, mostrará al Picasso más políticamente comprometido en toda su creación artística frente a la imagen más extendida de creador mujeriego, vividor y extrovertido.
Así lo anunciaron los directores de ambas galerías, Christoph Grunenberg y Klaus-Albert Schröder, respectivamente, y la comisaria de la exposición, Lynda Morris, de la Universidad de Norwich, en una conferencia de prensa celebrada en la Biblioteca Carlos Marx de Londres.
Allí, entre una gran bandera de las Brigadas Internacionales, carteles del Partido Comunista de España, una placa con la efigie de Lenin, un busto del autor de “El Capital” y librerías llenas de títulos sobre la Guerra Civil española, explicaron el sentido de la novedosa exposición, que podrá verse en Liverpool del 21 de mayo al 30 de agosto de 2010 y en Viena desde el 16 de septiembre.
A diferencia de las últimas exposiciones dedicadas al genial español, como las celebradas en el Grand Palais parisino y la National Gallery, de Londres, ésta será la primera que explore en profundidad esa faceta de su personalidad artística, fijándose no sólo en sus obras sino también en la numerosa correspondencia.
La exposición reunirá pinturas, dibujos y otros objetos claves relacionados con la paz y la guerra del período entre 1944 y 1973 junto a otro material documental que situará todo ello en su contexto histórico.
Entre los cuadros que viajarán a Liverpool figuran obras maestras de las que la comisaria de la exposición explicó que están no sólo políticamente, sino también estéticamente en la estela de su “Guernica”, entre ellos “Le Charnier” (El Osario), “Monumento a los Españoles que Murieron por Francia”, o “El Rapto de las Sabinas”, pintado en plena crisis cubana de los misiles.
Habrá también, procedentes de museos y colecciones de distintos países, desde la propia Albertina hasta el Reina Sofía, de Madrid, el Moma neoyorquino o la fundación Beyeler, de Suiza.
Bodegones con calaveras, velas y otros objetos que captan el sentimiento de opresión durante la ocupación alemana de Francia o constituyen otros tantos “mementi mori”, dentro de esa gran tradición española.
Picasso financió generosamente no sólo al Partido Comunista de Francia, del que fue miembro desde 1944 hasta su muerte, a los miles de exiliados españoles o a los mineros ingleses en huelga, sino que contribuyó con numerosas obras, carteles, dibujos y otros objetos a congresos de la paz mundial y otros eventos relacionados con la lucha de la izquierda por un mundo más justo y solidario.
La comisaria de la exposición explicó a EFE que ha dedicado años a bucear en los archivos de la Europa Occidental y del Este, pero también en el norte de África, México y Estados Unidos en busca de material documental relacionado con el compromiso político de Picasso.
Sólo en el museo Picasso, de París, hay cuatro grandes cajas con cartas enviadas al artista cuyo contenido “no ha sido suficientemente estudiado todavía”, indicó.
Picasso asistió también a algún congreso de la paz mundial, como el de Sheffield, Gran Bretaña (1950), lo que no impidió que tuviese que soportar la indignidad de ser detenido durante varias horas por los funcionarios de inmigración hasta que fue puesto en libertad por intervención del pintor británico Roland Penrose.
Por cierto que aquel congreso tuvo que ser trasladado finalmente a la capital polaca por el rechazo por las autoridades laboristas británicas a muchos de los participantes extranjeros.