Chacarita de 1969: un campeón que gustaba y goleaba a los grandes...
El equipo de la camiseta linda
con Nene Gómez y Beto Poncio
Era el símbolo de los humildes, de los “grasitas” y de los poetas del fútbol.
Chacarita de 1969: un campeón que gustaba y goleaba a los grandes...
El equipo de la camiseta linda
con Nene Gómez y Beto Poncio
Era el símbolo de los humildes, de los “grasitas” y de los poetas del fútbol.
Neumann cabecea de espaldas al arco de Carballo, para habilitar a Frasoldatti. Lo rodean el “Zurdo” López, Pipo Ferreiro y Dreyer. Como fondo, parte de la multitud funebrera que fue a la cancha de Racing aquel día.
Foto: Archivo El Litoral
El campeón. De pie: Marcos, Puntorero, Recúpero, Gómez Voglino y Neumann. En cuclillas: Petrocelli, Abel Pérez, Poncio, Frasoldatti, Bargas y Zurita. Falta el “Nene” Gómez, que no jugó ese partido.
Foto: Archivo El Litoral
Tomás Rodríguez
(Especial para El Litoral)
Hace cuatro décadas se escribió una de las páginas más brillante del fútbol argentino, cuando uno de los equipos llamado chico tuvo la osadía de clasificarse campeón del torneo Metropolitano de 1969, constituyéndose en una formación que ganaba, gustaba y goleaba a los grandes.
Argentino Geronazzo fue quien comenzó a darle forma a ese campeón. Maestro de la táctica, luego de su llegada al club en 1968 metió mano en el equipo, les cambió la posición a varios jugadores que luego resultaron clave y se animó a dejar volar a sus talentos. Federico Pizarro reemplazó a Geronazzo y tuvo la gran virtud de mantener el esquema y las formas en que jugaba el equipo. Así, calladito, sin estrellas rutilantes pero con un notable sentido colectivo, Chaca comenzó a sumar y sumar y terminó compartiendo la punta de su zona con Boca.
Por entonces, el certamen se dividía en dos grupos de 11 equipos cada uno, de los cuales surgían cuatro semifinalistas. Como los xeneizes tenían mejor diferencia de gol, Chacarita se tuvo que cruzar con el primero de la otra zona, Racing, que llegó al duelo como gran candidato.
Antes de ese partido, por una diferencia con los dirigentes Pizarro dejó su cargo y fue reemplazado por Víctor Rodríguez. A tres minutos del final, el sanjuanino Recúpero anotó el único tanto del encuentro, que le daba al equipo tricolor el histórico pase a la final.
Por el otro lado llegó River Plate y en aquel partido decisivo, Chacarita viviría el día más feliz de su vida como institución. Fue una goleada impresionante, una muestra de superioridad total del chico sobre el grande, del humilde sobre el poderoso.
Perlas periodísticas
Para una de las plumas de mayor respeto y jerarquía de ese entonces, el periodista Diego Lucero (seudónimo de Luis Alberto Sciutto), “Chacarita Juniors es el símbolo de los humildes, de los “grasitas’, de los poetas y de los últimos románticos del fútbol”.
El polémico Dante Panzeri tituló entonces en El Gráfico, el semanario deportivo de mayor tiraje de la Argentina, que “Al fútbol se juega así”. Brindó elogios sobre el conjunto tricolor porque, en una etapa negativa en el balompié nacional, el campeón metropolitano realizaba un juego de las características del actual “tiki-tiki”.
En la transmisión televisiva, Horacio Aiello, el recordado relator, fue preparado para la victoria de los riverplatenses. Sin embargo, al observar tanta superioridad tricolor, señalaba: “A la izquierda de su pantalla, señora, Ángel Marcos, el mejor jugador argentino de la actualidad y capitán de Chacarita Juniors, que prácticamente tiene asegurado el campeonato Metropolitano 1969”.
Un suceso inusual aconteció con el semanario Goles, la competencia de “El Gráfico”, que había preparado una edición especial con la historia de River Plate, desde su nacimiento en el barrio La Boca hasta la fecha, que debió “levantar” a último momento. Sin embargo, en la tapa se publicó la formación del equipo “millonario” en colores, con el título: “Chacarita Campeón”.
Volviendo a Diego Lucero, una pluma consagrada de la época, titulaba su comentario: “Chaca hizo lo que quiso”. En otro segmento sostenía que “este espacio queda chico para tanto recuerdo que se amontona. El golazo del “Loco’ Marcos (con caño incluido a Miguel Ángel López y gambeteando a Carballo), la manija de Puntorero y la zurda mágica de Poncio en la mitad de la cancha, la voluntad irrenunciable del equipo para salir tocando y jugando siempre y la presencia multitudinaria de la gente de Chaca que llenó la parte baja del estadio de Racing en su totalidad”.
Nombres para la historia
La gente del fútbol, los periodistas, recitaban de memoria la formación del campeón Metropolitano, porque, a excepción de alguna lesión o futbolista suspendido, se reiteraba la alineación titular, con el clásico 4-3-3: Eliseo Jorge Petrocelli; Jorge Alberto “Nene” Gómez, Abel Jorge Pérez, Ángel Hugo Bargas y Franco Frassoldati, Leonardo Luis Recúpero, Juan Carlos Puntorero y Alberto Raúl Poncio; Ángel Alberto Marcos (capitán), Rodolfo Orife y Horacio Ricardo Neumann. También jugaron Bernabé Adolfo Palacios, Alfredo Gualterio Ortíz, Juan Domingo Loyola, Juan Antonio Gómez Voglino, Carlos María García Cambón, Zacarías Zurita y Oscar Amarilla.
El “Beto” Poncio
Uno de los santafesinos de ese equipo, Alberto Raúl Poncio, jugó en los tres equipos infantiles de su barrio sur: Calchaquí (donde atajaba el “Gordo” Antonio Lisi -dirigió la Banda de Música de la Policía- y actuaba su hermano Carlucho), San Antonio (el de Campana) y Federal (impulsado por el Ateneo que guiaban Fama y Piedrabuena, en los torneos que se jugaban en el entonces Hogar San Cayetano).
De allí, Alberto Raúl Poncio pasó a Sunchales y, después, al club de su pasión: Colón, donde jugó al básquetbol y al fútbol, tuvo el honor de marcar a Pelé en el histórico triunfo de 1964 y llegó a jugar al lado del “Pato” José Omar Pastoriza.
A comienzos de 1965 el presidente Ítalo Giménez lo transfirió a Huracán (por dinero y el préstamo del “Mono” Alfredo Domingo Obberti y el “Pepe” José Canevari). Jugó 74 partidos en tres años (1965-67) en el Globo anotando dos goles
Salvador Zuccotti, el vicepresidente de Chaca, dirigente peronista y hombre fuerte en la AFA hasta el golpe militar de 1976, lo convenció un día en el Abasto, firmó en la sede de Villa Crespo y fue a jugar a la cancha del tricolor en Villa Maipú, partido de San Martín, en el conurbano bonaerense.
Durante seis temporadas (1968-73), el “Beto” Poncio actuó en 192 encuentros (incluyendo el notable triunfo de Chacarita el 24 de agosto de 1971, por la Copa Joan Gamper, primer presidente del Barcelona FC, en el Nou Camp, ante el Bayern Munich de Alemania, triple campeón europeo, dirigido por Udo Lattek y con Franz Beckenbauer, Gerard Müller, Breitner, Maier y Hansen en cancha, por 2 a 0, con goles de Puntorero y Marcos) con 15 tantos anotados. Culminó su carrera en Colón en 1975, jugando un solo cotejo.
Colón y Unión
En ese 1969, Colón y Unión militaban en la máxima categoría. Colón lo hacía desde 1966 y Unión había ascendido el año anterior. Las campañas no fueron buenas en el Metropolitano de ese año. Colón compartió con Chacarita la zona A, salió antepenúltimo y sólo superó a Atlanta en esa tabla. Unión jugó la zona B, sacó 5 puntos más que Colón, salió octavo y debajo suyo tuvo a Argentinos Juniors, Deportivo Morón y Los Andes.
Ante Chacarita, los sabaleros cayeron como locales. El partido se jugó el 11 de mayo de 1969 y el único gol lo marcó Jáuregui en contra sobre el final del primer tiempo. Colón alistó ese día a Drago; Jáuregui, Lezcano, Sanitá y Mellit; Colman, Correa y Ceballos; Balbuena, Lo Bello y Castillo.
Chacarita lo hizo con el equipo estable: Petrocelli; Gómez, Pérez, Bargas y Frasoldatti; Puntorero, Recúpero y Poncio; Marcos, Orife y Neumann. El árbitro, como en la final con River, fue Roberto Barreiro.
En el interzonal entre Colón y Unión de ese año, la victoria fue para los tatengues, que ganaron 1 a 0 el 25 de mayo, en el estadio del barrio Centenario, con gol de Néstor Scotta, quien luego de haber jugado, entre otros clubes, en River y Racing, terminó su carrera en 1984 con la rojinegra de Colón.
Colón en 1969. De pie: Mellit, Jáuregui, Lezcano, Sanitá, Correa y Drago. En cuclillas: Balbuena, “Can can” Ceballos, Borgogno, Colman y Ruiz.
Foto: Archivo El Litoral
11
goles
hizo Ángel Marcos, goleador del equipo, en 22 partidos. Jugando como local en San Martín, Chacarita perdió un solo partido. Sus otras cuatro derrotas fueron de visitante.
El “Nene” Gómez
Un marcador de punta derecho considerado como excelente resultó ser Jorge Alberto “Nene” Gómez: sin estridencias, fuerte en la marca; con personalidad, temperamento, de rendimiento parejo, sin regalarles espacios ni tiempos a los punteros izquierdos de su época y mostrando todo su esfuerzo en cada partido.
Fue descubierto por Carlos González (“Campana”) en los campitos del barrio Centenario y comenzó a militar desde muy pibe en los equipos infantiles de San Antonio, donde surgieron notables figuras del fútbol lugareño y nacional.
Luego, el “Nene” Gómez pasó a Copacabana; cuando mostraba sus dotes en segunda división de la Liga Santafesina, el presidente Barquín lo cedió a Unión, donde jugó 211 partidos, convirtiendo dos goles durante siete temporadas (1961-67), incluyendo el campeonato de Primera “B” obtenido en 1966, conducido por el “Pulpa” Etchamendi.
Al mismo tiempo, como el “Loco” Luis Gregorio Ciaccia, Victorio Nicolás Cocco, Alfredo “Negro” Cañete, Eulalio Gómez, Oscar Canteros, “Chiche” Rebecchi y tantos otros, con apellido cambiado para la prensa (para no ser sancionado por la entidad de la Av. López y Planes), los domingos actuaba en la división superior de San Lorenzo, en la Federación Santafesina de Fútbol, consiguiendo numerosos títulos de campeón.
A comienzos de 1968, Chacarita Juniors adquirió sus servicios, desempeñándose en 74 cotejos durante tres temporadas, con tres anotaciones. Culminó su carrera profesional en Gimnasia y Esgrima de Mendoza, en 1972, donde se desempeñó en dos cotejos.
Gardel lo quería porque sus amigos del Abasto eran hinchas...
Renato, Duchini y Muñoz simpatizaban con “Chaca”
La indescriptible alegría de los viejos hinchas de “Chaca”, nunca lo habían visto tan arriba y con tanta grandeza; jamás, los pibes socialistas que le dieron vida el 1º de mayo de 1906 en el corazón de Villa Crespo, barrio de tango, guapos y taitas, soñaron con esa gloria.
Desde la cancha celestial, el llanto varonil del famoso “Tano” Renato Cesarini (forjador de “La Máquina” de River en la década del “40), tricolor hasta la médula; de Ernesto Emilio Duchini, notable jugador, descubridor de talentos y maestro de la vida y de José “María Muñoz, “El Relator de América”, sorprendió al mundo futbolístico; mientras desde el cielo otra estrella esbozaba una sonrisa inconfundible como la de Carlitos Gardel (hincha de Racing Club), quien admiraba los colores que llevaban en el corazón sus amigos tangueros del Abasto...
Los amantes del fútbol que peinan canas todavía recordarán los goles de Francisco Campana y Marcos Busico; a Mario Rodríguez, Raúl Savoy; al arquero Isaac López, Luis Carniglia, José “Pepe Borello; los goleadores Fabio Cassán, Eduardo Restivo y Eduardo Ricagni, Federico “Hacha Brava” Pizarro, Juan Carlos “Toto” Lorenzo, Víctor Valusi, Federico Roberto Brookes, Víctor Legrotaglie, hermanos Enrique y José Pesarini, etcétera.
En ese período exitoso, algunos fanáticos recuerdan cuando Chacarita Juniors se convirtió en el único equipo del mundo en llevar un elefante (de un circo, claro está) con ropa tricolor al estadio, como muestra que superaba con fútbol y clase a los grandes...
Unión en 1969. De pie: Juan Carlos Díaz, Sauco, Figueroa, Garzón, Algocino y Morales. En cuclillas: Dusso, Ascencio, Mario Mendoza, “Pichón” Vitale y Néstor Scotta. El Unión de ese año fue el que jugó el partido con Newell’s en la cancha de San Lorenzo, cuando dio vuelta el resultado.
Foto: Archivo El Litoral
El “Nene” Gómez, jugando para Unión en 1966. Es el cuarto, empezando por la izquierda, después de Díaz, Cocco y Pirez, y antes de Cabrol.
Foto: Archivo El Litoral
/// SÍNTESIS
River Plate 1
Chacarita 4
Cancha: Racing.
Arbitro: Roberto Barreiro.
River: Hugo Raúl Carballo; Roberto Oscar Ferreiro, Miguel Ángel López, Juan Carlos Guzmán y Juan Carlos Vieytez; Eduardo Francisco Dreyer, Jorge Recio y Roberto E. Gutiérrez; Juan Carlos Trebucq, Daniel Germán Onega y Oscar Más. DT: Ángel Labruna.
Chacarita: Eliseo Jorge Petrocelli; Jorge Alberto Gómez, Abel Jorge Pérez, Ángel Hugo Bargas y Franco Frassoldatti; Leonardo Luis Recúpero, Juan Carlos Punturero y Alberto Raúl Poncio; Ángel Alberto Marcos, Rodolfo Orife y Horacio Ricardo Neumann. DT: Víctor Rodríguez.
Goles: 12 min y 37 min Neumann (Ch), 18 min Trebucq (RP), 47 min Marcos (Ch) y 56 min Frassoldatti (Ch).
Incidencias: en el primer tiempo, a los 30’, expulsado Dreyer (RP).
Público estimado: 67.000 personas.
/// EL DATO
Anécdota.
Angel Marcos, al igual que Hugo Bargas, desarrollaron luego su carrera en Francia. En el caso de Marcos, se quedó a vivir allí. Era un wing derecho muy habilidoso, a la manera del “Mencho” Balbuena. Quizás, René Housemann también habrá tomado nota de las cosas que hacía este excelente delantero de Chacarita, que en esa final en cancha de Racing tiró un “caño” a los pocos segundos de juego, en la primera pelota que tocó. Y dicen que había avisado que lo iba a hacer. Marcos copió a Sanfilippo, que un día le dijo a Roma que le iba a hacer un gol en la primera jugada: se lo hizo, y de taco...