La educación media camino al cambio curricular
Concurso y formación de tutores
en la agenda del nivel secundario
El concurso para docentes de secundaria es “complejo”, según la directora provincial del nivel. Podría convocarse dentro de un mes. Capacitación de tutores y convivencia escolar, otros ítems de trabajo.
De la redacción de El Litoral
La educación secundaria -que marcha camino a un cambio curricular en 2010- es uno de los temas prioritarios en la agenda de trabajo del Ministerio de Educación de la provincia. Se avanza ahora en dos líneas de acción previas a esa reforma: la formación de tutores y la confección del borrador para el concurso de ingreso docente de nivel medio.
Según los compromisos paritarios asumidos en febrero por el gobierno con los gremios docentes, ese concurso debía concretarse en un plazo de 90 días, período que está totalmente vencido. La directora provincial de Educación Secundaria, Letizia Mengarelli, adelantó a El Litoral que se convocará “en no más de un mes” con el objetivo de garantizar la titularización de las plantas de profesores de los colegios secundarios, “puesto que la estabilidad docente está antes que cualquier cambio curricular”, evaluó.
El último ingreso al magisterio de nivel medio fue en 1991 y recién se ofrecieron los cargos en 1999. Después, cuando se produjo la transferencia de escuelas nacionales a la provincia, por una ley nacional se transfirió masivamente en carácter de titular a todos los docentes interinos de esos establecimientos. Luego, por la ley de titularizaciones conocida como “ley Rébola” del 2001, quedaron efectivos miles de docentes en sus cargos. Fue una norma polémica no sólo porque no tuvo en cuenta el derecho a concursar sino porque generó situaciones injustas que provocó una litigiosidad importante contra el Estado.
Según Mengarelli, “el concurso de secundaria es muy complejo porque se dan situaciones mixtas: hay profesores que tienen horas cátedras titulares e interinas, otros sólo interinas o sólo titulares, otros tienen cargos. No es lo mismo que en el nivel primario donde únicamente hay cargos”.
“A lo largo de los años -ejemplificó- hubo variaciones que no tuvieron su registro en el Ministerio de Educación. Entonces, si concursamos las horas de matemática de 1º C de tal escuela, tenemos que saber que son horas vacantes y no ocupadas por un titular”.
Destacó que se está analizando “con mucha precisión” todos los pasos de la convocatoria y la información necesaria para no tener dificultades. “En la actualización de datos radica la mayor complejidad, además de que en este concurso apuntamos a que se genere un proceso de concentración y no de dispersión de horas”, subrayó.
Mengarelli apuntó, asimismo, que los requisitos serán los antecedentes y tendrá el mismo propósito de “reparación histórica” que los concursos de otros niveles.
Tutores, con otra impronta de trabajo
La semana pasada, junto a su equipo de trabajo, Mengarelli recorrió las nueve regionales educativas para encontrarse con tutores y directivos de las secundarias y explicar en qué consiste el proyecto de formación que alcanzará a 500 tutores de toda la provincia. Los cursos se iniciarán en dos semanas y demandarán una jornada intensiva de trabajo, quincenalmente.
Para el nuevo secundario, la ley de educación nacional impulsa la construcción de códigos de convivencia que reemplacen la sola idea de disciplina y subordinación a las reglas. En la misma tónica, el ministerio provincial dictó el decreto 181, en el que planteó un marco genérico para que las escuelas construyan acuerdos de convivencias, mediante la creación de un espacio (llamado Rueda de Convivencia) en horario escolar.
“Esa propuesta tiene que ver con el nuevo perfil que estamos tratando de desarrollar en los tutores y que es la posibilidad de facilitar el encuentro de todos los jóvenes de cada curso, para que puedan hablar, argumentar, discutir, proponer y actuar en relación con las dificultades de convivencia dentro de las escuelas y fuera de ellas”, explicó la funcionaria provincial.
La figura del “tutor docente” -que no es la misma que el preceptor- se instituyó hace 10 años por decreto de la ex ministra María Rosa Stanoevich, para hacer un seguimiento a los estudiantes, principalmente a aquellos con algún tipo de dificultad de aprendizaje, de asistencia o disciplina.
Esta gestión educativa pretende darle otra impronta a la práctica tutorial, “intensificando otro aspecto que tiene que ver con lo colectivo, con la producción grupal, con la posibilidad de que todos los alumnos -y no solo algunos- tengan la palabra”, dijo Mengarelli.
