PRESIDENCIALES
Tensión en Afganistán durante el último día de campaña electoral
Persiste el contexto de violencia y se suman las amenazas de nuevos atentados. Los talibanes anunciaron ayer su intención de atacar lugares de votación para boicotear los comicios.
Con el rostro cubierto por su burka, una mujer muestra la imagen del actual presidente, que es el favorito en las encuestas.
Foto: AFP
AFP/EFE
Las elecciones presidenciales y provinciales en Afganistán entraron hoy en su recta final, con los últimos mítines de campaña y bajo la amenaza de atentados talibanes.
El favorito en los sondeos es el presidente saliente, Hamid Karzai, llevado al poder por la coalición internacional liderada por Estados Unidos que a fines de 2001 derrocó al régimen talibán, y elegido en los primeros comicios del país en 2004.
Pero sus principales rivales, empezando por su ministro de Relaciones Exteriores Abdulá Abdulá, realizaron dinámicas campañas que podrían forzar una segunda vuelta, según analistas.
Abdulá cerró su campaña esta mañana con un espectacular mitin en el estadio de Kabul, ante más de 10.000 personas con gorras azules que enarbolaban la bandera de su partido y coreaban su nombre.
“¿Quieren votar por un presidente que saca de la cárcel a asesinos, a traficantes de opio?”, les arengó a voz en grito el candidato, que prometió “trabajar duro por el pueblo”.
En su primer debate televisado el domingo por la noche, Karzai fue criticado por su controvertida estrategia de alianzas con los jefes de guerra, que él justificó en nombre del interés nacional y la paz.
Las denuncias más duras procedieron de dos candidatos que ocuparon bajo su mandato cargos ministeriales desde los cuales destacaron en la lucha contra la corrupción: los ex titulares de las carteras de Finanzas, Ashraf Ghani, y de Planificación, Ramazan Bashardost.
Ambos le reprocharon haberse aliado con jefes de guerra acusados de crímenes tanto en el pasado como actualmente, para asegurarse el voto de sus comunidades.
La segunda vez
Unos 17 millones de afganos están llamados a las urnas para elegir a su presidente por segunda vez en la historia del país, así como a los 420 consejeros de las 34 provincias.
Ambas votaciones se llevarán a cabo en un contexto de persistente inseguridad ante las amenazas de atentados.
Los talibanes anunciaron el domingo por primera vez su intención de atacar las oficinas de voto el día de los comicios y reiteraron sus llamamientos a la población a boicotear las elecciones y a empuñar las armas contra los “invasores” extranjeros.
Los islamistas ya dejaron claro el sábado que pueden golpear en los lugares considerados más seguros, con un atentado suicida que mató a 7 civiles y dejó 91 heridos en la entrada del cuartel general de la OTAN, en pleno centro de Kabul.
Todas las fuerzas de seguridad disponibles -200.000 afganos y 100.000 soldados extranjeros, dos tercios de ellos estadounidenses- estarán movilizadas en la jornada electoral del jueves.
Las bajas de las tropas internacionales -sobre todo estadounidenses y británicas- han alcanzado cifras récord desde julio, tras la puesta en marcha de operaciones para incrementar la seguridad en el sur afgano, bastión de los insurgentes.
Tres soldados británicos y un estadounidense murieron ayer en nuevos ataques en esa zona.
Las autoridades electorales afganas estiman que cerca de un 12 % de las 7.000 oficinas de voto podrían permanecer cerradas, debido a la inseguridad.
El peligro de ataques hace temer también una importante abstención que, acompañada de potenciales fraudes, amenaza seriamente la credibilidad de los comicios.
Unos 17 millones de afganos están llamados a las urnas para elegir a su presidente por segunda vez en la historia del país, así como a los 420 consejeros de las 34 provincias.
44 %
de intención votos
para el actual presidente Karzai, es lo que indica un sondeo publicado el viernes por una consultora norteamericana. Le siguen Abdulá, con el 26 % de adhesiones; Bashardost, con el 10 % y Ghani, con el 6 %.
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