Lo que dejó el Congreso Pedagógico 2009

El sindicalismo docente

en una mirada regional

Un especialista en educación chileno sostiene que la lucha sindical de los maestros tiene muchos puntos en común en las naciones del Cono Sur. “Las reivindicaciones obtenidas en la Argentina para el sector docente han tenido gran influencia en países como Chile y Brasil”, afirma.

De la redacción de El Litoral

[email protected]

En los años ‘50 surge el sindicalismo docente en la Argentina. La Confederación Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) nace en 1973, y logra reunir a la mayor parte de la representación sindical docente del país. En la década de los ‘80 tuvo lugar la recordada marcha blanca y, ya durante el menemismo, la carpa blanca -que aglutinó amplias fuerzas políticas y organizaciones sociales- se constituyó en uno de los hitos simbólicos de la protesta sindical. En los últimos años, hubo una serie de conquistas y reivindicaciones para los maestros (ley de financiamiento educativo, recomposición del piso salarial, movilidad jubilatoria docente, etcétera). Este breve recorte histórico de la lucha sindical docente no es aislado: son muchos los paralelos y puntos en común con los movimientos sindicalistas docentes de otros países de Latinoamérica.

Ésta es la perspectiva de Guillermo Scherping, asesor en educación, ex dirigente nacional del Colegio de Profesores de Chile y reconocido militante sindical, quien llegó desde Chile -su país natal- para participar del Congreso Pedagógico 2009 de Amsafe llevado a cabo en nuestra ciudad. “En el movimiento sindical docente en Latinoamérica hay cuestiones que nos hermanan, una cierta historia compartida de la lucha”, afirmó en diálogo con El Litoral.

Ecos de las conquistas

“Lo que ha conseguido Ctera en los últimos años ha sido muy importante. Lo que comúnmente se conoce como reivindicaciones económico-salariales en los diferentes sectores sindicales para nosotros significa que son mejores condiciones de enseñanza: que un maestro vea superado su salario no quiere decir que esté pensando en enriquecerse ni mucho menos, sino que va a poder enseñar en mejores condiciones”, refirió.

“Nosotros hemos visto otras experiencias latinoamericanas, como la argentina -en la cual el reclamo sindical docente para garantizar que la educación sea pública ha sido muy fuerte-, que nos han servido de estímulo para fortalecer nuestra lucha en Chile”, enfatizó. “Después del proceso de municipalización, en mi país el sistema de gerenciamiento educativo ha colapsado. El Estado mantiene una concepción subsidiaria de la educación. Allá el municipio culpa al gobierno nacional; éste, al ministerio, y el ministerio, a los maestros. Nadie asume sus responsabilidades, y la educación está en crisis”, dijo Scherping.

El sindicalista ejemplificó: “En la Argentina, Ctera consiguió la Ley de Financiamiento Educativo, y con esa norma el Estado procura avanzar al 6 % del gasto en educación del PBI. Esa conquista para los chilenos fue tremendamente significativa, porque sirvió para instalar en la opinión pública que hoy el Estado chileno gasta el 4,6 % del PBI, y le dice al mundo que gasta un 7,5 %. Lo que no dice es que a la diferencia la ponen las familias, porque es ésta la que paga la escuela. Entonces, aquella conquista, entre otras, tuvo una influencia muy notoria en otros países, tal el caso de Chile”, comparó.

Hermanamiento

Scherping agregó, además, que “se han hecho investigaciones conjuntas con especialistas argentinos y brasileños, respecto de las reformas educativas que se fueron implementando y proyectando las cuestiones que quedan pendientes. De ese modo, fuimos elaborando nuestras plataformas sindicales, tan sólo de mirar lo que ocurre con nuestros vecinos, de participar en la construcción de una historia que trasciende las fronteras nacionales.

“Considero que en esta región del Cono Sur, hay toda una experiencia de relación sindical que nos une y nos hermana con nuestros compañeros argentinos, algo que no se ve en otras regiones del mundo. Las dictaduras en Latinoamérica nos separaron, nos disgregaron, pero afortunadamente en estos años hemos podido reconstruir ese vínculo sindical y fortalecerlo”, concluyó.

El sindicalismo docente en una mirada regional

Guillermo Scherping -acompañado por Fátima Da Silva, integrante de la Internacional de la Educación de Brasil, y Stella Maldonado, secretaria general de Ctera-, durante su disertación en el Congreso Pedagógico de Amsafe.

Foto: Néstor Gallegos

/// análisis

La crisis educativa en Chile

Guillermo Scherping (asesor en educación - dirigente CPC)

En Chile se construyó un sistema educativo que, al nivel de las clases sociales, es absolutamente segmentado. Con el régimen de municipalización se profundizó la crisis educativa. Y hoy, si bien hemos logrado en parte contener esa situación, las autoridades han tenido que aceptar que se equivocaron con este sistema; que se equivocaron con la concepción de Estado subsidiario en educación.

Allá se siguen proponiendo soluciones de perfeccionamiento de este modelo en fracaso, y no de atacar el problema de fondo, que es que el Estado sea social, solidario y asuma la educación como un derecho del conjunto de la población, no de una parte. Para eso, es esencial contar con un sistema de propiedad pública de la educación. Que no niegue a la educación privada, pero que se entienda que la educación pública es una fuente de construcción democrática.

El gobierno de Michelle Bachelet tiene profundas contradicciones, sobre todo en materia económica. Además, y a diferencia de la Argentina, que ya concluyó su proceso de consolidación democrática, Chile vive en permanente transición, porque aún están vigentes normas como la ley electoral o de partidos políticos, que fueron dictadas durante la dictadura.