Propone fortalecer la participación del Estado en nueva riqueza petrolera
Lula presentó su “pasaporte al futuro”
Así calificó el presidente brasileño el marco regulatorio que intenta convertir en ley para la explotación compartida de reservas petroleras ultraprofundas.
Télam-AFP-EFE
El presidente de Brasil, Luiz Lula Da Silva, presentó el marco regulatorio para las grandes reservas de petróleo descubiertas en el sur del país, que otorgará un rol central al Estado en el manejo de este recurso, por lo que el mandatario calificó la jornada como “un nuevo día de la independencia” y debe ser “un pasaporte al futuro”.
El mandatario prometió que en el debate que se dará en el Congreso para el nuevo marco regulador petrolero “obviamente va a participar la sociedad, va a garantizar mayor participación del Estado brasileño” y, por lo tanto, “del pueblo brasileño”.
El proyecto fue presentado y analizado en una reunión en el Palacio del Planalto, encabezada por Lula y en la que participaron ministros y dirigentes de los partidos aliados al gobierno, según informaron las agencias de noticias Ansa y Brasil.
El marco legal es un paquete de cuatro leyes que regulará la actividad petrolera en la zona geológica denominada “presal”, en una franja costera de 800 kilómetros en la región sureste, que se extiende desde el Estado de San Pablo hasta el de Espíritu Santo, donde a partir de 2007 se descubrieron yacimientos de al menos 50.000 millones de barriles a una profundidad de 5.000 metros.
La iniciativa prevé una mayor participación de la actividad en la zona de Petrobras, que verificó los recursos, y establece que, por ser su explotación de bajo riesgo, las compañías privadas podrán operar bajo el principio de participación y no bajo el modelo de concesión.
Esto implica que la explotación será dada a las empresas que cedan el mayor porcentaje de crudo al Estado, contra el modelo de concesión por el cual las compañías ganadoras de una licitación eran las propietarias del recurso y entregaban un porcentaje de la ganancia.
Por otra parte, el Estado se reservará la atribución de no licitar aquellos pozos gigantes que considere de interés excluyente.
Nuevo día de la independencia
“No queremos exportar petróleo crudo, queremos exportar derivados; por eso precisamos tener una gran industria petrolífera, precisamos construir las plataformas acá, las sondas, extraer crudo a gran profundidad, los astilleros”, señaló el presidente brasileño, quien resaltó que “este lunes representa un nuevo día de la independencia para Brasil”.
Esas reservas, dijo Lula, constituyen “un pasaporte al futuro” y por ello era necesario un marco regulatorio específico para explotarlas, diferente al de la Ley de Petróleo de 1997, que terminó con el monopolio de la estatal Petrobras y estableció el modelo de concesiones, que seguirá vigente para los demás yacimientos.
Entre los cuatro proyectos de ley que deberá analizar el Congreso, uno contempla la creación de la empresa Petro-sal, que administrará los recursos en los grandes pozos.
Otro proyecto fija los términos del régimen de participación de las empresas privadas y un tercero estipula la capitalización de Petrobras, para permitir que la compañía reciba unos 50.000 millones de dólares necesarios para afrontar la extracción de crudo en grandes profundidades.
La cuarta norma tratará del Fondo Social hacia el cual será destinada parte de la ganancia generada por los llamados megacampos petroleros, y que financiará planes de educación, ciencia y tecnología y combate a la pobreza.
En función del esquema planteado por el gobierno, que ahora deberá ser discutido por el Congreso, Petrobras conservará una participación mínima de 30% en la explotación del petróleo hallado por Brasil en aguas profundas y estará abierta a la participación privada mediante licitación.
“No tenemos derecho a tomar ese dinero y quemarlo en el presupuesto de la Unión, tenemos que usar ese dinero para tornar a Brasil en una gran nación”, señaló Lula.
“Urgencia constitucional”
Los proyectos de ley serán enviados al Parlamento en carácter de “urgencia constitucional”, que impone un plazo límite para su tratamiento, explicó el titular del bloque oficialista en el Senado, Romeo Jucá. “Nuestra idea es que podamos votar a fin de año en Diputados y en el Senado, y sin la urgencia constitucional sería casi imposible poder hacerlo”, precisó el senador.
Las estimaciones sobre la cantidad de petróleo en el litoral atlántico brasileño son inciertas, pues hay zonas que aún no fueron exploradas, y si bien la cifra oficial es de 50.000 millones de barriles, algunos expertos consideran que los yacimientos pueden llegar a los 300 mil millones.
La protección de los yacimientos descubiertos es motivo de preocupación del gobierno brasileño, sobre todo a partir de que Estados Unidos revitalizó la IV Flota que operaba en el Atlántico Sur.
El descubrimiento de estas áreas movilizó a la administración brasileña a proyectar un nuevo Plan de Defensa, que incluye la construcción de submarinos nucleares, que se fabricarán en cooperación con el gobierno francés.