La fuerza internacional asegura que investigará lo ocurrido
90 muertos dejó un ataque
de la Otan en Afganistán
Las diferentes versiones sobre el número de muertos hacen temer que una gran parte eran sean civiles.
AFP-EFE-Télam
Cerca de 90 personas, en su mayoría talibanes, murieron hoy en un ataque aéreo de la Otan contra dos camiones cisterna en el norte de Afganistán, informó un portavoz de las autoridades afganas locales.
La Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (Isaf, por sus siglas en inglés) de la Otan afirmó que investigaba reportes de que habría víctimas civiles entre los muertos por el bombardeo contra dos camiones cisterna secuestrados por los islamistas talibanes en la provincia de Kunduz (norte).
“Unas 90 personas murieron (...) y en su mayoría son talibanes. Fue un ataque aéreo de las fuerzas de la Otan”, dijo Mahbubullah Sayedi, portavoz del gobierno local de Kunduz.
“Una pequeña cantidad de las víctimas son civiles locales, incluso algunos niños, que buscaban gasolina gratuita”, dijo, sin dar más detalles.
Sin embargo, el ejército alemán había negado poco antes que el ataque hubiera dejado víctimas civiles. Por otra parte, subrayó que 56 talibanes murieron en el bombardeo.
“Al menos 56 talibanes murieron. No hay víctimas civiles”, subrayó el ejército alemán en un comunicado.
Autoridades afganas dijeron que entre los 90 muertos había unos 40 civiles que extraían combustible del camión.
La policía y el Ministerio de Salud habían declarado antes que varios civiles habían muerto. Las diferentes versiones sobre el balance de muertos son bastante habituales en el conflicto de Afganistán, sobre todo cuando de civiles se trata.
Un vocero de los talibanes, Zabiullah Mujahid, dijo que miembros de la milicia integrista capturaron el camión cuando llevaba provisiones a las fuerzas de la Otan desde Tayikistán.
Cuando los secuestradores quisieron cruzar el río Kunduz, los camiones se empantanaron en el barro, así que los rebeldes abrieron las válvulas para liberar combustible y aligerar la carga, agregó Muhajid.
El vocero talibán dijo que cerca de 500 lugareños se acercaron a los camiones para hacerse de combustible pese a las advertencias de los insurgentes de un probable ataque aéreo.
Cambio de “estrategia”
El ataque ocurre pocos días después de que el gobierno del presidente Barack Obama indicara que quiere modificar la “estrategia” de las fuerzas internacionales en Afganistán, integradas en su mayoría por efectivos estadounidenses.
El anuncio no sorprendió a nadie: cada vez se suman más voces contrarias al despliegue de soldados en una guerra que no para de extenderse y de recrudecer.
Con 51 muertos, el pasado mes de agosto fue el mes más mortífero para el ejército estadounidense desde el inicio de sus operaciones en Afganistán a finales de 2001, cuando los talibanes fueron derrocados del poder por una coalición internacional encabezada por Estados Unidos.
Agosto fue también un trágico mes para la totalidad de la coalición internacional que perdió 77 soldados. Y con 310 muertos en total, el año 2009 se ha convertido ya en el año más mortífero para las fuerzas internacionales desde que llegaron a Afganistán en 2001. En 2008 murieron 294 soldados de la coalición.
Ayer, el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, admitió que Estados Unidos tiene un “tiempo limitado” para demostrar que la nueva estrategia del presidente Obama para Afganistán funciona. “Tenemos un tiempo limitado para demostrar que está funcionando”, dijo Gates en rueda de prensa junto al almirante Michael Mullen, jefe del Estado Mayor conjunto.
El secretario de Defensa reconoció que los estadounidenses mostraban escepticismo frente a la misión en Afganistán.
Un sondeo publicado a comienzos de septiembre mostró que cerca de 6 de cada 10 estadounidenses se opone a la guerra en Afganistán.
Norteamericanos se oponen
Según la encuesta realizada por la cadena de televisión CNN, el 57% de los estadounidenses dice “oponerse” a la guerra en Afganistán, frente al 54% de hace un mes, el 48% en mayo y el 46% en abril.
Pocas horas después un sangriento atentado inundaba las pantallas de televisión de todo el mundo: al menos 24 personas -entre ellas el número dos de los servicios secretos afganos y 19 civiles- murieron el miércoles en un atentado perpetrado por talibanes.
El 25 de agosto, sólo cinco días después de las elecciones presidenciales y provinciales, otro atentado había causado 43 muertos.
Desplegadas desde hace ocho años en el país asiático, las fuerzas internacionales (100.000 hombres actualmente) tienen cada vez más dificultades para acabar con la insurrección de los talibanes.
Los dirigentes de algunos de los países de la Otan llevan meses reclamando un diálogo con los talibanes.