Tras una jornada convocada por la Cámara de Diputados
Coninagro reclamó un debate serio
de cambios a la ley de fitosanitarios
De la redacción de EL Litoral
El presidente de Coninagro en Santa Fe, Ricardo Cerutti, reclamó un debate profundo, con la participación igualitaria de todas las partes involucradas para modificar la vigente ley de uso de agroquímicos en la provincia. “Es más, el debate debe ser con responsabilidad y honestidad intelectual”, exigió tras la reunión realizada la semana pasada en el Museo Rosa Galisteo de Rodríguez convocada por la Cámara de Diputados que tiene a discusión proyectos sobre de reforma e incluso uno de prohibición total del uso de este tipo de productos en la agricultura.
Cerutti, en diálogo con El Litoral, se mostró molesto con la reunión de la semana pasada y con lo que consideró falta de equidad a la hora de usar de la palabra en la asamblea. De la jornada sobre “uso de agroquímicos, modelo productivo y salud humana”, participaron como expositores diputados con proyectos sobre la cuestión, científicos y organizaciones civiles. La jornada fue abierta por el presidente de la Cámara, Eduardo Di Pollina. En el primer panel, expusieron Santiago Mascheroni, Marcelo Brignoni, Antonio Riestra y Claudia Saldaña, autores de distintas iniciativas sobre la materia que están a debate en comisiones del cuerpo.
Al dirigente agropecuario, le preocupó que no haya sido invitada a la reunión la Comisión de Agricultura de la Cámara que preside la demoprogresista Estela Méndez de De Micheli. “Hay una equivocación de muchos sectores: nosotros, los productores, somos los principales interesados en cuidar el ambiente. Hay una deformación cuando se habla de los agrotóxicos; en realidad cualquier sustancia en forma desaprensiva puede ser tóxica”, reconoció.
Después rescató que “se haya abierto el debate, lo importante es que se pueda hacer en forma profunda, donde podamos concurrir todos, y no solamente escuchar una campana, sino todas. El cuidado del medio ambiente es sumamente importante pero también debemos tener presente que hay que producir alimentos”.
Asegura que el proyecto de Saldaña (Frente para la Victoria) que pretende prohibir la aplicación de plaguicidas de origen sintético químico “significa volver 50 años atrás. Nos llevaría a que la producción de alimentos caiga más de la mitad”. Enseguida agregó que como empresario agropecuario le vendría bien “porque el valor de un producto es inversamente proporcional a su presencia en el mercado, por lo tanto si la producción cae a la mitad, el precio va a subir”. No obstante, instó a pensar no como empresarios únicamente sino como ciudadanos y señaló que se deben producir alimentos por dos razones: “Para darle de comer al propio pueblo y por más que le pese al gobierno nacional, la fuente mayor de divisas para el país y el sector altamente competitivo que puede competir en el mercado internacional sin subsidios es la producción agropecuaria”. Ante esto, llama a la reflexión a “muchos ambientalistas, posiblemente con muy buenas intenciones, pero con enorme desconocimiento de lo que es la realidad” y les advirtió que “le están dando un mensaje sesgado a la sociedad”.
Cambiar y cumplir
La actual ley de fitosanitarios -la 11.273- fue dictada en septiembre de 1995 y para el titular de Coninagro “es una buena ley a la que habrá que pasarle un poco el plumero, tocarle algunos artículos para adecuarla a la época. Hay que renovarla y cumplirla. Debemos ir hacia buenas prácticas agrícolas con aplicación de la ley. Se producen miles de muertos por accidentes de tránsito y nadie habla de prohibir los autos, más bien de mejorar la infraestructura y de aplicar las leyes vigentes”, ejemplificó.
El dirigente no dejó de reconocer que hay aportes del Colegio de Ingenieros Agrónomos, del propio Ministerio de la Producción, de entidades.
Volviendo a la reunión en el Rosa Galisteo de Rodríguez, Cerutti reconoció que los escucharon “pero no estamos conformes, fue muy parcial. Hemos solicitado que el debate continúe pero en un plano de paridad en el uso de la palabra, los que no estábamos con el proyecto oficial debimos hacer malabares para que nos dejen usar el micrófono”.