Simposio internacional en la UNL

Expertos de 30 países exponen

sobre ríos, costas y estuarios

Es la primera vez que este tipo de conferencias se realiza en un país latinoamericano. Asisten especialistas de todo el mundo. El programa incluye actividades que permitirán tomar contacto directo con los ríos de la región.

De la redacción de El Litoral

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Más de 200 ingenieros, matemáticos, físicos, geomorfólogos y biólogos de treinta países se reúnen durante una semana en la Universidad Nacional del Litoral, en el marco del Sexto Simposio sobre Morfodinámica de Ríos, Costas y Estuarios. El encuentro es organizado por la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (Fich) y la Asociación Internacional de Ingeniería e Investigación Hidroambiental (IAHR). Esta mañana, se hizo la apertura formal del encuentro y disertaron los primeros especialistas.

El decano de la Fich, Mario Schreider, destacó que este simposio, más allá de contar con las exposiciones tradicionales de los expertos, tendrá una particularidad, porque habrá una “intervención directa” en los sistemas naturales. “Más allá del debate de las ideas, los expertos y científicos podrán tomar contacto con la naturaleza y apreciar allí sus intervenciones”, señaló.

Consultado por El Litoral, contó que habrá un trabajo de campo, “un día de sesión junto al río donde se podrán compatibilizar muchas de las ideas que se exponen, pero no en la pantalla, sino en vivo y en directo”. Destacó que las conclusiones tienen un valor científico, porque se publicarán 170 trabajos que estarán al alcance de cualquier profesional, pero también un alcance a mediano plazo. “Muchos de los procesos de investigación que van a ser presentados a lo largo de esta semana son los que a mediano plazo terminan siendo la regla del arte o los métodos de procesamiento. Muchos de los problemas que la sociedad, particularmente Santa Fe, tiene por resolver poseen hoy un desarrollo a nivel científico que luego de una cierta etapa de validación pueden ser aplicados a la solución de esos problemas”, mencionó.

Cambios

Carlos Vionnet, investigador de la Fich y del Conicet, aludió a los problemas que provocan en el sistema hídrico, y en la morfología de sus ríos, fenómenos externos como el calentamiento global.

“Me preocupa muchas veces cómo vincular este nuevo fenómeno con la hidrología. La hidrología es el ciclo del agua que tenemos alrededor; uno tiene un día de lluvia y sabe que eventualmente se inunda o no, según la intensidad. Los ríos son sistemas fantásticos de transporte de excedentes hídricos; ahora bien, cuando cambia la hidrología, es decir, el régimen de precipitaciones, ocurren situaciones no tan esperadas, porque en Ingeniería Civil, que es un poco la rama nuestra, trabajamos con lo que llamamos hidrología congelada. Esto significa que tenemos un registro histórico y a partir de allí, se caracteriza la lluvia de una zona, obteniendo precipitaciones o temperaturas medias. Pero cuando hay un elemento externo, como el calentamiento global, que cambia la estadística, ahí no estamos muy bien preparados. Lo que pasó en 2007 y en 2003 fueron fenómenos sinceramente atípicos”, comentó.

Vionnet recordó que “hubo precipitaciones de hasta 500 mm acumulados en pocas horas muy localizados espacialmente, que venían por encima de una cuenca ya saturada. Y todo sumó en un sentido catastrófico con el peor de los escenarios”. Según explicó, simposios como el que comenzó hoy en Santa Fe “no tratan específicamente esos temas que son más hidrológicos, pero sí discuten qué hace una gran crecida con el río y con el paisaje; por ejemplo, cada crecida que hemos tenido acá, el río ha respondido distinto. Esos fenómenos sorprenden al río con un estado y lo deja con un estado diferente. El río reaccionó distinto y la ciudad lo percibió con daños también diferentes”, manifestó.

El Salado

¿Cambió la inundación de 2003 la morfología del río Salado?, quiso saber El Litoral. Vionnet respondió que este río es muy distinto al Paraná. “Es un río con curvas y contracurvas muy pintorescas, pero cuando hay una crecida, esas curvas no importan. El río reacciona violentamente ocupando su planicie, y algo que la gente y quienes toman decisiones debieran aprender es que no es sabio ocupar la planicie de los ríos. Acá los ingenieros franceses cuando hicieron los puentes del ferrocarril sobre el Salado lo hicieron de un ancho tal, que pasaron cien años y los puentes todavía están en su lugar. Ellos sabían que la planicie aluvial o que lo que es del río, el río tarde o temprano lo va a reclamar. Y si usted está en el medio, se lo va a llevar”, concluyó.

Obras Viales

Más allá de los fenómenos naturales, como las inundaciones, Vionnet advirtió que hay otras intervenciones que también pueden modificar la morfología de los ríos, como las obras viales.

“Claro que sí, afectan -dijo el investigador-. Acá todo lo que es el sistema Leyes-Setúbal era una planicie. Cuando empezamos a ocupar esa planicie aluvial del Paraná con la (ruta) 168, toda la zona era plana; la laguna (Setúbal) en época de estiaje se podía cruzar de a pie. Pero con la ocupación hemos redistribuido los caudales, y en vez de pasar por toda la planicie por láminas, se concentró en lo que sería la descarga del viaducto Oroño, y así el agua se llevó puesto el Puente Colgante”.

El especialista explicó que se trató de “una profundización indeseada, entre otras cosas, porque empezamos a dragar en forma no planificada; la misma Universidad dragó, el Conicet dragó, el Wal Mart, se dragó para las viviendas de barrio El Pozo, y la sociedad lo terminó pagando en costos civiles. (El río) se llevó el el puente y también la costanera. Porque cuando uno toca el medio ambiente debería saber que lo que toca acá, perturba más allá. Esas cosas son las que se estudian en simposios de este tipo”, concluyó.

Sin registros

Carlos Vionnet advirtió que Argentina tiene un “problema crónico” por la pérdida de registros, en este caso de lluvias y comportamiento de los ríos. “Hemos sido un país tan espasmódico y lo seguiremos siendo por algún tiempo, que a veces se pierde información muy valiosa; por ejemplo, se cerró Aguas y Energía, que era una empresa fantástica del Estado, y ahí se perdieron registros valiosísimos desde principios de siglo XX”, comentó.

/// LA CLAVE