NUEVO LIBRO DE ROBERTO MALATESTA
Elogio a la fortaleza de no hacer nada
El escritor santafesino presentó su libro editado por el sello Sigamos Enamoradas, editorial Buenos Aires.
DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL
Roberto Malatesta eligió un párrafo del entrerriano Juan L. Ortiz para iniciar su libro. Anota: “Sí, estamos todos cansados y nos olvidamos demasiado del oro del otoño. Acaso la revolución consista en lo que el hombre por siglos ha estado postergando: la necesidad del verdadero descanso, el que permite ver cómo crecen, día a día, las florcitas salvajes... El hombre necesita mirar las flores y mirar el cielo...”.
El libro se llama “Cuaderno de no hacer nada” (editado por el sello Sigamos Enamoradas) y lo presentó su autor, junto a Patricia Severín y Diego Suárez, el miércoles pasado en el Foro Cultural Universitario.
“Malatesta tiene un sentido clásico del ocio (“ocio” a secas, sin adjetivos asesinos). Porque comprende que “no hacer nada requiere fortaleza, fortaleza espiritual”, dijo Suárez en la presentación.
“... Por definición, lo que nos entretiene nos distrae, desviándonos del conocimiento de nosotros mismos y de nuestro entorno inmediato. Y no sólo eso, también nos distancia de nuestros bienes culturales... La gente aprovecharía los grandes productos culturales de nuestra sociedad; pongamos por caso, Saer, Guastavino o Berni. En cambio, va en busca de Tinelli, Chiche Gelblung o la revista Pronto.
“En este panorama, obviamente, Malatesta aparece desubicado, pero no como un resentido antisocial, sino como un romántico pleno de utopías, capaz de convertir el ocio en un campo filosófico para la siembra y la cosecha de iluminaciones como éstas: la belleza no es propiedad absoluta del objeto, la belleza es un estado de armonía, o ... la mañana es una historia del sol”.
HACIA EL EJE
“Es tan grande la rebeldía del poeta contra la contingencia y las limitaciones de la vida, que llega al punto de decir con el tono triunfal de quien se sobrepone a las restricciones del propio yo: lo más firme en mí es el fracaso, todos mis fracasos me conforman uno, componen y constituyen mi mejor parte”.
“Pero ¿cuándo se fracasa?, ¿cuando lo impuesto, lo que las normas dictan, no se hace? ¿Se fracasa cuando no se hace nada, y se deja que las cosas fluyan hasta tomar su curso natural? Otra vez, cuanto más nos alejamos de la norma, saliéndonos del foco de lo establecido, más nos acercamos al eje del ser”, sostiene Suárez.
Según el presentador, a lo largo del libro se suceden voces divergentes y concordantes que se entrelazan con la del poeta. “Lo que a simple vista podría interpretarse como una nueva apología del ocioso, constituye en profundidad un canto polifónico a la supremacía del espíritu humano y de la libertad individual de las personas. Un Cuaderno así está destinado a todos aquellos seres deseosos de tomarse “un día para alimentarse de luz”.
