Ciclo Pensar la Nación

“Se habla mucho de ciencia,

pero se practica muy poco”

Para Carlos Solivérez, la fórmula para aprender consiste en “hacer y equivocarse”. Este científico y divulgador aseguró que, más que tener en cuenta cuánto se invierte en ciencia y tecnología, hay que analizar los resultados que se obtienen.

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El Dr. Carlos Solivérez, durante su exposición en el Foro Cultural de la UNL.

Foto: Flavio Raina

 

Prensa UNL- Redacción de El Litoral

En el marco del ciclo Pensar la Nación en el Bicentenario, se desarrolló en la tarde del lunes último la tercera conferencia “Ciencia y tecnología en la Argentina”, a cargo del Dr. Carlos Solivérez, en el Foro Cultural Universitario. La actividad fue organizada por las Universidades Nacionales del Litoral, Rosario, Cuyo y Comahue; y auspiciada por Banco Credicoop y Le Monde Diplomatique.

Solivérez comenzó su charla reconociendo que “hay distintos beneficiarios de la ciencia y tecnología (C y T) que reciben distintos beneficios (sic)”. En este sentido, consideró que “los beneficiarios deberían ser los más débiles y necesitados”. Y para ejemplificar tomó el caso de algunos ciudadanos que no tienen conocimiento ni acceso a las más diversas tecnologías que posibilitarían que sus tareas diarias fueran mucho más sencillas, rápidas o económicas.

Inversión y resultados

El disertante explicó que, para calificar un sistema nacional de C y T, “se mira la inversión que se realiza en este campo”. Y mencionó que los países más avanzados invierten el 2 % de su PBI en ese rubro; sin embargo, aclaró que, “si sólo miramos la inversión, no valoramos el resultado que obtenemos”.

En este sentido, Solivérez reflexionó: “Hoy estamos poniendo muchísimo más dinero en C y T. Pero tenemos que tener en claro qué queremos obtener y debemos evaluar si lo estamos logrando. ¿Cómo se miden los resultados? No hay ninguna pauta”.

Divulgación y difusión

La tarea del Conicet mereció un párrafo aparte. “La mayoría de los trabajos de investigación del Conicet es de las Ciencias Biológicas y apunta a su publicación en revistas internacionales, con excepción de las Ciencias Sociales, que apuntan a problemáticas sociales argentinas”.

Como ejemplo de la escasa relación con el medio que tienen algunas investigaciones, Solivérez detalló que, “de casi 2.000 trabajos del Conicet, sólo 7 investigan sobre la vinchuca y el Mal de Chagas, por el que ya se han infectado 2 millones de argentinos”.

Otro punto que destacó es que “el Conicet ha sido exitoso en la formación de científicos, pero no en la de tecnólogos”. Durante 2008, nucleaba 5.731 investigadores y 140 tecnólogos.

Solivérez considera que no existe un sistema científico argentino porque “no hay buena comunicación entre los científicos, ni entre los tecnólogos ni con la gente en general”. En este punto rescató el rol de la educación. “La ciencia hay que meterla desde muy temprano en la escuela. En la escuela se habla mucho de ciencia, pero se practica muy poco”.

Con respecto a la divulgación científica, el conferencista destacó la labor de la revista “Ciencia Hoy” y del programa televisivo “Territorio de ciencia”, de canal Encuentro. En materia de difusión tecnológica, aclaró que “no puede ser verbal, sino que tiene que ver con la práctica y la ejecución. “Las tecnologías no se aprenden con la didáctica expositiva: hay que hacerlas, equivocarse y aprender”, concluyó.

Lo que sigue

El ciclo continúa los próximos meses con las visitas de Hugo Quiroga (“República y federalismo”), Liliana Tamango (“Nación y diversidad”) y Rubén Cucuzza (“La Nación y su sistema educativo”).

 

¿Quién es?

Es doctor en Física y diplomado en Ciencias Sociales. Estudió en la Universidad de California (EE.UU.), fue investigador científico becario en la Universidad de Oxford (Inglaterra) y profesor visitante de la Universidad Fourier (Francia).

Además de su trabajo como investigador y docente universitario tuvo a su cargo cátedras de física en nivel terciario y secundario.

Entre 1983 y 1995, desempeñó actividades políticas, entre las que se destaca el cargo el secretario de Estado de Ciencia y Técnica de la provincia de Río Negro.

Actualmente, se encuentra jubilado, pero no alejado de la educación en ciencias ya que lleva adelante un taller de tecnologías para niños de 6 a 17 años. También edita una revista “¡Armemos algo!”, es colaborador regular de Wikipedia y escribe artículos de divulgación científica.