En el barrio Las Delicias
Huellas de poderoso
Tala, aun con imperfecciones, fue propietario casi exclusivo de un partido que ratificó su condición de favorito para prevalecer no sólo en el Grupo C, sino también en la zona Ascenso del Interior 2009.
César Miño
cmino@ellitoral.com
Con una producción que no hizo más que reflejar su conocido y admirable potencial, Tala Rugby Club se impuso al Club Universitario de Santa Fe por 47 a 12, con lo cual mantiene su condición de único líder del Grupo C de la zona Ascenso del Torneo del Interior 2009, organizado por la Unión Argentina de Rugby.
Quienes estuvieron presentes en la agradable tarde de la víspera en derredor de la impecable cancha principal del barrio Las Delicias de nuestra capital, fueron testigos privilegiados del juego expuesto por un equipo que hace tiempo aggiornó su tradicional capacidad física a las exigencias del rugby actual, y al que realmente asombra observarlo fuera del sector principal del gran certamen federal.
Dos etapas diferentes
Amén que la característica global más palpable de todo el desarrollo fue el notorio predominio ejercido en la obtención y el control de la pelota por parte de los cordobeses, vale detenerse en precisar algunas cuestiones que resultaron disímiles en cada una de las etapas del encuentro.
Básicamente, porque en los primeros cuarenta minutos, Tala lució demasiado imperfecto en las cuestiones finas que hacen al nexo entre las diferentes faces del juego, lo que sumado a algunas tomas de decisiones inadecuadas, provocaron que ese lapso se haya cerrado en un escueto 15 a 9 a su favor.
Es más, con tanta entereza defensiva y atrevimiento en cada ocasión propicia, Universitario no sólo mantuvo el marcador “a tiro”, sino que hasta logró prevalecer (9 a 5) hasta el segundo ensayo visitante, apoyado a ocho minutos del final.
Rápidamente y con el correr de los minutos, el complemento comenzó a “ajustar” los guarismos hacia una realidad que terminó siendo irrefutable, a punto tal que se transformó en una especie de monólogo cordobés, pese a que los santafesinos nunca bajaron los brazos, ni aún cuando las reservas físicas evidenciaron estar nítidamente erosionadas.
De ese modo, y pese a que los visitantes implementaron todas las variantes reglamentarias, el desarrollo ingresó en una senda sin equivalencias, a la que sólo le faltaba conocer hasta dónde se extendería la diferencia final, que de no mediar las impericias aludidas del primer tiempo, pudo haber sido aún más expresiva.
El párrafo final, vale destinarlo a la irregular actuación del referee del encuentro, que distó de poseer la categoría de alguien que procede de una Unión de enorme arraigo y prestigio como la Tucumana.