ES UNA ESCRITORA RUMANO-ALEMANA
El Nobel de Literatura fue para
una narradora del desamparo
Escribió sobre las minorías desposeídas en Europa Central y del Este a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial. A fines de los setenta tuvo problemas con el gobierno comunista rumano.
“No me lo creo, no me lo puedo creer, no lo merezco. Estoy desbordada”, declaró hoy Herta Müller a la televisión pública sueca SVT, tras conocer que había sido distinguida con el premio.
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EFE/AFP
El Nobel de Literatura 2009 se adjudicó hoy a la escritora rumano-alemana Herta Müller, narradora del desamparo y voz de las minorías alemanas en los países del centro de Europa.
Su obra dibuja los paisajes de los desposeídos “con la concentración de la poesía y la objetividad de la prosa”, según el fallo difundido por la Academia Sueca en Estocolmo.
La elección de Müller, una de las favoritas, aumenta la sospecha sobre la discreción de la Academia Sueca, que había prometido extremar la seguridad para evitar los hechos del año pasado.
En 2008, la casa británica de apuestas Ladbrokes cerró los pronósticos para el Nobel de Literatura horas antes del fallo por un aumento espectacular en las apuestas por el francés Jean-Marie Le Clézio, que acabó ganando.
Lo mismo se ha repetido esta vez con Müller, que escaló posiciones de forma vertiginosa en las apuestas de Ladbrokes en los últimos días hasta situarse segunda tras el israelí Amos Oz.
Y al igual que el año pasado, la jefa de Cultura del diario sueco Dagens Nyheter, Maria Schottenius, acertó en su pronóstico sobre el ganador, lanzado hace días, algo que hoy atribuyó, en broma, a la “brujería”, negando haber recibido una filtración de la Academia.
La designación de Müller supone reconocer a una autora que encarna en buena parte el destino de las minorías alemanas en los países del centro de Europa que, tras el fin de la II Guerra Mundial, en muchas ocasiones tuvieron que pagar por partida doble las culpas del nacionalsocialismo.
La escritora, que vive en Berlín desde 1987, nació en Nytzkydorf (Rumania) en 1953, en una familia de la minoría alemana.
Muchos alemanes en Rumania fueron deportados a la Unión Soviética, como le ocurrió a la madre de Müller, que pasó cinco años en un campo de trabajo en la actual Ucrania.
Esa experiencia ha quedado retratada en “Atemschaukel” (2009), su última novela, un intento por desentrañar lo que se escondía detrás del silencio de su madre y de otros muchos rumanos-alemanes de su generación, que no se atrevían a hablar de su época en la URSS.
Dos culturas
Hertha Müller trató desde muy temprano de tender puentes entre las dos culturas a las que pertenecía, como revela el hecho de que estudiara simultáneamente filología germánica y rumana en la Universidad de Timisoara, donde tuvo su primer contacto con jóvenes escritores de habla alemana opuestos al régimen de Nicolae Ceaucescu.
Su primer encontronazo con la Rumania oficial llegó en 1979, cuando fue despedida de su trabajo como traductora en una fábrica por negarse a colaborar con la “Securitate”, el servicio secreto de la Rumania comunista, que siguió acosándole a partir de entonces.
Su primer libro, “Niederungen” (En tierras bajas) también fue motivo de conflicto: el manuscrito reposó durante cuatro años en la editorial, censurado, antes de poder publicarse en 1982.
Tanto en “Niederungen” como en “Drückender Tango”, Müller retrata la vida en un pequeño pueblo germanoparlante y la corrupción, la intolerancia y la opresión que en él encuentra.
Eso le valió la crítica de la prensa rumana, todo lo contrario de lo que ocurrió en Alemania, en donde “Niederungen” recibió en 1984 el Premio Aspekte, al mejor debut en lengua alemana del año.
Tres años más tarde, Müller emigró a Alemania con su esposo, el escritor Richard Wagner, y allí ha seguido desarrollando su carrera, con novelas como “Der Fuchs war damals schon der Jäger” (La piel del zorro) y “Herztier” (La bestia del corazón), donde relata de forma detallista la vida cotidiana en una dictadura estancada.
Miembro desde 1995 de la Academia Alemana de la Lengua y de la Poesía, ha desarrollado también una carrera docente como profesora invitada en varias universidades como Hamburgo, Swansea y Zúrich. Müller se convierte en la duodécima mujer en recibir el Nobel de Literatura, dos años después de Doris Lessing y cinco más que la anterior premiada en lengua alemana, la austríaca Elfriede Jelinek.
La ronda de ganadores de los Nobel, dotados con 10 millones de coronas suecas (980.000 euros o 1,4 millones de dólares), continuará mañana con el de la Paz y se cerrará el lunes con el de Economía.
La senadora colombiana Piedad Córdoba, una de las candidatas al Nobel de la Paz, es la aspirante con más opciones de conseguir el galardón, según la casa de apuestas británica Ladbrokes.
Córdoba, a quien se le reconoce haber jugado un papel clave en la liberación de varios rehenes secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), lidera la clasificación (5/1), seguida por el médico congoleño Denis Mukwege (7/1) y el activista chino a favor de los derechos humanos Hu Jia (7/1).
Un poco más abajo se sitúan la ex ministra afgana de Asuntos para la Mujer Sima Samar (8/1), el príncipe jordano Ghazi bin Muhammad (10/1) y la organización Cluster Munition Coalition (16/1), dedicada a luchar por la erradicación de las bombas de racimo.
La senadora colombiana, una mujer mulata de 54 años y que forma parte del Partido Liberal, es conocida por su carácter polémico y por las diferencias que ha mantenido en diferentes episodios con el actual presidente de Colombia, Álvaro Uribe.
De confirmarse los pronósticos de la casa de apuestas, Córdoba se convertiría en la trigésimo quinta mujer en conseguir este premio desde su creación en 1901, y tomaría el testigo del ex presidente finlandés y mediador de la paz Martti Ahtisaari, galardonado en 2008. El anuncio del ganador se producirá mañana a las 9.00 (hora GMT).