Menos obras y recursos
Santa Fe vuelve a perder en el proyecto de presupuesto nacional
El diputado nacional Walter Agosto denunció que, de no modificarse el texto original, la provincia caerá del 5,7 % al 4,9 %. Que no hay partidas para el puerto, ni para el puente a Santo Tomé, y menos fondos para la UNL.

Cristina Fernández de Kirchner, Agustín Rossi y Walter Agosto: el presupuesto se trata mañana en Diputados y mantiene las desproporciones.
De la redacción de El Litoral
politica@ellitoral.com
El proyecto de presupuesto que el oficialismo intentará aprobar mañana en la Cámara de Diputados de la Nación se sustenta en cálculos poco confiables, habilita discrecionales y riesgosos manejos financieros y fortalece el esquema de concentración de recursos en manos de la Nación. Y, en ese contexto, la provincia de Santa Fe recibirá un porcentaje menor de recursos y verá reducidas sus partidas para obra pública.
En diálogo con El Litoral, el diputado nacional Walter Agosto (Santa Fe Federal) consignó que, de no mediar modificaciones o inclusión de nuevas partidas en el presupuesto, los recursos para Santa Fe representarán un 4,9 % de los mismos, contra el 5,7 % de este año. También caerá la previsión de fondos para obras públicas y, específicamente, no hay ninguna referida al proyecto de reconversión del puerto de Santa Fe y el puente entre nuestra ciudad y Santo Tomé. Otro proyecto de alto impacto estratégico regional, el puente Reconquista-Goya, sólo cuenta con una partida “simbólica” de 5 millones de pesos, pautados para la provincia de Corrientes, consignó Agosto.
En ese marco, el legislador apuntó que, siempre de acuerdo a la versión del presupuesto conocida hasta el final de la semana pasada, también hay una disminución en la participación que tendrá la Universidad Nacional del Litoral en la masa de recursos para el sector.
Marco endeble
Más allá de esas puntualizaciones, Agosto consideró que el escenario económico establecido por el presupuesto “es absolutamente endeble” y no tiene capacidad de generar certidumbre en un momento de recuperación de la economía internacional, cuando la Argentina debería generar confianza para la inversión.
“El marco está vinculado con tres variables: crecimiento del Producto Bruto Interno, inflación y tipo de cambio. Con respeto al primero, el PBI tiene estimado un crecimiento del 2,5 %. Esto sería razonable si la economía arrancase. El problema es que el gobierno entiende que la caída de este año va a estar en el 0,5 %, cuando los economistas calculan que va a ser mucho mayor. Entonces, no es lo mismo remontar desde un punto que desde otro ubicado más abajo”, explicó el diputado.
En cuanto a la inflación, apuntó que “sigue siendo la oficial: el 6 %. Lo cual nos da la pauta de que no hay ninguna intención de mejorar las mediciones, y eso mientras estimamos que en realidad va a rondar el 15 %”.
Finalmente, en cuanto al dólar, se plantea un promedio de 3,95 pesos para el año que viene. “Pero para que eso se cumpla, tendría que ocurrir que desde hoy hasta fin de año se mantenga en 3,86, cosa que no parece muy probable”, añadió.
Previsiones dudosas
Como consecuencia de estos cálculos, el presupuesto prevé un crecimiento de los ingresos del 17 %. Agosto entiende que esto podría lograrse, pero no la pauta de crecimiento del gasto, estimada en un 12 %. “Eso no resiste ningún análisis, porque en los últimos dos años el promedio fue del 30 %. Es una mera expresión de deseos, para ver si se logra un resultado positivo: el resultado superavitario que se estima no va a existir”.
El ex ministro de Hacienda de la provincia expresó su preocupación por la falta de previsiones específicas en materia de financiamiento, para un año en que el sector público deberá afrontar amortizaciones por 130 mil millones de pesos; lo cual representa 10 puntos del PBI y supera en un 33 % a las exigencias que tuvo en 2009”.
Fragilidad
Por otra parte, apuntó a la “fragilidad institucional” que se mantiene en lo presupuestario, con la subsistencia de los superpoderes, vulneraciones a la Ley de Responsabilidad Fiscal (ver aparte) y una agudizada concentración de recursos.
“No hay ninguna modificación del régimen de coparticipación. Aun incluyendo el fondo de la soja, las provincias van a terminar recibiendo menos del 34 %. El impuesto al cheque continúa con su distribución discriminatoria (sólo el 30%). Y aún planteándose un resultado con un significativo superávit para la Anses, se continúa detrayendo el 15 % de la masa coparticipable, como cuando el sistema previsional no se podía sostener”, enumeró.
Agosto recordó que su bancada presentó proyectos referidos a estos tres temas -cosa que también se hizo desde la oposición-, pero que no existe voluntad en el oficialismo de avanzar al respecto.