Alto acatamiento y manifestación en el Centro Cívico

El paro docente se sintió fuerte

En la ciudad, hubo una manifestación contra el gobierno. Los maestros piden aumento salarial y dicen que la lucha no va a cesar. Defienden la paritaria pero no aceptan que el gobierno no quiera discutir sobre salarios.

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Sonia Alesso: “Se equivocan si alguien cree que el conflicto va a desaparecer”.

Foto: Néstor Gallegos

 

 

De la redacción de El Litoral

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El primer paro docente del año tuvo una alta adhesión en la provincia, que los gremialistas estimaron del 99 % en el sector público y de un “muy buen acatamiento” en el ámbito de la educación privada. La medida de fuerza realizada en reclamo de aumento salarial, se reforzó con una manifestación de más de 2 mil maestros, que se concentraron este mediodía frente al Ministerio de Educación, en el Centro Cívico.

No sólo la alta temperatura ponía calor a la protesta. Con música, bombos y trompetas, los docentes desempolvaron viejos cánticos de gestiones anteriores para ponerle letra a la huelga contra el gobierno socialista. “Llegan los maestros de Amsafe, para que vean... que este gremio no cambia de idea, pelea, pelea por la educación”, decía una de las canciones.

Hubo movilizaciones, radios abiertas y actos organizados por Amsafe en casi todos los departamentos de la provincia. En nuestra ciudad, los discursos de los gremialistas fueron duros contra la negativa del gobierno a discutir una mejora del salario. “Decirle que no a los maestros es un acto político”, expresó en el micrófono Oscar Lozeco, secretario general de Amsafe La Capital.

En tono enardecido, el sindicalista cargó contra los funcionarios “que antes estaban en la calle reclamando y ahora están sentados con aire acondicionado”, al advertirles que “desde Rébola, Bondesío o Cantero, cada vez que un maestro reclama, se le dice que no hay plata”. Y amenazó a los funcionarios del área educativa: “Si hacen lo mismo que otros hicieron van a tener la misma respuesta”.

Desde el primer piso del Centro Cívico, los empleados de API -que también están con protestas- apoyaban a los docentes arrojando papelitos picados desde las ventanas. A la medida de fuerza de hoy adhirieron los gremios docentes en su totalidad. La Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafe), el Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop), la Unión de Docentes Argentinos (UDA) y la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (Amet).

La lucha sigue

“Esta lucha no termina acá”, fue la frase más escuchada desde el palco montado en la explanada del Centro Cívico. “Algunos charlatanes hablan de paros de 48 y 72 horas, pero son los docentes los que van a decidir; y vamos a tomar las calles las veces que sea necesario”, remarcó Lozeco, dando una pista de cuál será -al menos- la postura de la delegación La Capital.

Pedro Bayúgar, del Sadop Santa Fe, convocó “a no aflojar y seguir la lucha en unidad”. Sugestivamente, apenas inició la alocución, se quedó sin micrófono por un par de minutos. Un dirigente gremial lo atribuyó a un corte de luz “de algunos amigos que no quieren que estemos acá”. Cuando volvió el sonido, el dirigente de los docentes privados reclamó que “el gobierno puede echar mano al fondo anticíclico para dar un aumento, pero no quiere hacerlo porque no tiene voluntad política de jerarquizar a los docentes”.

Antes, en declaraciones a los medios, denunció que hubo “aprietes” por parte de la patronal de algunos colegios a los docentes reemplazantes para que no adhieran al paro. En general, se mostró conforme con el grado de acatamiento de la docencia privada en el interior y en nuestra ciudad.

Injusticias y paritaria

Sonia Alesso, de Amsafe Provincial, fue la última en hablar. “Si alguién cree que el conflicto va a desaparecer, está equivocado; mientras haya injusticias vamos a seguir”, señaló, al tiempo que manifestó su defensa de la paritaria. “Creemos que es un instrumento y vamos a sostenerla aportando propuestas, pero no se puede decir que algún tema no se va a discutir. Eso no es un diálogo”, aclaró.

En otro tramo, la titular del gremio docente preguntó: “¿Qué funcionario puede decir que un maestro puede vivir con 1.800 pesos?”, frase que concitó el enérgico aplauso de los cientos de educadores presentes.

Los maestros santafesinos llegaron al paro de 24 horas al no recibir respuestas por el salario. Esa decisión se adoptó el 1º de octubre, aunque dejó la fecha de la huelga en suspenso, a la espera de que el gobierno reaccione a la amenaza.

El paro se definió dos semanas después, en pleno cuarto intermedio de la paritaria, donde el gobierno expuso los números de la situación financiera de la provincia y dijo que “no hay dinero” para afrontar una nueva mejora salarial este año. Sí se comprometió a seguir trabajando en los otros dos planteos docentes: jubilación y vivienda.

Sin descuento

Hermes Binner afirmó en declaraciones a una emisora rosarina que “no se puede endeudar la provincia para sueldos. No hay plata para aumentar salarios”, reiteró, al tiempo que pidió la comprensión de los docentes, a los que “no se les descontará” el día de paro, según las declaraciones del gobernador publicadas en el portal Rosario3.com.

“No podemos endeudar a la provincia para pagar más sueldos”, remarcó el gobernador, poniendo así límites a las pretensiones salariales de docentes y empleados de la administración pública que hoy se movilizaban en la provincia. No obstante, el primer mandatario provincial trató de calmar los ánimos de los gremios, anunciando que no se descontará el día, e invitando a “retomar el diálogo”.

“El miércoles los esperamos (por la convocatoria a la negociación paritaria). Podemos demostrar que en diciembre de 2008 (los docentes) ganaron más que en diciembre de 2007, y que lo mismo va a pasar en diciembre de 2009”, afirmó Binner. Sostuvo que el salario “se va a seguir recomponiendo”, y que esta recomposición no será “al paso gigantesco que se merecen, pero sí al paso de la realidad. ¿Cuál es la realidad?: que la plata no alcanza”, sentenció.

El paro docente se sintió fuerte

Aulas vacías en las escuelas públicas de la ciudad, donde hubo una adhesión casi total, según Amsafe.

Foto: Néstor Gallegos

Ni maestros ni alumnos

Aulas desiertas en escuelas públicas de la ciudad. Fue el panorama que comprobó El Litoral en una recorrida por distintas establecimientos, donde la adhesión al paro fue total en las estatales. En las privadas, en cambio, el escenario resultó disímil, con algunos colegios vacíos y otros con actividad plena.

En su recorrida, El Litoral sólo encontró a los porteros en la secundaria Domingo Silva que aprovechaban el vacío para baldear el patio escolar. En la primaria Beleno directamente no salió nadie a atender. Por las ventanas, se podían ver escobillones y trapos de pisos, pero ni un rastro de actividad de niños o docentes.

En la Moreno, de barrio Candioti, llegaba una mamá a traer a sus hijos al Club de Niños Pintores, porque clases no tenían. “A lo mejor cobran poco los maestros, pero me pregunto ¿por qué siempre los paros para solucionar conflictos?”, se quejó.

Entre los privados, El Litoral encontró al La Salle e Inmaculada en plena jornada escolar. En el primero de los mencionados sólo faltaron “2 ó 3 maestros en el nivel primario y la misma cantidad de ausentes en el secundario”, dijo el rector Pascual Alarcón. Sobre el paro opinó que “los docentes tienen derecho a reclamar aunque también es comprensible la postura del gobierno ante la falta de dinero. Es una puja y hay que ver si aquí se prioriza la educación”.

En el Inmaculada, el nivel inicial estuvo completo, y sólo faltaron 5 docentes de un total de 60 en el primario, y apenas 2 profesores del secundario adhirieron al paro.

La postal era totalmente diferente en el colegio Calvario donde, democráticamente, los docentes votaron si se sumaban o no a la huelga. Hubo 57 votos a favor contra 14 que querían dar clases. Como consecuencia, el histórico colegio estaba completamente vacío.