Ambiente y sociedad
Ambiente y sociedad
La ignorancia, la mayor amenaza
Con la apelación a una forma de vida más responsable para proteger el medio ambiente y a la inclusión de las mujeres y los jóvenes en la investigación, acabó el IV Foro Mundial de la Ciencia que se celebró en el Parlamento húngaro de Budapest.
Más conciencia y responsabilidad, reclaman los especialistas, para modificar las prácticas que dañan el ambiente. Foto: Archivo El Litoral
EFE
“Es muy importante que consideremos cambiar nuestro estilo de vida” para aliviar la presión que ejerce la humanidad sobre los recursos naturales del planeta, resaltó ante el pleno del foro Julia Marton-Lefevre, Directora General de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
De esta manera, consideró de suma importancia que toda la información sobre la biodiversidad y los ecosistemas formen parte del bagaje educativo, para que sensibilice a todos los grupos sociales.
El premio Nobel de química Ahmed Zewail abundó en las mismas ideas al asegurar que hay que “terminar con la ignorancia” y “mejorar la enseñanza”, pero también se debe hacer más efectiva la cooperación entre la ciencia y el resto de la sociedad.
Otros, como Diana Malpede, en representación de la Unesco, llamó la atención de que “a veces, la ciencia no se comunica como debería” con la política y la sociedad, lo que dificulta la cooperación.
“Los científicos deben comunicarse con el público”, indicaron en este sentido los participantes en la declaración final del Foro.
La responsabilidad en las cuestiones relacionadas con el medio ambiente global, la salud humana, el crecimiento sostenible y el problema de la energía, es algo que los científicos tiene que asumir, ya que estos asuntos no pueden abordarse sin la ciencia, subrayaron.
El documento llama la atención de que uno de los peligros lo representan “las formas modernas de la irracionalidad” -la superstición y lo esotérico- que se están generalizando en abierta oposición al conocimiento científico.
Por esas mismas razones reafirmaron la importancia de la educación y la información para integrar de la forma más efectiva la ciencia y el conocimiento en el espacio público.
De esta manera proponen que “el 1 por ciento de los fondos gastados en la investigación se empleen en la sensibilización pública” sobre la importancia del conocimiento científico.
Mayor cooperación
Asimismo, como lo aseguró Alan I. Leshner, director de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS) para lograr resultados en estos temas “debemos trabajar juntos, como una verdadera comunidad”. La colaboración entre países desarrollados y aquellos que están en desarrollo “tiene que ser una verdadera cooperación”, resaltó Leshner.
En lo que se refiere a la inclusión de las mujeres en la ciencia, Sudha Nair, de la India, directora de la Fundación de Investigaciones M.S. Swaminathan, llamó a los políticos a que “consideren el talento de las mujeres” y que hagan posible su integración en el mundo científico.
Las diferencias entre hombres y mujeres aún persisten, hasta en los países más desarrollados, y las instituciones científicas son “dominadas por los varones”, se indicó en la mesa redonda sobre ese asunto.
En relación con la enseñanza de la ciencia, los participantes subrayaron que ésta afronta problemas en todo el mundo, ya que en numerosos países hay “falta de profesores competentes y entusiastas”.
“Muchos programas escolares científicos son relativamente estáticos y no están relacionados con importantes temas de la actualidad, como la medicina, la energía y el medio ambiente”, sostiene el documento final del foro.
Los planes y métodos de estudio deben adaptarse a los entornos sociales y científicos de cada país, asegurando a los profesores una formación continua y el desarrollo personal.
Finalmente, los ponentes opinaron que la ciencia debe dar más oportunidades a los jóvenes investigadores, que en muchos casos tienen “una visión diferente” y enriquecedora sobre el futuro.
El Foro Mundial de la Ciencia, también conocido como el “Davos de la Ciencia” se celebra cada dos años en la capital magiar organizado por la Academia de Ciencias Húngara y la Unesco, reuniendo esta semana a más de 500 científicos de 70 países del mundo.