para cambiar las retenciones

Proponen un impuesto a la tierra

La idea se expuso en la 6º Jornada de la Cadena Agroindustrial y generó algunos roces con los integrantes de la Mesa de Enlace. Es para compensar la brecha fiscal que produciría la eliminación de los derechos de exportación.

Germán de los Santos

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Los representantes de la Cadena Agroindustrial Argentina dieron a conocer el martes pasado en Rosario una propuesta para eliminar las retenciones a las exportaciones de granos, el núcleo del problema que generó —a partir de marzo de 2008— el extenso conflicto entre las entidades agropecuarias y el gobierno nacional. En un documento elaborado por un grupo de especialistas se lanzó la idea de sustituir este tributo por un impuesto a la tierra.

La idea generó algunos roces con los integrantes de la Mesa de Enlace que aprovecharon el evento, que se realizó en la Bolsa de Comercio de Rosario, para reunirse y pulir la organización de un acto conjunto el próximo 10 de diciembre, cuando se renueven las autoridades del Congreso Nacional.

El documento final quedó rotulado como “Política Agroindustrial. Fundamentos para el desarrollo sostenido y sustentable de la agroindustria”, y fue elaborado por un grupo de técnicos, como Alberto Porto, de la Universidad Nacional de la Plata; Julio Nogués, de la Universidad Torcuato Di Tella; Ernesto Liboreiro, director del Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales (INAI), y Delia Ferreira Rubio, de Poder Ciudadano.

El capítulo que más atención atrajo en la cumbre de la agroindustria fue el que propone la eliminación de las retenciones a las exportaciones de granos. Porto fue quien desgranó las alternativas que se evaluaron para reemplazar la brecha fiscal que provocaría la eliminación de los derechos de exportación.

Según este economista, esta decisión podría “no tener ningún impacto fiscal ni producir un déficit en la recaudación del Estado, si la medida se complementa con iniciativas realistas y modestas que, al mismo tiempo, no provocarían un aumento de la pobreza”.

Los derechos a las exportaciones de la cadena agroindustrial son la cuarta fuente de ingresos del Estado, después de IVA, Ganancias y Seguridad Social. Representan casi el 50 por ciento de los 36 mil millones que el Gobierno recaudó por retenciones en 2008 (cifra que también incluye los derechos de exportación del petróleo y la minería). Y equivalen al 6,6 por ciento de la recaudación tributaria nacional y al 1,7 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI).

La fórmula que expuso el economista para compensar los 17.700 millones que generan las retenciones fue un plan que apunta a disminuir la evasión, aceitar la eficiencia del gasto e implementar un impuesto a la renta potencial de la tierra o a la primera venta de productos agropecuarios.

“La Nación perdería unos 17.700 millones con la eliminación de las retenciones, pero recuperaría 7.900 mejorando la recaudación un 1,5 por ciento. Las provincias percibirían 3.900 con el impuesto a la renta potencial de la tierra, y 5.300 por recaudación impositiva”, puntualizó Porto, y agregó que con ese flujo a las arcas provinciales, la Nación evita entregarles 9.000 millones: cubre la pérdida originada por la eliminación de las retenciones y, como no precisa enviarle recursos que distribuye discrecionalmente a los distritos del interior, goza de un remanente de 6.000 millones para compensar con bonos alimentarios el aumento del precio de los alimentos.

El especialista de la Universidad Nacional de La Plata advirtió que para sustituir las retenciones “tendría que implementarse algún impuesto alternativo. Los candidatos que han aparecido con más firmeza en los últimos tiempos son un impuesto a la renta potencial de la tierra, o bien una combinación de un impuesto a la tierra con algún impuesto a la primera venta que realice el sector”, indicó.

Esta propuesta no pasó desapercibida en las jornadas. En el cierre de la cumbre, los integrantes de la Mesa de Enlace, como Hugo Biolcati, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y el titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, se desmarcaron de la idea.

Tras reclamar a la oposición que no se profundice la atomización de las fuerzas que se enfrentan al gobierno nacional, Llambías lanzó algunas señales hacia el interior del sector al afirmar: “Nos falta seguir avanzando y trabajar más a mucho más a fondo en algunos temas de la cadena agroindustrial. Me preocupa cuando las cadenas no funcionan y algunos sectores se cortan solos, y aun perjudicando a sus pares, sacan beneficios”.

Los derechos a las exportaciones de la cadena agroindustrial son la cuarta fuente de ingresos del Estado, después de IVA, Ganancias y Seguridad Social.

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La apertura. Jorge Weskamp (atril), presidente de la BCR, inauguró la jornada, junto a los panelistas que analizaron las perspectivas económicas para el sector.

Foto: Prensa Jornada de la Cadena Agroindustrial