Interacción entre la FIQ y el Jardín la Ronda
Una ciencia pensada para los más “bajitos”
Redacción de El Litoral - Prensa FIQ
Con el objetivo de estimular la curiosidad infantil, la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) y el Jardín La Ronda de la Universidad Nacional del Litoral llevaron a cabo días atrás un taller de ciencias para los niños de las salas de 4 y 5 años, en una experiencia pensada para que los más pequeños puedan vivenciar el conocimiento científico de forma sistemática y entretenida.
La actividad fue organizada y coordinada por docentes de La Ronda y de la FIQ. Los temas a abordar surgieron entre aquellos que ya venían desarrollando en sus clases. Así, por ejemplo, para los más pequeños se trabajaron temáticas vinculadas a los alimentos y al cuidado del cuerpo, mientras que para chicos más grandes se trataron contenidos relacionados con el medio ambiente.
“Estamos inmersos en una sociedad en la que la ciencia y la tecnología ocupan un lugar preponderante. Descubrir que ellas están en todas partes y la forma en que intervienen en las actividades de nuestra vida cotidiana se convierte en una aventura fascinante para comprender el mundo que nos rodea y la interdependencia de los seres vivos y el entorno”, afirmaron las responsables del Taller por parte de la Facultad de Ingeniería Química, Dras. María Luján Capra y Carina Bergamini.
Taller y aprendizaje
Para optimizar el aprendizaje de los niños se planificaron actividades desarrolladas en forma de taller, con encuentros semanales de una hora. “Ello facilitó la interacción en lapsos de corta duración y de trabajo intenso y se combinan técnicas didácticas que propician el conocimiento a través de la acción -comentó Capra-. Para las salas de 4 años, se abordaron como temáticas los distintos tipos de alimentos y su importancia, la conservación y las transformaciones por calor, microorganismos perjudiciales y beneficiosos y el cuidado de los dientes”, agregó la especialista.
Los niños de cinco emprendieron el camino del conocimiento científico “a partir de la germinación de semillas y los factores que influyen en ella, el ciclo del agua y la purificación de la misma, propiciando la valoración del recurso y la concientización respecto de su cuidado”, completó Bergamini. Y agregó que “las actividades se basan fundamentalmente en la experimentación y la observación, con el fin de despertar y/o acompañar el interés de los chicos por fenómenos biológicos, químicos y físicos que les resultan cotidianos”.
