Durante el XXI Congreso Mundial de Alergia, en Argentina

El cambio climático aumenta los casos de alergia y asma

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La contaminación ambiental aumenta la prevalencia de estas afecciones y empeora los síntomas en los pacientes alérgicos.

Foto: Archivo El Litoral.

Se extendió la época de floración de ciertas especies y la contaminación ambiental predispone a una inflamación de las vías aéreas. Los alérgicos deberían evitar actividades al aire libre, los días de mayor polución.

 

De la redacción de El Litoral

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Prensa Congreso de Alergia

El cambio climático está produciendo un fuerte aumento de enfermedades alérgicas y asma, según afirmaron expertos durante el XXI Congreso Mundial de Alergia (WAC, por sus siglas en inglés), que se está realizando en Buenos Aires del 6 al 10 de diciembre.

Los cambios en la distribución, cantidad y calidad de pólenes (desencadenante común de alergias), así como la contaminación ambiental, estarían relacionados con un aumento de la prevalencia de estas afecciones y un empeoramiento de los síntomas en los pacientes.

En los últimos años se ha sumado evidencia significativa acerca de cómo la polución ambiental empeoró los casos de alergia y asma, en particular en las ciudades, donde el aire está más contaminado.

Uno de los contaminantes ambientales más relevantes es el tabaco y se ha demostrado recientemente que la exposición, tanto activa como pasiva, al humo de tabaco se asocia con mayor riesgo de sensibilización alérgica, asma y otras enfermedades respiratorias crónicas. Además, muchas plantas alergénicas modificaron y extendieron su época de floración, aumentando la carga de polen en el aire. Es por ello que en la actualidad se recomienda “prestar atención no sólo a los conteos de polen en la atmósfera, sino también a los índices de polución, y en los días en que los valores están muy elevados, suspender o modificar las rutinas de ejercicio al aire libre”, señaló el Dr. Carlos E. Baena-Cagnani (Córdoba, Argentina), presidente del Comité Organizador de WAC 2009, encuentro organizado por la Organización Mundial de Alergia (WAO). En Argentina, 1 de cada 5 niños padece alguna enfermedad alérgica.

Por su parte, el Dr. Ignacio Ansotegui, de la Universidad de Belfast, Reino Unido, miembro del Comité Ejecutivo de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (Eaaci) y secretario general de la Asociación de Sociedades de Alergología del Sur de Europa (Seas), destacó que los factores condicionantes para sufrir alergias son dos: el componente genético y la exposición al medioambiente.

“En las últimas décadas hemos sido testigos de un claro incremento de la patología alérgica a nivel mundial. La Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (Eaaci) estimó que uno de cada cuatro niños europeos es alérgico. Si tenemos en cuenta que el componente genético cambia lentamente a través de los cambios evolutivos, el marcado incremento de la patología alérgica sólo puede explicarse con los profundos cambios ocurridos a nivel de medio ambiente”.

Epidemia no infecciosa

El especialista comentó que “el cambio climático, juntamente con el tipo de vida industrializado, la contaminación, la menor exposición a agentes infecciosos y el estrés, hacen que las enfermedades alérgicas sean la epidemia no infecciosa del siglo XXI”.

El cambio climático, el incremento de los niveles de dióxido de carbono (CO2) y de temperatura, junto con la polución atmosférica, han convertido a la tierra en un gran invernadero, donde las plantas polinizan antes, con mayor cantidad de polen, y terminan más tarde este ciclo. El polen, unido a los contaminantes, hace que éstos sean más agresivos y patógenos.

Se ha visto que las personas expuestas a contaminantes diesel manifiestan 20 veces más síntomas alérgicos, que quienes no están expuestos a dichas partículas. El cambio climático también ha modificado la distribución geográfica de muchas especies de plantas, contribuyendo en muchos casos a una mayor superficie de plantas alergénicas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló entre los Diez Datos acerca del Cambio Climático y la Salud que “el aumento de la temperatura global afecta los niveles y los patrones estacionales de las partículas en suspensión, tales como el polen, un desencadenante de asma. Aproximadamente 300 millones de personas sufren de esta enfermedad y 255.000 murieron por esta causa en 2005”. De no tomar medidas urgentes para detener el cambio climático, las muertes por asma aumentarán cerca del 20% en los próximos 10 años.

los factores condicionantes para sufrir alergias son dos: el componente genético y la exposición al medioambiente.

Guías prácticas

La Organización Mundial de Alergia (WAO, por sus siglas en inglés), está trabajando activamente produciendo documentos que pueden ser utilizados como verdaderas guías para pediatras, especialistas en alergia y otras enfermedades relacionadas, entre otras especialidades.

Un ejemplo de esto es Dracma (Diagnosis and Rationale for Action against Cow’s Milk Allergy), la Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de pacientes con Alergia a la Leche de Vaca, presentada oficialmente en Buenos Aires por el Dr. Alessandro Fiocchi, en el XXI Congreso Mundial de Alergia (WAC 2009).

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Muchas plantas alergénicas modificaron y extendieron su época de floración, aumentando la carga de polen en el aire.

Foto: Archivo El Litoral.

+ información

Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica: www.alergia.org.ar.

 
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Uno de los contaminantes ambientales más relevantes es el tabaco.

Foto: Archivo El Litoral.

Cómo protegerse

Las recomendaciones para las personas alérgicas son:

- Monitorear el conteo de pólenes y de polución: chequear los contadores (el sistema puede ser consultado en la página web de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica de nuestro país) y los medidores ambientales (la Ciudad de Buenos Aires planeaba tener listas más de 40 estaciones para este año).

- Reducir la exposición al ozono: los niveles de ozono son más bajos por la mañana y aumentan entre las 16 y 17 horas; por lo tanto, sería mejor ejercitarse durante la mañana en lugar de la tarde. Si el paciente fuera alérgico al polen, que es más elevado a la mañana, lo mejor será realizar actividad física en lugares cerrados.

- Caminar, antes que correr: los efectos del ozono son más graves cuando se respira a un ritmo acelerado, por lo que si se desea realizar ejercicios al aire libre, debería evitarse correr y preferir la caminata.

- Cerrar las aberturas de la vivienda: evitar el ingreso de polen al hogar, cerrando puertas y ventanas durante los días soleados y ventosos.

- Bañarse antes de ir a dormir: retirar los restos de polen que hayan quedado en la piel y evitar dejarlos en las sábanas, con una ducha por la noche.