Ley Sarmiento
Caso extremo de maltrato animal motivó una intervención policial
Los propios vecinos se ofrecieron como testigos del caso y colaboraron con el procedimiento policial y de Brigada Equina.
Foto: Pablo Aguirre
Ocurrió en barrio Santa Rosa de Lima. Una yegua fue encontrada desnutrida, deshidratada y al borde de la muerte. La policía detuvo a dos personas.
Danilo Chiapello
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Desnutrida, deshidratada y borde de la muerte. Así fue encontrada una yegua en barrio Santa Rosa de Lima.
El hecho motivó un procedimiento policial, con su derivación judicial que inició actuaciones por la Ley Sarmiento (de maltrato animal), y en el que dos sujetos se hallan seriamente comprometidos.
* Todo comenzó la mañana del 1º día del año cuando en pasaje Mitre al 2800 -barrio Santa Rosa de Lima- apareció una yegua que apenas se sostenía sobre sus patas. Dio unos pasos vacilantes, tambaleó unos metros hasta que cayó sin fuerzas.
Su aspecto era de terror. Los huesos salientes por el hambre, casi perforando el cuerpo. Su piel dañada y con quemaduras. No vamos a reparar en su mirada. Esos ojos pedían más que ayuda... Quizás que alguien termine con tanto sufrimiento.
Policías y vecinos
Tamaño cuadro movilizó a los vecinos que de inmediato se contactaron con la gente de Brigada Equina, una entidad proteccionista sin fines de lucro.
Lo que siguió fue una comunicación al 911. Luego llegó al lugar una patrulla del Comando Radioeléctrico, cuyo personal convocó a sus pares de la subcomisaría 2da., que intervinieron por jurisdicción.
Quien tomó las riendas del asunto fue el oficial Cupccio el que, tras evaluar la situación, comenzó con la toma de declaraciones a los testigos, para después dar inicio a las actuaciones por la ley Nº 14.346, más conocida como Ley Sarmiento (la que refiere a casos de maltrato animal).
Los imputados
A partir de entonces todas las acciones apuntaron a dar con el o los tenedores del animal. Una rápida pesquisa puso en el centro de la escena a una tal Eva. Esta mujer fue señalada -junto a otro sujeto identificado como un tal Juan Carlos- como lo poseedores del animal.
Al ver el procedimiento policial la mujer se encerró en su domicilio -ubicado a escasa distancia de donde cayó el equino- y permaneció hasta la noche. Ya en horario nocturno se logró que comparezca en la seccional.
Más de medio centenar de testigos aseguran que esta yegua tiraba de un carrito pintado de amarillo. Es de hacer notar que dicho color distingue a los carritos contratados por la Municipalidad para recolectar basura, aunque en realidad no se sabe si éste es uno de ellos.
De averiguaciones practicadas se supo que este carro era conducido por un tal Juan Carlos. Días atrás iba repleto de vidrios y basura pesada subiendo el terraplén. La yegua estaba preñada y tal esfuerzo le provocó un aborto espontáneo.
Pese a todo el animal fue obligado a seguir trabajando hasta el hecho ocurrido la mañana del 1º.
Parte médico
El estado del animal es grave. No se puede parar por sus propios medios. Debe ser ayudada con varios brazos humanos para ello. Se la tiene que alimentar y medicar todos los días para intentar su recuperación. Además padece un cuadro infeccioso agudo, como consecuencia del aborto.
Los cuidados veterinarios están a cargo de la doctora Cristina Pagani.
Poco antes de finalizar la tarde de ayer, el animal pudo ser trasladado. El trámite estuvo a cargo del personal policial de la sección Caballería, que intervino en la ocasión.
Tan grave suceso quedó judicializado en el despacho del Juzgado Correccional, de 3ra. Nominación, con conocimiento del doctor Morales.
Amenazas y algo más
Corina Giordanino es la titular de Brigada Equina. Consultada al respecto dijo que “es una vergüenza que el veterinario policial que actuó aconsejó que se devuelva el equino a sus poseedores, ignorando la gravedad de la situación. Esto supone una irregularidad mayúscula. Es obvio que si los tenedores no le daban al equino lo más elemental, como es agua y comida, menos le van a dar medicamentos”.
Giordanino precisó que “el animal debió ser trasladado puesto que la poseedora comenzó a proferir amenazas para los denunciantes y para los integrantes de la brigada, lo que cual dio inicio a una actuación por coacción”.
Agregó que esta modalidad es ya una peligrosa costumbre entre los tenedores de algunos carritos, los que al ver un operativo de estas características, se comunican vía teléfono celular y llegan juntos para amedrentar a las personas.
Por último Giordanino agradeció al doctor Morales, “quien actuó rápidamente con el personal de la subcomisaría, llamando para que el animal sea protegido, reciba.