Vidas sobre ruedas

Los skaters santafesinos van en busca de escaleras, bancos, barandas, por las plazas de Casa de Gobierno, el centro y la Costanera. Las rampas del Parque del Sur no están en condiciones y sólo cuentan con un skatepark en López y Planes y Luciano Torrent. Son chicos y jóvenes que viven con pasión este deporte aún no reconocido en la ciudad.

TEXTOS. ANA LAURA FERTONANI. FOTOS. PABLO AGUIRRE Y AMANCIO ALEM.

Tienen su propia estética: pantalones anchos y caídos, zapatillas y remeras largas, preferentemente de marcas. Y también tienen sus marcas las tablas, los tracks, las ruedas. Tienen sus lugares, sus amigos, su saludo, sus códigos.

Nicolás Miract (21) es el profe de la escuela de skate de Santa Fe, Santa Fly, el espacio de los skaters locales. Los días de encuentro y práctica son los martes y miércoles por la tarde -de 15 a 21-, los sábados por la mañana -de 10 a 12-, y los domingos por la tarde. Chicos, adolescentes, jóvenes se desplazan por las rampas que hay dentro del galpón de López y Planes y Luciano Torrent y también en las que están al aire libre.

PATEO, LUEGO EXISTO

Para Nico su vida marcha sobre ruedas. “Vivo sobre mi skate, nunca salgo de casa sin mi tabla, no tengo bicicleta, mi skate es mi transporte, lo llevo a la facultad, aprovecho los ratos libres para practicar en los patios, y de ahí voy a la plaza (la de Mayo), o con mis amigos, o mi novia y siempre termino volviendo a casa pateando, es más rápido que caminar y mas cómodo que una bici”, dice.

No se acuerda muy bien cuándo comenzó a vivir sobre la tabla, pero tenía 10 u 11 años: “Fui al hipermercado el día anterior al Día del Niño, vi los skates, agarré uno y patié por todo el súper mientras mis padres hacían las compras, y para cuando llegamos a la caja ya lo había usado tanto que no les quedó otra que comprármelo. Salía 30 pesos”, hace memoria.

- ¿Para vos qué es el skate?

- Es jugar y jugar, es la mayor expresión de libertad. Sólo la creatividad propia es el límite, todo lo demás se consigue con práctica y dedicación, y no hay nada como la satisfacción que se siente al concretar esa prueba que antes creías imposible. Provoca mucha alegría, muchos amigos, me permitió viajar y conocer distintas culturas, influyó mucho en mi forma de pensar y de ver las cosas, porque andando en skate uno está rodeado de otros, pero el esfuerzo es tuyo y los logros son tuyos, y creo que la vida es un poco así: está bien contar con los demás, pero uno tiene que valerse por uno mismo.

- Ya debés tener varios premios en exhibición...

- Mi participación en eventos recién comenzó este año. Años atrás éramos sólo tres los que andábamos en skate, no había un skater más experimentado que nos llevara de viaje, y nosotros, además de que no nos animábamos, tampoco teníamos mucha plata en nuestras manos para ir a andar un finde a Córdoba. A nuestros padres les parecía una estupidez gastar 100 pesos en “un pedazo de madera”; entonces, toda la plata se destinaba a mantener el skate de cada uno.

Pero desde que estoy encargado del park y enseñando skate fui ganando unos pesos y ahorrando para poder viajar. A mitad del año pasado fui a Córdoba, después a Mar del Plata, luego a Catamarca y al último torneo en Córdoba de nuevo, en este tuve mejor suerte y salí 6to. (entre 44) en categoría Amateur. Gané el Skate Game que se organizó en la despedida de año en Santa Fly. Hace unos días viajamos a Rosario unos cuantos para un Skate Game y Best Trick (mejor prueba). Sin duda, el nivel de los rosarinos está por sobre el de nuestra ciudad, pero aunque sea me traje una remerita de premio (risas).

- ¿Y cómo te llevás con la docencia?

- En la época en que yo empecé a andar en Santa Fe había muchísimos skaters, después se pasó el furor y me fui quedando solo. A partir de ahí el número de skaters en la plaza era de 3 a 5, nunca eran los mismos. Cuando se enganchaba uno, dejaba otro; el grupo siempre se fue renovando, razón por la cual nuestro nivel se estancó bastante. Entonces al ser siempre el constante del grupo, al nuevo le íbamos enseñando entre todos lo que cada uno sabía.

Hace un par de años empezaron a aparecer chicos en la plaza, y yo hacía lo que fuera por hacer crecer el grupo de skaters con los que andaba, trataba de enseñarles y entusiasmar a cualquiera que mostrara una pizca de interés. Andar en skate solo es horrible y yo quería hacer crecer el deporte. Entonces me di cuenta de que teniendo una escuela, podía enganchar a todos esos chicos que se compraban un skate y después no se animaban a ir a la plaza o no sabían de nuestra existencia; sólo necesitaba un lugar.

SANTA FE FLY

- ¿Y nace Santa Fly?

- Le comenté el tema a mi amigo Juanjo, que se arriesgó y se hizo cargo de Santa Fly. Apostó al deporte poniendo tres días para skate -antes andábamos todos juntos skaters y bikers- y pensó en mí como encargado, dándome la oportunidad de abrir la primera y única escuela de skate en Santa Fe.

Hoy en día no podría estar más conforme. Me encanta enseñar skate, es genial ver la evolución de los chicos, las ganas que le ponen y la cantidad creciente de skaters que van al park y la plaza y, la verdad, sentirme partícipe del crecimiento me llena de satisfacción.

- ¿Quiénes van a Santa Fly?

- A Fly va todo el que lo desee. Tenemos chicos y chicas de todas las edades, inclusive percibí demasiado interés en algunos padres y no tardé en incitarlos a probar las rampas. Como ya dije, andar en skate es jugar y todos podemos jugar.

- ¿Sos un referente local?

- Debo ser, por algo respondo esta nota (risas)... Hablando en serio, supongo que sí porque soy uno de los skaters más constantes. Hace 10 años que estoy andando y por ende si alguna vez anduviste en skate en Santa Fe, seguro nos conocemos, y si empezaste a andar ahora también.

Santa Fly queda en el norte de la ciudad, López y Planes y Luciano Torrent; allí cuentan con rampas en el galpón y afuera para practicar el deporte que los desafía.

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LA PLAZA DE MAYO, CUNA DEL SKATE

- ¿Dónde practican skate en la ciudad?

- Nosotros llamamos “salir a hacer street” cuando salimos por la calle en busca de escaleras o bancos, planos inclinados, barandas, etc. Las zonas más frecuentadas son las plazas alrededor de Casa de Gobierno, el centro, un poco de Boulevard y la Costanera.

- Están siempre en la plaza de Mayo...

- La Plaza 25 de Mayo, sin lugar a dudas, es la cuna del skate santafesino. En esta plaza nació el skate y todavía hoy no pierde su esplendor. Es una tradición para nosotros patinar en esta plaza; yo le tengo muchísimo afecto y me llena de impotencia cuando vecinos/as se acercan a nosotros a decirnos que rompemos la plaza que ellos pagan con sus impuestos, nos tratan como si fuéramos delincuentes.

Reconozco que la plaza sufre de un deterioro por nuestra parte, pero 20 años de skate no rompen tanto como las manifestaciones que esos mismos vecinos realizan allí. Entonces me parece inapropiado, porque en las manifestaciones no hay necesidad de romper mármoles y tirarlos a Casa de Gobierno, pero de eso nadie dice nada. En cambio, a nosotros, que estamos practicando un deporte, nos vienen a prepotear.

- Hay una pista cerca, en el Parque del Sur...

- Esa pista fue creada a fines de los “90, hecha con rampas de chapa, ese es “nuestro lugar”, el problema del espacio es que las rampas están mal diseñadas. El parque es muy difícil de usar, el lugar no está en condiciones y, además, los fines de semana se llena de niños que usan las rampas como tobogán, o se cruzan en bici y, en numerosas ocasiones, han ocurrido accidentes a causa de esto. Y los padres nunca entienden que “eso” es una pista de skate y que el que está fuera de lugar es todo el que no esté andando en skate, por eso mismo volvemos a la plaza.

- ¿Y la gente cómo ve a los skaters?

- Creo que el deporte no está tomado en cuenta en la ciudad, y me parece normal, debido a que el skate es relativamente nuevo y la gente de esta ciudad es conservadora. Hace años que pateo por la calle y la gente en los autos me sigue mirando de la misma manera, es como que todavía no asimilan al skate como un deporte, sino que lo siguen viendo como “los chicos que rompen la plaza” y la verdad que es triste.

Para un padre, seguramente es preferible que su hijo esté en la plaza o en Santa Fly practicando un deporte con amigos, antes de que esté en la calle, haciendo nada. Es alentador ver la cantidad de padres que acercan a Santa Fly a traer a sus hijos a la escuelita, y me preguntan y se interesan. Está costando, pero la imagen que se tiene del skate está cambiando, y creo que lo que impulsaría mucho a este cambio sería que el gobierno nos diera un poco más de atención... con el tiempo supongo que llegaremos a mejor puerto.

Nicolás hace años que patea la calle y siente que la gente lo sigue mirando de la misma manera: como uno de “los chicos que rompen la plaza”.

Se reúnen y practican en la plaza de Mayo, “cuna del skate santafesino”, dicen.

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UNA GRAN FAMILIA

Los skaters son aventureros: les gusta salir a patear, buscar nuevos lugares, andar en grupo, festejar los logros, incentivarse mutuamente, integrar a los nuevos, enseñarse entre ellos... son como una gran familia y eso se percibe cruzando la puerta de la escuelita.

El fin: hacer crecer el deporte: “Si todos colaboramos el skate crece, porque todos compartimos el sueño de poder vivir de lo que nos gusta, ya sea teniendo un skateshop, un parque, una revista, un programa de televisión..., las opciones son muchas, pero sólo son posibles si hay muchos chicos patinando”, dice Nico.