Tras las primeras 72 horas de huelga gremial

Día de retorno a las aulas sin porteros y con contratiempos

Por el paro de estatales las escuelas no contaron con personal no docente; sin el comedor escolar, se debió dar dietas frías a los alumnos. Varios establecimientos arrancaron el ciclo con falencias edilicias. El entusiasmo de los chicos fue la cara feliz del regreso a clases.

Día de retorno a las aulas sin porteros y con contratiempos

Vuelta al cole. Los alumnos de las escuelas públicas comenzaron las clases luego de tres días de paro docente.

Foto: Amancio Alem

 

De la redacción de El Litoral

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“Bien parados chicos, las filas de menor a mayor... Dejen lugar para que pasen los abanderados”, ordenó la maestra. Bruno, alumno de 3º grado de una escuela pública, miró con encandilada admiración la bandera de ceremonia. Peinado prolijo, guardapolvos inmaculado, escuchó atento las glosas del acto. Estaba contento, había esperado ese momento; no tenía idea del insuficiente 7 % de recomposición salarial ofrecido a los docentes, ni que seguirán las medidas de fuerza las próximas dos semanas. Él sólo sabía que por fin estaba ahí, donde quería estar: en la escuela.

Como Bruno, miles de alumnos de la ciudad y la provincia comenzaron el ciclo lectivo 2010 -de los niveles inicial, primario y secundario- luego de las primeras 72 horas de paro dispuesto por Amsafe. Pero el contexto en que iniciaron las clases no fue el mejor, y aparecieron las complicaciones: el personal no docente adherido a UPCN que trabaja en escuelas (en portería, cocina, etc.) adhirió masivamente al paro dispuesto por el gremio. Con ello, no había quién limpiara ni cocinara en los comedores escolares.

Algunos establecimientos debieron arrancar el ciclo padeciendo diversas falencias edilicias. A su vez, las escuelas de Alto Verde tuvieron que ser trasladadas preventivamente por la crecida del río Paraná: más de 650 alumnos se reubicarán en otros establecimientos educativos. Lo más grave aconteció en la escuela primaria Malvinas Argentinas, donde sus 1.200 alumnos no pudieron iniciar las clases debido a que la lluvia del martes pasado dejó anegado el edificio escolar; hay diez centímetros de agua en la planta baja (ver aparte).

Entusiasmo

Pero la nota destacada fue el entusiasmo con que alumnos y docentes celebraron esta mañana el mágico ritual de tizas y guardapolvos blancos. Los chicos mostraban orgullosos sus nuevas mochilas, se reencontraban, fraternizaban. Las maestras coordinaban los grupos y facilitaban la organización en las aulas: “Siempre el primer día es complicado, pero la algarabía no se puede disimular. Hay mucha excitación y premura por arrancar las clases”, dijo a El Litoral María Biondi, vice de la Escuela Primaria Luis M. Drago.

“Los papás también estamos muy entusiasmados, no veíamos la hora de que empezaran las clases”, comentaron dos mamás que presenciaban el acto escolar en la Sargento Cabral. “Entendemos el reclamo docente y el derecho a huelga, pero no es justo que los alumnos paguen las consecuencias de tantos días sin clases”, sentaron posición.

Dificultades

Debido al paro dispuesto por los gremios de estatales al que adhirió personal no docente, los comedores no funcionaron, pero se les dio a los chicos las llamadas guardias mínimas, dietas frías que incluyeron en la mayoría de los casos una factura (sin copa de leche), un pebete y una fruta. “Cubrimos la dieta fría, pero se va a complicar por la limpieza de los baños si estas medidas de fuerza se extienden. Acá tenemos 650 chicos”, señaló Ana María Jara, directora de la Escuela República Oriental del Uruguay.

A diferencia de otros años, en este ciclo 2010 comenzaron todos los niveles juntos, ya que tradicionalmente la escuela media arrancaba una semana más tarde que la primaria. Esto acortó los tiempos para que las secundarias tomaran los exámenes a los alumnos libres y regulares, y complicó los tiempos administrativos de algunas instituciones.

Por ejemplo, en la secundaria Domingo Silva las clases se realizaban normalmente esta mañana para los alumnos del primer año, mientras que el resto tenía mesas evaluadoras. En la Escuela de Enseñanza Media Nº 442 Juana del Pino se tomarán exámenes hasta el día 15. Lo mismo ocurría en otras instituciones del nivel medio de la ciudad.


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Por falta de personal en los comedores escolares, los alumnos recibieron raciones frías: factura, un sandwich (o pebete) y una fruta.

Foto: Guillermo Di Salvatore

Problemas edilicios

Sólo dos casos grafican una situación compartida por muchas escuelas de la provincia: en la escuela Drago, por ejemplo, dos aulas están clausuradas porque se filtró el agua por el techo e hizo destrozos en el sistema eléctrico de ese sector. El problema central (la electricidad) ya fue solucionado por Infraestructura Escolar, pero “estamos esperando que arreglen el cielorraso, porque tenemos miedo a desprendimientos”, dijeron desde la institución. El aire en una de esas aulas es irrespirable: la humedad tomó las paredes y la mampostería se cae a pedazos.

En la Escuela Primaria Nº 1297 Pte. Perón, en la vecina localidad de Sauce Viejo, se dio una situación inédita: docentes y no docentes se autoconvocaron para reclamar soluciones inmediatas que reviertan el grave estado del edificio escolar. Allí los baños del nivel inicial están inhabilitados; muchos de los desagües pluviales y cloacales se hallan obstruidos, y el patio de juegos del jardín de infantes se convirtió en una chatarrería, entre muchos otros problemas.

reemplazos.

Algunas escuelas tuvieron inconvenientes con el escalafón de reemplazos, que ahora es confeccionado por las Juntas de Escalafonamiento (ya no por los directores escolares) y se consulta por Internet. En algunos casos faltaban datos -como teléfonos y direcciones- de los aspirantes a reemplazos. El otro problema fue que hoy se deshabilitó el link del escalafón, a raíz de lo cual la directora que quería convocar a algún maestro no sabía quién estaba en el orden de prioridad.

/// EL DATO