En el Ministerio de Economía de la Nación
Aristas del caso de “espionaje”
El Ministerio de Planificación admitió que también contrató a Roberto Larosa. Nombres e internas de la saga político-judicial.
Sergio Serrichio
política@ellitoral.com
La saga del presunto “espionaje” en el Ministerio de Economía tuvo un nuevo giro ayer, con la admisión del Ministerio de Planificación de que el “topo” Roberto Larosa, eje de la controversia política y de la causa judicial, también asesoró a la cartera que encabeza Julio De Vido, funcionario ultra-K si los hay.
“Roberto Larosa trabajó como asesor entre julio de 2007 y enero de 2008, como experto recomendado por la Universidad de Buenos Aires para un proyecto denominado Esquema de Inversión y Financiamiento para Obras de Infraestructura”, admitió Planificación en el comunicado que se vio forzado a emitir luego de que el diputado Claudio Lozano alertara sobre ese vínculo.
La cartera de De Vido aclaró, no obstante, que “(Larosa) ingresaba al ministerio por las vías normales, sin que este organismo le concediera llaves a oficinas ajenas a la asignada para sus tareas”. Esa aclaración en parte oscurece, pues admite, por la negativa, que pese a ser un simple “asesor”, Larosa tenía llaves de una o varias oficinas del ministerio de Planificación, que comparte edificio con el de Economía.
Larosa, quien tiene una larga relación de trabajo y política con Lozano y revista en la planta rentada del senador fueguino José Martínez, fue detenido en la noche del 16 de abril en el despacho del subsecretario de Presupuesto, Raúl Rigo, presuntamente realizando tareas de espionaje. Fue puesto a disposición del juez Claudio Bonadío y desde entonces está encerrado en el penal de Marcos Paz.
La detención derivó de entrada en dos duros cruces. Lozano acusó al gobierno de hacer un “montaje” en represalia por la denuncia que él había hecho de “tráfico de influencias” en la operación de canje de deuda. En respuesta, Amado Boudou acusó a Lozano de estar involucrado en “robo de datos”.
Anteayer, el juez Bonadío allanó las oficinas de cinco consultoras, en busca de evidencia de que le compraban información “robada” a Larosa.
Datos secretos
La novela, o al menos el actual capítulo, comenzó cuando en una visita a Diputados, Boudou y el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, se sorprendieron porque Lozano los desafiaba con datos sobre la ejecución y el hueco de financiamiento del presupuesto. Datos que eran secretos.
Pezoa impulsó una pesquisa, presionó a la línea burocrática y las sospechas recayeron sobre Larosa, un ex funcionario (trabajó en Economía de 1975 a 1993) que concurría asiduamente el ministerio. “Lo filmaron varias veces; casi siempre los viernes”, dijo una fuente.
Larosa tiene una larga relación política y de asesoramiento con Lozano, originada en el Instituto de Estudios de la CTA. Por eso, Economía lo “esperó”, lo pescó in fraganti y exhibió los videos luego de las denuncias del diputado por las supuestas irregularidades del canje.
Otras aristas
Otra arista de la historia toca al viceministro de Economía, Roberto Feletti, de larga relación con Larosa, también originada en la CTA. Cuando exhibió los videos, Boudou precisó que Larosa había entrado a Economía a visitar a Leopoldo Markus, un viejo funcionario al que Benigno Vélez, ex subsecretario Legal y Técnico y hoy gerente general del Banco Central, mandó a jubilar apenas Boudou llegó al ministerio. Por eso, en el entorno de Feletti, lo bautizaron “Maligno” Vélez.
Markus, que de joven fue seguidor de Jorge Abelardo Ramos, un ícono de la izquierda nacional, comparte familia ideológica con Feletti y Solanas y es autor de estudios sobre minería que habrían impactado al líder de Proyecto Sur.
Feletti, que tiene una relación tensa con Boudou, buscó desmarcarse, pero ayer Lozano recordó que, como presidente del Banco Ciudad, el hoy viceministro había contratado al “topo” Larosa para hacer el mismo tipo de informes que hacía a las consultoras.
En Economía hay quienes arriesgan que la reacción de Boudou -que acusó a Solanas y Lozano de ser “funcionales a la derecha”-, fue para meterle presión a Feletti y, de paso, posicionarse como posible candidato K en Capital Federal. Audacia, ciertamente, no le falta.
Mientras vuelan nombres y sospechas y la Justicia determina el alcance del “espionaje” de Larosa, a quién las consultoras pagaban entre 700 y 1.500 pesos por informe, Boudou confirmó ayer la aprobación de Luxemburgo e Italia al canje, una operación que moverá entre 12.000 y 16.000 millones de dólares en títulos y que generará a los bancos y fondos participantes ganancias de entre 2.000 y 2.400 millones de dólares en capital (pues compraron los bonos a mucho menos valor del que les será reconocido) y entre 48 y 64 millones en comisiones (40 centavos por cada cien dólares de deuda nominal que se canjee).
La propuesta original fue concebida por Emilio Ocampo y Miguel Etchebarne, de Arcadia Advisors, consultora que Lozano vinculó a Boudou, al director de la Anses, Diego Bossio, al ex jefe de Gabinete, Sergio Massa, y a Juan Carlos “Chueco” Mazzón, un operador todoterreno del kirchnerismo.
Luego fue instrumentada a través de Citibank, Deutsche Bank y Barclays Capital. Arcadia será, justamente, el “agente colocador” del banco inglés, según reconoció Boudou luego de la denuncia de Lozano.