Los reclamos no contemplados
Materias pendientes para
la docencia universitaria
El “envejecimiento” de los planteles de profesores -con el congelamiento de cargos-, la aplicación del impuesto a las Ganancias sobre los sueldos altos y la proliferación de contratos “basura” son algunas de los problemáticas denunciadas desde los sectores gremiales.
El profesor en su circunstancia. Estabilidad laboral, recategorizaciones y mejores salarios, las deudas pendientes para el sector de los trabajadores de la educación superior.
Foto: Archivo / Flavio Raina
De la redacción de El Litoral
[email protected]
La docencia universitaria de gestión pública vienen padeciendo desde hace años una paulatina postergación de sus condiciones laborales. Así lo advierten la mayoría de los sectores gremiales que representan al sector. Para la Conadu Histórica, uno de los seis sindicatos nacionales -cuya su asociación de base, Adul, nuclea a los docentes de la UNL-, hay un extensa lista de reclamos que pretenden mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores de la educación superior: un convenio colectivo de trabajo que garantice estabilidad laboral, carrera docente, media canasta para el cargo testigo y salario para profesores ad honorem, entre otros.
Párrafo aparte merece la cuestión de los cargos docentes. Los problemas aparecen en la franja de los cargos más bajos -como ayudante de primera-, adonde se encuentran los profesores jóvenes que recién se inician en la docencia. Para éstos, toda recomposición salarial repercute en escasa medida en una mejora del ingreso: “Hoy hay casi un 80 % de cargos docentes que están por debajo de la línea de pobreza”, advirtieron fuentes gremiales consultadas. Además, las dedicaciones simples y semiexclusivas se “congelan” en el tiempo, y no hay recategorizaciones.
Pero también hay desfasajes en la franja de los cargos altos (de profesor adjunto o profesor titular). Aquí ocurre que un buen porcentaje del sueldo de estos docentes -la mayoría de los cuales han dedicado gran parte de su vida a la docencia, y cuentan con 20 años o más de antigüedad- es “absorbido” por la aplicación del impuesto a las Ganancias.
Planteles “envejecidos”
“En la UNL, por ejemplo, existe una planta docente “envejecida’ debido a que hay bastante congelamiento de cargos, pocos concursos, faltan recategorizaciones. La media etaria de los profesores ha ido subiendo, tenemos una planta bastante envejecida”, dijo a El Litoral Claudia Baigorria, secretaria general de la Conadu Histórica.
Además, en muchas universidades nacionales “proliferan los “contratos basura’, a término por tres o seis meses. De los docentes que padecen estas condiciones laborales no se puede exigir mucho nivel pedagógico ni de enseñanza. Y estos contratos precarios van en contra de las propias normas estatutarias. Los cargos testigo quedaron muy retrasados”, señaló la gremialista a El Litoral.
Hoy, por ejemplo, un docente universitario con cargo de titular y con antigüedad debe tributar Ganancias. Para Alberto Mullor y Mariana Carminatti -de la dirigencia de Adul- “es indiscriminado, un despropósito. Esto no es renta, es salario de trabajadores que dependen del Estado nacional. ¿Qué sentido tiene lograr un aumento salarial entonces, si los docentes con cargos altos ven un gran porcentaje de sus sueldos absorbidos por Ganancias?”, coincidieron.
En la UTN
Desde Fagdut Santa Fe -docentes de la UTN-, Raúl Mathieu sintetizó las reinvindicaciones por las que brega ese sector gremial: “Hoy peleamos por una carrera docente. Estamos solicitando que los interinos (docentes reemplazantes) tengan estabilidad laboral, es una falta que tiene la UTN a nivel nacional. Hay un escaso porcentaje de docente ordinarios, y hay muchos interinos”, dijo el gremialista a El Litoral, y agregó: “Trabajamos además por una mejora sustancial nuestra obra social, DASUTeN, y con incrementar la oferta de formación de nuestros docentes”.
Otro de los reclamos de Fagdut se relaciona con la transición hacia la implementación de la nueva ley jubilatoria (ver aparte). “En nuestra facultad regional “hay varios profesores de 70 años recientemente jubilados y en proceso de pasar a pasivos. Pero los están intimando a jubilarse sin la aplicación del 82 % móvil que establece la nueva ley de jubilaciones docentes. Pedimos que les sigan pagando el sueldo hasta se dé la aplicación efectiva de la movilidad”.
Jubilaciones: una buena
La sanción de la Ley Nº 26.508 de Jubilaciones Docentes Universitarias, promulgada en septiembre pasado, incorporó la movilidad para los pasivos universitarios. “La ley ya está reglamentada y en vigencia. La nueva ley permite jubilarse a las mujeres con 60 años y hombres con 65 años que reúnan 25 años de servicios, de los cuales 10 -como mínimo, continuos o discontinuos- deben ser al frente de alumnos. Y tienen derecho al 82% del sueldo del cargo o sumatoria de cargos y dedicaciones desempeñados al cese, durante un período mínimo de 60 meses”, precisaron Mullor y Carminatti.