Se esperará que los estudios hidrológicos sean “contundentes”

Los alumnos costeros no

volverán aún a su escuela

Padres de los chicos de la primaria Nº 95 de Alto Verde reclamaron hoy que sus hijos -relocalizados desde marzo en otro establecimiento por prevención ante la crecida del Paraná- retornen a su escuela de procedencia. Desde el ministerio, consideraron que aún existen riesgos de socavones.

Los alumnos costeros no volverán aún a su escuela

En la reunión. Venturini sonríe para la foto, pero los padres muestran otro rostro. Los chicos de la primaria Nº 95 seguirán relocalizados.

Foto: Amancio Alem

 

De la redacción de El Litoral

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Eran pocas pero estaban decididas. Llevaban carteles hechos a mano y reclamos concretos. Se pararon firmes en la entrada del Ministerio de Educación, dispuestas a responder a cualquier pregunta de los periodistas que llegaban. Un grupo de madres de alumnos de la Escuela Primaria Nº 95 de la localidad de Alto Verde se concentraron esta mañana para reclamar por el “inmediato” regreso de sus hijos a sus escuelas de procedencia: éstos fueron -desde el principio del ciclo lectivo- relocalizados en otro establecimiento de la ciudad. Después, fueron recibidas por la secretaria de Educación, María Cristina Venturini. Tras el encuentro, se supo que la decisión del ministerio fue mantener la reubicación de los chicos hasta tanto haya “informes hidrológicos contundentes” que “despejen todo riesgo latente” y brinden “garantías reales” para el retorno seguro de los alumnos costeros.

La reubicación transitoria de estos alumnos de la Primaria Nº 95 -también los de la Escuela de Enseñanza Técnica Nº 2042 Jesús Resucitado, y de la Escuela Primaria Nº 1439- había sido dispuesta por la cartera educativa como medida preventiva a principios de año. Sucede que, con la crecida del Paraná, informes hidrométricos advertían el riesgo de socavones y desmoronamientos en la zona (los edificios donde funcionan estos establecimientos se encuentran al borde de las defensas, sobre el canal de derivación).

Así, los chicos fueron reubicados en otras escuelas de la ciudad (viajan a diario en un transporte contratado por el propio ministerio), para que no pierdan la continuidad de la escolaridad. Pero la dilación en el tiempo de esta incómoda situación despertó el malestar y la preocupación de los padres, los mismos que hoy se manifestaron.

Al decir de las propias madres de los alumnos costeros, la medida fue “innecesaria” y “traumática”: reubicados, sus hijos debieron ver la cara del desarraigo. A ello se sumaron advertencias por conflictos de convivencia escolar y hasta “malos tratos” -según afirmaron varias de las propias mamás consultadas por este diario- en las escuelas donde estuvieron albergados.

“Los chicos no quieren volver a Santa Fe, no se hallan, quieren volver a su escuela, a su Alto Verde”. Mabel Russo, una de las mamás, le ponía fuerza al acento prosódico del adjetivo posesivo. El “su” retumbaba ante el grabador. “La ciudad no es un ambiente para ellos, porque pertenecen al distrito costero. Ellos padecen el desarraigo”, se lamentó.

El “potencial” tiene la culpa

“El último informe del INA sobre esa zona costera da sus conclusiones en potencial: dice, por ejemplo, que la actual bajante no “afectaría’ las bases, o que “no habría riesgo’. Pero está todo en potencial, y nosotros necesitamos certezas para disponer el regreso de los alumnos. Hasta tanto nosotros no tengamos un informe contundente, no hipotético, de la situación hidrológica de la zona afectada, los chicos seguirán relocalizados (en la Nº 884 Ignacio Rodríguez)”, afirmó Venturini a El Litoral.

“Entendemos (esta situación) que ha sido difícil tanto para alumnos como para los propios padres. Pero nosotros tenemos la responsabilidad de garantizar por la seguridad de los chicos y de los maestros que allí trabajan”, justificó la funcionaria.