La “Nueva Gramática” del español

Ana Mendoza

(EFE)

Nebrija alumbró, a finales del siglo XV, en la Universidad de Salamanca la primera Gramática de la lengua castellana, y esta institución acogió la presentación del “Manual” de la “Nueva Gramática”, una versión reducida de la gran obra elaborada por las veintidós Academias de la Lengua Española. La nueva versión va dirigida a “un público más amplio y heterogéneo” que la de referencia, pero el proceso de reducción “no ha afectado a su esencia. Es igual de rigurosa”, afirmó Ignacio Bosque.

El “Manual” es un retrato del español actual, esa lengua que, según dijo el director de la Academia Mexicana, José Moreno de Alba, es la segunda del mundo en número de hablantes y tiende a una “unidad esencial”, lo cual no impide que existan “interesantes diferencias que deben verse como muestras de su grandeza”. García de la Concha recordó cuánto le debe la disciplina de la Gramática a la Universidad de Salamanca y a Antonio de Nebrija. “Todo nació aquí”, afirmó el director de la RAE, para destacar a continuación que, para Nebrija y los humanistas, “la revolución pedagógica de la lengua no era provechosa tan sólo para la cultura sino para el progreso social”.

A diferencia de las anteriores ediciones de la Gramática académica, la “Nueva Gramática” refleja por primera vez “el español total”, el de España y América, y ésa es quizá su principal virtud: su carácter panhispánico.

El Manual hace hincapié en los aspectos normativos porque, como señaló Bosque, “interesan a todos los hablantes”, y evita muchas de las disquisiciones teóricas que hay en la versión extensa. Frente a los 40.000 ejemplos de la versión de referencia, en el Manual hay unos 6.000, 3.000 de ellos procedentes de 800 obras de escritores de diferentes países, así como de un centenar de periódicos y revistas.

“¿Es necesario saber latín para la Gramática?”, preguntó en estudiante. “Hay que saber latín para todo”, respondió sin dudarlo José Antonio Pascual, vicedirector de la RAE, para quien “las razones históricas” del español están en el latín.