El Mundial también sirve para enseñar
El interés genuino de los alumnos por Sudáfrica 2010 favorece el trabajo en el aula. Docentes de primaria y secundaria usaron el evento deportivo como disparador de sus clases y consiguieron que los estudiantes “se enganchen” con las consignas.
Opositores.
Algunas voces en contra de que los chicos vean el Mundial en la escuela sostienen que el evento no tiene nada que ver con la educación. Hasta hubo padres que pidieron a algunos colegios privados que no transmitan los partidos de la selección en horario de clase, aun cuando es una sugerencia emanada del propio Ministerio de Educación de la Nación.
De la redacción de El Litoral
La recomendación oficial que bajó a las escuelas tanto desde la Nación como desde la provincia fue atendida por maestros y profesores que están aprovechando el interés genuino de los chicos por el Mundial de fútbol para hacer un uso pedagógico del encuentro deportivo. En varias escuelas se pudo comprobar que, cuando se agudiza el ingenio, cualquier evento de trascendencia social puede convertirse en un hecho educativo.
El Mundial de Sudáfrica ¿reporta algún tipo de valor pedagógico o es una simple distracción?, preguntó El Litoral. “Lo importante es que despierta en los chicos un interés genuino. Quizá dentro de 2 ó 3 meses ya ni hablen del tema, pero ellos están siempre detrás de lo último. Como docente, me parece que tenés que aprovechar ese interés para enseñar”, contestó Daniel Corchuelo, profesor del colegio La Salle.
En las aulas se están trabajando temáticas relacionadas con el Mundial desde cada materia o a nivel institucional. La profesora de Historia del colegio La Salle usó en 3ro y 4to año, el libro “El fútbol a sol y a sombra”, de Eduardo Galeano, como disparador de sus clases. “Tiene capítulos cortos, con relatos muy ricos en anécdotas que el autor hace fundado en una investigación sobre todos los fenómenos vinculados al fútbol. A partir de allí contextualizamos el momento histórico”, indicó Isabel Banchio. “Por ejemplo -agregó-, en el Mundial del ‘38 se enfrentaban en un partido Alemania y Ucrania, que ya estaba invadida por los nazis. Galeano dice que los ucranianos tenían el mandato de perder, pero ellos jugaron en serio, ganaron y después fueron fusilados los 12 jugadores”.
De aplazados a interesados
La docente del La Salle admite que no necesariamente hay una articulación automática de contenidos pero tampoco son temas traídos de los pelos. “Desde las reflexiones que vos armás y desde la vinculación del evento deportivo con la política, se pueden hacer clases interesantes. De hecho, tenía alumnos aplazados en el primer trimestre que son los que más se engacharon con la actividad, trajeron material por escrito y procesado por ellos”, destacó Banchio.
Por su parte, el profesor Corchuelo llevó a sus estudiantes artículos en Inglés sobre Pelé, los técnicos de selecciones, los barrabravas. “Conseguí los textos y los adapté según el nivel de Inglés de cada curso. Después los hice trabajar de acuerdo al tema gramatical que me interesaba reforzar. Mis alumnos se entusiasmaron muchísimo con las consignas, porque abordé un tema de su interés”, recalcó. Además, mañana llevará a los alumnos de 4to año a una charla-taller sobre “El Inglés también juega en Sudáfrica 2010” que organiza la UNL en el marco de la semana de la ciencia.
Hasta la docente de Formación Religiosa encontró en el Mundial el disparador para tratar nada menos que la Doctrina Social de la Iglesia. “Para introducir la parte social y luego la posición de la Iglesia sobre esta cuestión, tomé toda la situación del apartheid. Si hay creatividad, los docentes podemos abordar cualquier tema”, cerró Sandra Prat.
Material de apoyo
Los tres cursos de 6to. grado de la primaria Mariano Moreno lucen empapelados de afiches que confeccionaron los chicos luego de investigar sobre la historia de los mundiales de fútbol, dónde está ubicada Sudáfrica, cómo se compone su población, su economía, transporte, etc.
La vicedirectora escolar, Indiana Nigro, opinó que “si el Mundial va acompañado de alguna propuesta educativa en la cual se revalorice cada una de las áreas, tiene un justificativo. Ahora, si no hay esa apoyatura o marco pedagógico, te diría que no tiene mucho sentido que los chicos vean los partidos en la escuela”.
Las maestras de la Moreno ocuparon el cuadernillo que el Ministerio de Educación nacional preparó con material para trabajar el Mundial en las escuelas en relación con los aspectos culturales, geográficos y literarios, entre otros, que se distribuyó en todo el país.
“La escuela es una caja de resonancia de la sociedad y, si nosotros nos extraemos de la realidad, le quitamos un significado de identidad al chico”, consideró la maestra Raquel Wagner, que abordó el Mundial desde su materia -Lengua- para que los alumnos comiencen a incorporar las primeras herramientas del “texto argumentativo”. La consigna fue debatir si a todos les gusta el fútbol y fundamentar por escrito las razones de una y otra posición. Los chicos también se introdujeron en el tema de la globalización mundial partiendo de investigar el origen de los apellidos del grado.
Por su parte, la docente de Formación Ética hizo hincapié en la importancia del trabajo en equipo. Partiendo de las diferentes portadas y notas deportivas de los diarios que analizaron el desempeño de la Selección nacional, Jimena Tibaldo conversó con sus alumnos sobre la diferencia entre el individualismo y el trabajo en equipo. En tanto, desde el área de ciencias, se desarrolló la información que trajeron los chicos sobre Sudáfrica.