El Brigadier López y su afán por la educación

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Capilla de la colonia indígena El Sauce, mandada a construir por el Brigadier Gral. Estanislao López. Foto: Archivo El Litoral

 

Mirta Arnold, Nilda de González, Lucía Gorgoglione, Susana de Lombardi y Alicia Beatriz Olivieri

Santa Fe de la Vera Cruz silenciosa reposaba en aquel amanecer soleado del 22 de noviembre de 1786, aromado el aire con perfumes de azahares, magnolias y glicinas; interrumpe la quietud el llanto de aquel varón federal que María Antonia López Fonseca trajo al mundo con el destino marcado de pelear por su terruño. Juan Manuel Roldán, Capitán de las Tropas del Rey, era el padre de ese niño que en la pila bautismal de nuestra iglesia matriz sería bautizado el 1º de diciembre con el nombre de Estanislao.

Recibió la enseñanza de las primeras letras en la escuela de los padres franciscanos, a la vera del arroyo El Quillá, hasta los catorce años. Allí integró en su mente la razón con la fe, llegando a pertenecer a la Tercera Orden Franciscana. “Como a la edad de los quince años salió de la escuela y se retiró a las fronteras del norte, pero no por ello dejó de instruirse”, tuvo siempre a su lado a alguien que lo orientó, así podemos mencionar a su padre y al Sargento de Blandengues Juan Ortiz, maestro de las primeras letras.

Católico íntegro buscó la conciliación y el orden a través de la justicia, el amor y la paz. Fundamentó su vida sobre la base del diálogo, el intercambio y la comunicación. De personalidad polifacética, se debe avalar en las condiciones de “organizador de ejércitos, maestro y conductor de hombres”. Las prendas morales de este insigne santafesino hicieron de él una actualidad palpitante, no sólo en Santa Fe, sino en la República.

Ningún caudillo como López ha pasado a la historia como educador. Veló constantemente por la educación de su pueblo, como un padre por el porvenir de sus hijos, acicateado por las vicisitudes del destino. Bien podemos afirmar categóricamente que fue el creador de la instrucción primaria y secundaria en nuestra ciudad y dio el primer aliento orgánico a las instituciones. “... motor dinámico de la educación... las virtudes y el saber de este prócer encierran luces de educación”.

Impera en esas épocas el pensamiento filosófico de Belgrano, que tiene como nota distintiva la concepción de la formación ciudadana “es necesario que cada ciudadano reciba la educación que le es propia”. El Brigadier se preocupó por introducir estas nuevas ideas a las tradicionales.

Documentos de este prócer en materia educacional revelan al estadista con plena conciencia de la necesidad de la enseñanza, como elemento formativo del futuro hombre y motor indispensable para el desarrollo social.

Otros puntos que sustentó dentro de la política educacional:

* La convicción de difundir la utilidad de la instrucción pública para el progreso de la Provincia y la Nación.

* El beneficio de la gratuidad de la enseñanza para los niños de hogares sin recursos económicos.

* La idea de que el contenido religioso es esencial en todo plan de instrucción pública.

* La lucha por combatir la ignorancia, origen de todos los males.

* La preocupación por mejorar conductas sociales en la juventud de la época.

Durante su gobierno recibió una herencia de tres escuelas en Santa Fe: la de los Padres Franciscanos, la de los Mercedarios y la de los Padres Dominicos; además de la erigida en San Lorenzo y la de Rosario con actividad discontinua. Estas escuelas funcionaban con esfuerzos, merced al apoyo de familias santafesinas. Y en cambio nos dejó, como legado además de las nombradas perfectamente consolidadas, la de San Antonio, la escuela Principal, la de Niñas y dos institutos, el Gimnasio Santafesino y el Literario San Jerónimo, todos ellos en la ciudad capital; y en el interior las escuelas de Rincón, Coronda y Sauce.

Atendió fundamentos económicos esenciales en materia educativa:

* Buena remuneración docente.

* Educación gratuita y otorgamiento de becas, consideradas en los postulados de la política educativa, pues era preocupación de López que toda la juventud se instruyera.

* Provisión de material didáctico y de útiles escolares a los educandos; desde papel, tinta, catecismo y cartillas para las escuelas de primeras letras; hasta libros de enseñanza para los alumnos del Gimnasio y del Instituto San Jerónimo.

* Construcción y equipamiento de edificios escolares.

El Patriarca de la Federación organizó la educación en tres niveles:

* Escuelas de primeras letras para varones y niñas.

* Escuelas secundarias con cátedras de Latinidad, Filosofía, Geografía e Historia Americana para varones únicamente.

* Escuela Especial o de Oficios para varones.

Le cupo al Brigadier General Estanislao López ser el inspirador del Primer Reglamento en Materia Educativa de la Provincia de Santa Fe.

En el documento oficial, titulado Artículos de Observancia, se instruye respecto de la educación de los niños. Hay prescripciones que dicen:

* “El Regidor de Policía será encargado de celar e inspeccionar las escuelas mensualmente, en el último día de cada mes, cuidando de la observancia de las instituciones al lleno del interés, ante todo objeto de mejor educación pública de la juventud, de cuya primera talla de ilustración se deducen las habitudes y estas ideas que se imprimen en los más preciosos momentos del ser nacional, son las que caracterizan benéficos o perjudicial a la sociedad; dando cuenta del resultado al muy ilustre Cabildo, sin perjuicio de la facultad del Presidente o Alcalde de primer voto de poderlo hacer cuando los considere conveniente...”.

Conocía y valoraba el poder de la prensa, bajo su gobierno, restaurada la primera imprenta, se publica El Federal, bajo el lema “Lex populi, Lex dei”.

Entre sus últimos actos de amor antes de morir, inauguró las clases de la primera escuela para niñas a cargo de la señora francesa, como se la conocía, Da. Amelia Mablioni de Rebecq. La educación de la mujer tomó carácter formal con la creación de esta escuela. Reconoció que la mujer debía tener el mismo grado de instrucción que el varón. Esto fue un puntal de avanzada para la época en que se vivía.

Soñó con una República Federal y dedicó su vida para lograrla, por eso se lo llamó con justicia El Patriarca de la Federación. Él echó los cimientos de la Constitución y aunque el destino no quiso que viera el logro de sus sueños, al decir de L. Gianello “el espíritu de López palpita con calor de vida en la Constitución Argentina”.

“La ignorancia huyó de su presencia y el sol de la ciencia salió en la mitad de la noche hasta alcanzar los rincones más inaccesibles a su luz”.

Hombre nacido en la humildad, educado en la pobreza, templado en la lucha y en el sacrificio da testimonio de su nobleza, sosteniendo la libertad y la paz. Su ejemplo trasciende generación tras generación.

Hombre nacido para la felicidad de la Patria.

Bibliografía consultada:

“Santa Fe de la Veracruz. Reseña histórica de la educación y sus escuelas”, S. Reynares.

“Estanislao López”, Catalina Pistone.

“Pensamiento, acción y obra de Estanislao López”, Hillar Puxeddu.

“Estanislao López. El Federalismo del Litoral”, José L. Busaniche.

“Orientación educacional de la Política de E. López”, Catalina Pistone.

(*) Educadores de adultos ex docentes del sistema provincial Santa Fe

Nivel Primario y Capacitación Laboral.