Dos años de estudio y ahora vuelven a sus países
Se recibió el primer grupo de
aborígenes que cursó en UNL
Estuvieron en Esperanza becados para estudiar una tecnicatura relacionada con el agro. Son 20 jóvenes de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia y otros 5 de Santa Fe que regresarán a sus comunidades de raíces aborígenes y afrolatinas para aplicar lo aprendido.
Los egresados por el programa Ials, financiado por el BID, recibieron sus diplomas ayer, en el Paraninfo.
Foto: Flavio Raina
De la redacción de El Litoral
“Sin esta beca no iba a tener la posibilidad de estudiar porque soy de una comunidad muy pobre de Perú y mis padres no tenían el dinero suficiente para mandarme a una universidad. Ahora lo logré, estoy orgullosa y espero poner en práctica todo lo que aprendí”. Valeria Chalá, una peruana de 21 años, resumió el sentir de los 25 jóvenes provenientes de comunidades aborígenes y afrolatinas, que en 2008 llegaron desde distintos países de América para estudiar en la Universidad Nacional del Litoral.
Tras un arduo cursado de 2 años, que se sumó al sacrificio de no ver a sus familias durante ese lapso, el grupo egresó de la Tecnicatura en Administración de Empresas Agropecuarias, de la facultad de Esperanza de la UNL.
Los 20 estudiantes extranjeros de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia realizaron la carrera gracias a una beca de Indigenous and Afro Latino Scholarship Program (Ials), un programa internacional que forma académicamente a jóvenes de escasos recursos y raíces de pueblos originarios. Además, mediante un convenio firmado con el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Santa Fe, se incorporaron a la tecnicatura 5 estudiantes provenientes de comunidades indígenas santafesinas (Colonia Teresa, Berna, Helvecia, Melincué y Rosario).
Los jóvenes se vistieron de gala para participar del acto de colación ayer por la tarde. Uno de ellos se destacó del resto porque lució la vestimenta típica de su comunidad quechua de Bolivia: poncho, una colorida bufanda y un gorro con adornos de tejidos y plumas.
La ceremonia fue presidida por el rector Albor Cantard y se realizó en el Paraninfo de nuestra ciudad, en cuyo palco se colocaron las banderas de los países de origen de los egresados. También estuvieron los ministros de Desarrollo Social de la provincia, Pablo Farías, y de Gobierno, Antonio Bonfatti; el secretario de Relaciones Internacionales de la UNL, Julio Theiler; y los decanos de distintas facultades.
Volcar conocimiento
“Para mí, ha sido un éxito total llegar a estudiar a la UNL, una universidad de prestigio internacional. Ha sido muy enriquecedora la experiencia, ya que hemos tenido distintas materias que nos servirán para volcar los aprendizajes en nuestras comunidades agrícolo-ganaderas”, dijo el egresado José Guamán, de Totoras, una pequeña población del centro de Ecuador. Aseguró que “ciertamente necesitamos tareas de inversión, de proyectos, de finanzas para buscar una rentabilidad futura en nuestras comunidades rurales, que tienen múltiples necesidades”.
La Tecnicatura en Administración de Empresas Agropecuarias fue especialmente diseñada en una currícula de dos años de duración. En este primer período fue dictada conjuntamente entre tres facultades de la UNL: Ciencias Agrarias, Veterinarias y Económicas. A través de cursos teóricos y prácticos, los estudiantes aprendieron técnicas agrícolas de bajo costo y el mercadeo de productos. Están capacitados para proyectar, organizar y gestionar su propio emprendimiento económico y laboral, en forma individual o asociada, entre otras salidas laborales posibles en su zona rural, con economías dedicadas a actividades agrícolas, ganaderas o de turismo artesanal.
“Provengo de Maragua (Chuquisaca, Bolivia) y esta experiencia valiosa servirá para intentar superar las necesidades de mi comunidad quechua ya que todos saben de las luchas de los pueblos indígenas. No será fácil pero espero conseguir apoyo”, destacó Mario Romero, de 23 años.
Por su parte, Jesús Castro, de Perú, siente que aprendió “muchos conocimientos y herramientas para desarrollar nuevas ideas y proyectos relativos a la agricultura. Quiero innovar, aprovechar los recursos de la zona y ayudar a mi comunidad”.
Además, estos chicos que llegaron a Esperanza con diversos marcos culturales, compartieron la realidad santafesina e interactuaron con estudiantes universitarios tanto argentinos como otros intercambistas extranjeros. En el verano, hicieron dos viajes de estudio por el país.