Investigación del Conicet

Fútbol y patria: ¿somos más nacionalistas durante el Mundial? (I)

Los Mundiales constituyen el mayor espectáculo global de la industria cultural y el público participa ansioso del mismo. El fútbol, ¿permite la aparición de relatos nacionalistas?, o es un desborde publicitario y político que poco tiene que ver con la pasión por este deporte?

 

(C) Conicet Bs. As. - Conicet Santa Fe - El Litoral

Existe la idea de que el mundo entero entra en una fiebre nacionalista en cada Copa del Mundo. Sin embargo, es imprescindible entender cada caso local y, sobre todo, cada momento histórico. La Antropología y la Sociología latinoamericanas han trabajado en los últimos 25 años sobre esta pasión de multitudes. En “Fútbol y patria”, publicado en 2002 y reeditado -ampliado- en 2008, el Dr. Pablo Alabarces, investigador principal del Conicet, analizó las relaciones entre fútbol, identidades y nacionalismo en la Argentina a lo largo de la historia local de este deporte. La primera edición cerraba en el Mundial de Corea-Japón; la segunda, se ampliaba hasta Alemania 2006. Las investigaciones sobre las relaciones entre el fútbol y el nacionalismo coinciden en que es imposible formular una teoría general. Sobre la base de ciertas coincidencias, los modos en que el deporte, en especial el fútbol, ha permitido la aparición de los relatos nacionalistas se modifican en función de múltiples variaciones.

Particularidades

El fenómeno es distinto en Brasil o en la Argentina; en Ecuador o en México; en España o en Escocia. “En Ecuador, las clasificaciones a los Mundiales constituían acontecimientos desmesurados, pero porque la selección era uno de los pocos elementos que permitía superar las diferencias identitarias abismales -que el fútbol local reproducía- entre la sierra y la costa, diferencias que reaparecen incólumes transcurrido el Mundial”, analiza el Dr. Alabarces. Pero según también este sociólogo, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en México, el fútbol canaliza, cada cuatro años, una expectativa desbordada, aunque se trataría más “de un desborde publicitario y político” que realmente popular y, así, durante lo que llama ritual futbolístico, habría una “suspensión de las hostilidades”.

En Europa no se consigue

En España, el fútbol se presenta como una solución imaginaria a las diferencias regionales, solución que no se consigue debido a los nacionalismos comunitarios -vascos y catalanes, en particular- que rechazan toda identificación con lo que llaman “el Estado español”. Para los catalanes, el Barça, y para los vascos el Athletic, de Bilbao, sus equipos ocupan ese símbolo nacionalista, sin tener en cuenta la selección nacional. En tanto, en Escocia, los estudiosos hablan de un “nacionalismo de 90 minutos”. La identidad escocesa, con su conocido “corazoncito maradoniano”, se condensa en sus selecciones aunque el éxito sea efímero.

¿Somos más nacionalistas durante el Mundial de Fútbol?

La idea de que el mundo entero entra en una “fiebre nacionalista” en cada Copa del Mundo sería, a esta altura, una mala interpretación. Los brasileños son más nacionalistas que los argentinos, pero la Copa de 2002 fue celebrada como una “Copa gaúcha”, y los clivajes regionales brasileños tienen una enorme envergadura, difícil de superar. Los argentinos aparecen como históricamente más ligados a los avatares de sus selecciones, pero esto se comprueba apenas en el período de esplendor de Maradona, mientras que después de la Copa de 1994 los hinchas se replegaron a sus aficiones locales, dejando a la Selección en un modesto segundo plano. “Las coincidencias son, a esta altura, más o menos obvias: el fútbol -y, de nuevo, los distintos deportes- son un mecanismo típico de articulación de fenómenos de identidad, desde el nivel micro del barrio hasta el mayor de la Nación”, destaca Alabarces.

Por: Isabel Cittadini -periodista; Departamento de Comunicación Institucional y Prensa del Conicet /Bs. As.-. Adaptó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/Conicet Santa Fe).

Fútbol y patria: ¿somos más nacionalistas durante el Mundial? (I)

“Los deportes son un mecanismo típico de articulación de fenómenos de identidad, desde el barrio hasta la Nación”, sostiene el Dr. Pablo Alabarces, investigador del Conicet.

Foto: Agencia DyN