Anabel Gaitán es especialista en nuevas tecnologías aplicadas a la educación
Desde Santa Fe hacia dos mecas del saber universal
La docente de la Universidad Católica presentó dos investigaciones sobre esa institución privada, una de ellas en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y otra en Harvard. Desde su perspectiva, la investigadora advierte: “Hoy existe una fractura de siglos entre escuela, docentes y alumnos”.
Una santafesina en Estados Unidos. Anabel Gaitán, docente de la Universidad Católica, durante su visita al edificio símbolo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Foto: Gentileza A. Gaitán.
De la redacción de El Litoral
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“Asistimos a una fractura en la convivencia entre instituciones educativas, docentes y alumnos. Una fractura de siglos, cuando en realidad deberían estar en un mismo contexto y tiempo histórico. Hoy coexisten a duras penas instituciones del siglo XIX, docentes del siglo XX y estudiantes del siglo XXI. Y, ante esta disociación, hay que pensar el lugar que ocupan las Tics”, sostiene Anabel Gaitán, docente de la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF). Lo dice en tono concluyente y asertivo, desde un lugar autorizado: es especialista en tecnologías aplicadas a la educación.
Sus investigaciones la llevaron a dos de los lugares predilectos de la comunidad académica internacional, consagrados como espacios legitimados del conocimiento universal. Gaitán presentó trabajos realizados sobre la UCSF, uno de ellos en el célebre Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, centro de investigación y desarrollo tecnológico de prestigio mundial. El segundo, en la prestigiosa Universidad de Harvard, también realizado sobre la Católica de Santa Fe.
“El trabajo presentado en el MIT, expuesto ante colegas provenientes de 40 países, narra los 18 años que nos llevaron a tener hoy en la UCSF la cátedra en Tecnología Educativa. Relatamos la evolución en el tiempo de nuestro trabajo, desde los inicios donde no teníamos nada hasta hoy, con nuestros amplios desarrollos en teleformación y carreras dictadas a distancia en la universidad”, precisó la investigadora en diálogo con El Litoral. “Nosotros mostramos nuestro camino recorrido, que fue lento, sencillo pero ininterrumpido, con cambios educativos profundos hacia adentro del modelo universitario”.
“Fue muy importante poder participar en un evento de primer nivel. Para quienes trabajamos en tecnología, el MIT es el techo máximo de nuestras investigaciones. El intercambio con colegas de otros continentes fue muy fructífero”, dijo con satisfacción. En el edificio del MIT Media Lab creado por el ya mítico Nicholas Negroponte (gurú tecnológico que anunció, en 1995, la conversión de la vida cotidiana a una suerte de “ser digital”), “hay más dinero puesto allí que en toda Colombia”, comparó.
En Harvard
El segundo trabajo fue presentado en el marco del International Journal of Arts and Sciences at Harvard University (realizado del 31 de mayo al 3 de junio) y se llamó “El ambiente de enseñanza y aprendizaje en las Universidades de hoy”. Esta investigación “abordó las dificultades de sostener proyectos educativos, cuando conviven instituciones del siglo XIX con pedagogías del siglo XX y estudiantes del XXI. Esta fue la idea concluida, la noción de fractura de lo que es hoy la escolarización”, explicó la especialista santafesina.
“Lo que hoy se denomina escolarización afronta una misma problemática en todas las regiones del mundo, no sólo en los países subdesarrollados. No tiene que ver con distintas situaciones socioeconómicas, sino con un cambio de paradigma cuya característica central es esta fractura entre los tres actores centrales”, clarificó.
Las escuelas hicieron una gran labor para el desarrollo y el progreso de los pueblos, y lo seguirán haciendo. Sin embargo, “no es posible seguir pensando que educación y escuela son sinónimos. Las nuevas tecnologías crean oportunidades de aprendizaje que desafían a la escuela tradicional. Estos nuevos “nichos” de aprendizaje posibilitan que personas de cualquier edad desarrollen sus propias experiencias educativas. Fuera de la escuela, dentro de sus hogares, en bibliotecas, en bares y en sus lugares de trabajo”, refirió Gaitán.
Para la especialista, “ya no se puede obviar que la tecnología invadió todos los ámbitos. A nosotros, desde la pedagogía, nos queda por entender cómo operan estos medios tecnológicos y cómo debemos hacer para que los estudiantes cada vez sean usuarios más inteligentes”, concluyó.