Luis Alberto Spinetta en la explanada del Rectorado de la UNL
Esa voz suave de las melodías imposibles
Luis Alberto Spinetta en la explanada del Rectorado de la UNL
Esa voz suave de las melodías imposibles
El mito viviente del rock nacional se presentó anoche en el marco de un nuevo aniversario de la casa de altos estudios. Fueron casi dos horas en las que repasó viejas canciones, presentó algunas nuevas y homenajeó a admirados creadores.
El Flaco saltó de los tiempos de Pescado Rabioso y Spinetta Jade a “Un mañana”, su última placa, sin olvidarse de Gustavo Cerati, León Gieco, Atahualpa Yupanqui y Fito Páez. Foto: Pablo Aguirre
Ignacio Andrés Amarillo
Nuevamente la Universidad Nacional del Litoral apostó a Luis Alberto Spinetta para celebrar su aniversario: la leyenda viviente del rock nacional se presentó anoche en la explanada del Rectorado con su banda completa: Baltasar Comotto (también compañero de andanzas del Indio Solari) en guitarra, Nerina Nicotra en bajo, Sergio Verdinelli en batería y el sempiterno Claudio Cardone en teclados y arreglos, sumando a la juvenil Vera Spinetta en los coros de algunas canciones.
A las 21.21 terminó la espera, con el ascenso de los músicos al escenario. El silencio se rompió con “La herida de París”, de los tiempos Spinetta Jade, a la que siguió “Nelly no me mientas”. Así comenzarían casi dos horas de muchas canciones, viejas y nuevas, y las especiales palabras del protagonista: el arte del delgado creador (relajado y sentado en una banqueta, polera roja y gafas) en su máxima expresión.
El Flaco parece haber entrado en un tren de homenajear a sus pares del panteón de la música popular. Así, se permitió interpretar “Las cosas tienen movimiento”, de aquel Fito Páez recién llegado de Rosario, para luego entrarle a “Guitarra”, un poema de Atahualpa Yupanqui que supo musicalizar León Gieco.
Luego de “pescadear” con “Cementerio Club”, llegó “Milonga Blues” de Hugo Fatorusso, “un grande del Río de la Plata”, como destacó el solista (como corresponde: cuando los uruguayos son buenos, los argentinos los llamamos rioplatenses).
Ese tramo de homenajes cerraría con “Filosofía barata y zapatos de goma” de Charly García, a la cual siguió “La mendiga”, de su último disco “Un mañana”.
Compromiso
“Algo muy importante: el tema ‘8 de octubre’ que hicimos junto a León Gieco ustedes saben que está dedicado a las víctimas de la tragedia de Santa Fe, ¿no es cierto? Entonces les voy a recomendar que los que vayan a chupar dejen manejar a otro, así no matan a nadie. Es muy importante... Santa Fe tiene que adherir como todas las otras provincias a la Ley de Vialidad Nacional. Muere mucha gente en la Argentina por causas evitables, en accidentes de tránsito”. Tras la arenga, Spinetta pasó a interpretar la canción citada.
El viaje siguió con “Alma de diamante” de Spinetta Jade con un peculiar solo de Cardone, logrando un sonido y un toque guitarrístico en sus teclas (¿para cuando una versión a dúo con Luciana Segovia, vocalista de Cirse, quien hiciera su propia interpretación del tema? Muchos pagarían por ver a ese dúo).
En familia
“Canción de amor para Olga”, de “Un mañana”, se lució con elaborados arreglos y orquestaciones programados por Cardone. De vuelta a los homenajes, fue el turno de “Té para tres” de Soda Stereo: “Para Gustavo Cerati con toda la polenta de Santa Fe, de todo el país y del mundo, por su pronta recuperación”, fue el comentario de cierre, ante la ovación del público.
“Voy a presentares a Vera Spinetta” afirmó el orgulloso padre, para darle entrada a la actriz revelación de “Las viudas de los jueves”. “¡Suegro!”, gritó un espectador, lo que fue respondido por el patriarca con un “Si no tenés guita ni figurás, loco”, con una voz más áspera que su sutileza habitual.
Justamente, sutil es también la voz de Vera (enfundada en un tapadito que hubiera lucido contenta Anna Karina o alguna otra estrellita de la nouvelle vague), por lo cual se acopló armónicamente a la de su “viejo” en “Proserpina” y “Cabecita, Calesita”. “Tengo un babero USB: lo conecto a la compu para que me dure”, afirmó el ex Almendra luego de la partida de la doncella, abrazo y beso de buena hija mediante.
Despedida
Después de una explosión blusera en la que se lucieron Cardone y Comotto, llegarían para el cierre dos temas más del último disco: “Mi elemento” y “Tu vuelo al fin”, y el eterno “Durazno sangrando”, con Vera nuevamente en los coros. El reclamo popular sólo generaría un solo bis: luego de hincarse en una reverencia ante su público, el Flaco reversionó (en una puesta más “rocanrolera”, como se diría ahora) “Rutas argentinas”, tras lo cual la partida sería definitiva, abriendo la espera de una nueva visita.