Por el aumento de precios

En los almacenes se busca lo más barato y sólo se lleva lo justo


Comerciantes coinciden en que son muchos los clientes que optan por los productos económicos o segundas marcas. Y dicen que, en general, compran solamente lo indispensable.

1_AA.jpg

Centenario. El almacenero asegura que vende menos leche y que la gente compra salchichas y hamburguesas porque la carne es muy cara. Foto: Amancio Alem

 

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

El aumento generalizado en el valor de la canasta básica, apuntalado por el precio de la carne pero que también impacta en lácteos, bebidas, panificados y embutidos, repercute en los hábitos de consumo en los barrios: la gente busca los mejores precios, no duda en recurrir a segundas marcas y muchas veces opta por comprar sólo lo que necesita.

Una recorrida por almacenes y despensas de distintos barrios permitió constatar esta situación. De los comerciantes consultados, casi todos coincidieron en que la gente se fija mucho en los precios y opta por los más baratos, y en que el aumento de precios, con variantes, se da en un espectro muy amplio de productos, sobre todo los alimenticios.

“Bajó la venta de pan, lácteos y bebidas” admitió Teresita Vera, propietaria de una despensa en el corazón de barrio Roma. Sin embargo, manifestó que “no es que la gente deja consumir sino que reparten las cantidades. Antes por ejemplo compraban dos o tres leches, ahora compran una. O una docena de huevos y ahora dos o tres” unidades.

Detrás de las rejas de su almacén de Barranquitas, Gerardo García coincidió en que sus clientes “buscan pagar menos llevando marcas menos conocidas”. “Te doy un ejemplo -propuso- el cliente viene y pregunta ¿A cuánto tenés el cremoso? No le importa la marca, sino el precio. Le decís cual es el más barato y lo lleva” contó.

“No es que perdimos clientes, al contrario, tenemos más, pero llevan mucho menos, compran lo justo y necesario. La gente ya no lleva al mediodía para que le quede para la noche” manifestó Mónica Martínez, mientras hacía un alto en el trabajo de su comercio de Candioti Norte. Te piden “el más barato, rezongan si no es bueno pero lo llevan igual” recordó.

Los clientes “recorren más, caminan, no se quedan con los precios que ven en un lugar” admitió Orlando Musuruana, almacenero de barrio Ciudadela. Y remarcó que, a pesar de que en su barrio todavía siguen eligiendo calidad antes que precio en gaseosas y cervezas, si “comparan y discuten”.

Casi la misma realidad pintó Florido, dueño desde hace varias décadas de un tradicional almacén ubicado en el Centenario: “La gente busca precios y consume lo más barato, aunque a veces sea de mala calidad”. También comentó que es muy frecuente que lleven productos sueltos, que resultan más accesibles.

Más arroz y fideos

El cambio en el consumo no pasa sólo por comprar menos y mirar precios sino también por ver que productos se adquieren. “Lo que se dejó de consumir es la carne y se vende más arroz y cereales” afirmó Musuruana y dijo que “se mueven los fiambres, pero los más económicos”, un punto en el que coincidieron los otros comerciantes consultados.

El almacenero del Centenario explicó por su parte que las bebidas se siguen consumiendo mucho, al igual que arroz y fideos, y comentó que notan más salida de hamburguesas y salchichas. También reconoció que vio una merma en la venta de leche. “La consumen menos o buscan algunas desconocidas, más baratas” dijo.

2_aa.jpg

Barranquitas. Los vecinos eligen siempre las marcas más baratas y no priorizan la calidad.

Foto: Amancio Alem

Carne y lácteos, los más caros

Los datos del Instituto de Estadísticas y Censos de Santa Fe (Ipec) precisan que en el mes de septiembre se verificó un incremento anual del 74,55 por ciento en el valor del kilo de nalga y del 81,16 por ciento del kilo de carne picada. Por otra parte, los mismas mediciones marcan que para manteca, queso y leche los aumentos anuales rondan en promedio el 50 por ciento.

Por otra parte, mediciones de consultoras privadas que fueron citadas esta semana en medios nacionales indican que los alimentos básicos tuvieron una suba superior al 40 por ciento en el último año. Si bien la carne fue uno de los alimentos que más aumentaron, el impacto también se da en frutas, verduras, lácteos, panificados, fiambres y embutidos.