La pionera ley santafesina obliga a constituirlos en cada empresa.
Empleados y empresas evalúan a los Comités Mixtos de Salud
El ministro de Trabajo, Carlos Rodríguez, tuvo una activa participación en la Legislatura, a fines de 2008, para vencer las resistencias a la norma, única en el país.
Foto: Pablo Aguirre (Archivo El Litoral)
En Latinoamérica sólo Argentina y Panamá no tienen una ley que cree un ámbito de discusión entre empresarios y trabajadores para atender la higiene, salud y seguridad laboral. Santa Fe examina su experiencia inédita.
De la redacción de El Litoral
La Legislatura santafesina aprobó el 4 de septiembre de 2008 la llamada ley de Comités Mixtos, que técnicamente se denomina Comités de Salud y Seguridad en el Trabajo. La norma fue promulgada y reglamentada en cuestión de días y para el 24 del mismo mes ya estaba vigente.
Santa Fe quedaba así bajo un régimen de excepción, y al cabo de dos años y medio de aplicación, el gobierno ha decidido evaluar su marcha. La norma es “un instrumento que los sindicatos deben saber utilizar”, define el ministro de Trabajo Carlos Rodríguez.
El funcionario -a horas de la celebración de un taller en el que las partes involucradas debatirán cómo funcionan los comités mixtos- dijo que desde la sanción de la norma “que se votó por unanimidad, aunque con 4 abstenciones”, ha logrado imponerse a los prejuicios.
En rigor, 2008 no era un año fácil para las reivindicaciones gremiales. Incluso, muy poco después, en noviembre, se sancionó una ley de emergencia laboral que buscó aquietar el panorama de los despidos y las cesantías. Hoy Rodríguez ríe sonoramente cuando recuerda en qué contexto económico se sancionó la ley.
“Me parece que pese a todos los temores y los prejuicios se impuso el sentido común. Tenemos el gusto de que hoy, incluso los legisladores que en su momento se abstuvieron nos reconozcan los beneficios de la ley”, pionera en el país.
“De toda Latinoamérica, sólo la Argentina y Panamá no tienen una norma como la que rige en Santa Fe. Es consagrar el derecho a defender el mundo del trabajo. Hay a nivel internacional 6.000 personas que cada día mueren en el lugar a donde van a conseguir su sustento: es muy grave”, dijo el ministro.
Ante una consulta, Rodríguez recordó que una de las modificaciones sustanciales sobre el proyecto original -enviado por el Ejecutivo- fue disponer que los delegados gremiales (y no nuevos delegados) sean quienes representen a los trabajadores en esos comités.
Cuando se le recordó que el sentido inicial de la norma tenía el propósito de promover las elecciones de delegados en cada empresa, Rodríguez dijo que no tenía información sobre si han mejorado los niveles de sindicalización en estos dos años y medio.
“Todavía no podemos medir, sabemos que la ley ha impulsado la elección de delegados sobre todo en la construcción, pero no podemos aún cuantificarlo: pensamos que todavía los niveles de sindicalización son bajos o muy bajos, como en todo el país”, dijo Rodríguez.
“En la medida que vaya avanzando la sindicalización habrá más delegados. Es un proceso paulatino de luchas. La historia del mundo, esos 6.000 muertos por día en el planeta en el trabajo, nos dicen que hay menos comités que los que se necesitan”.
Para el ministro, el mercado laboral también influye en las condiciones de seguridad, higiene y salud. “Basta recordar que en los años del pleno empleo había una verdadera disputa por la mano de obra y que las empresas, además del sueldo, competían por otorgar beneficios generales en las condiciones de trabajo”.