En algunos tramos, es peligroso el tránsito

Marcado deterioro de la autopista Santa Fe-Rosario

El anuncio de una merma en el costo del peaje para la autopista Santa Fe-Rosario a partir del 1º de julio -no ejecutado aún en la práctica-, no disimula la enorme brecha entre el costo y el estado actual de la traza, que requiere de intervenciones estructurales.

Néstor Fenoglio

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La autopista Santa Fe-Rosario, una ágil y directa vía que descuenta los 157 kilómetros entre la capital y la principal cuidad de la provincia, muestra hoy un estado lamentable, de marcado deterioro y tramos que son directamente peligrosos. Y todo ello, además, con un costo de 24 pesos para el recorrido ida y vuelta (ahora se anuncia, previos trámites y habilitación de nueva tecnología, demorada, que baja un 20%, esto es, 4,80 pesos por peaje, 19,2 pesos en total), que contrastan con los “servicios ofrecidos” por recorrerla.

“En realidad, me tendrían que pagar a mí por poner el auto acá arriba” se quejó amargamente Nicolás, un comerciante que viaja muy seguido a Rosario y utiliza a diario la autopista.

El Litoral planteó un recorrido -se hizo el martes 28 de junio- de ida y vuelta, para relevar algunos de los más notorios deterioros, así como la concreción de algunas obras.

Recorrer la autopista, antes una experiencia placentera, obliga a los automovilistas a estar muy atentos y en algunos casos, tensos. Es que esta autopista, próxima a cumplir cuarenta años, muestra en su calzada las distintas marcas y parches que le sumaron los años, proceso que se aceleró en los últimos años, con el boom de nuestra agricultura y el continuo paso de camiones cargados hacia los puertos rosarinos.

Visualmente, se nota: toda la traza parece una de esas colchas que las abuelas tejían con retazos de lana de distintos colores. Y luego los parches de brea, parecen el “decorado” de un repostero con Parkinson. Por supuesto, lo visual no es lo importante, o no lo es tanto. Lo cierto es que además de lo cromático, está la realidad.

Hay muchos sectores con banquinas muy rotas y asfalto deformado o acanalado, especialmente en la mano derecha sentido norte-sur. Los camiones han ido deformando el asfalto, hay rebordes, pozos, grietas que con lluvia se vuelven peligrosas para el manejo.

Esta situación, lo mal que está la calzada del lado derecho, “obliga” a los camiones a elegir el carril rápido, de sobrepaso y allí se instalan peligrosamente. Así es que un auto que viene incluso a la velocidad permitida -130 kilómetros- puede encontrarse con un camión que circula a 80 kilómetros y que no se moverá de allí. Con reducción de visibilidad, por las habituales bancos de niebla o de noche, esta cuestión es de extremo peligro y así lo ratifican varios accidentes, algunos con víctimas fatales.

El sobrepaso en estos casos, luego de infructuosas señales de luces, se produce por adentro, por la derecha, contra todas las normas y los manuales.

¿Cuánto?

Muchos señalan que el súbito aumento del costo de los peajes en la autopista durante esta gestión, son una consecuencia directa del retraso en la tarifa del gobierno anterior (que algunos califican de demagógica), que congeló por años en 3,50 pesos cada peaje (14 para ir y volver) y que generó un desfasaje también evidenciado en falta de obras.

El aumento del 71% que se hizo con el dificultoso proceso que desembocó en la actual concesión a Arssa (y que tuvo hasta ribetes de escándalo -acaso el único que puede reprochársele a este gobierno, en general prolijo- en algún momento cuando e gobierno provincial entregó el 29 de junio de 2010 la autopista en forma precaria a la Unión Transitoria de Empresas) coincidió con la ausencia de obras y la caída a pique del estado general de la traza. Así, los 24 pesos para ir a venir a Rosario, resultan todavía más onerosos...

Estaba anunciado para ayer la puesta en marcha de una reducción del 20% en el costo. También es una modificación respecto de lo anunciado en su momento: el año pasado con el aumento del peaje se anunció que en marzo de este año se iba a hacer un descuento de 10%. Pasó marzo, abril, mayo y junio. El descuento ahora es mayor, aunque los equipos necesarios para el telepeaje no llegaron todavía al país.

El precio del peaje “justicialista” pasó entonces de 3,50 pesos (14 para el viaje completo, ida y vuelta) al “socialista” de 6 pesos (24 para el total) y su corrección actual-futura de 4,80 para vehículos de la provincia (19,20 pesos en total).

Con los accesos, el aumento fue mayor, con airadas protestas de, por ejemplo, Sauce Viejo, porque se pasó de 1 peso a 2,40 pesos (¡140 por ciento de aumento!) y ahora se ubicará en 1,90 pesos...

Obras

Como se sabe, Arssa, conformada por la unión transitoria de las firmas Milicic SA, Laromet SA, Obring SA, Pecam SA, Rovial SA y Vial Agro SA, tiene la concesión por diez años de la autopista y en ese lapso debe realizar una serie de obras, entre ellas un tercer carril en los lugares más transitados; esto es, en zonas cercanas a Rosario y Santa Fe. Debe además hacer nuevos accesos para San Lorenzo y Capitán Bermúdez.

El pliego contempla readecuaciones hidráulicas en las intersecciones con los arroyos Colastiné, Bragado y de Los Padres.

Deben plantarse 20 mil nuevos árboles, tarea que ya comenzó; en tanto se prevé la colocación de un sistema inteligente de señalización y en nuevas luminarias.

Arssa debe llevar adelante además obras de bacheo, toma de grietas y fisuras, microaglomerados y lechadas asfálticas parciales: señalización vertical y horizontal; perfilado de banquinas, taludes y zonas marginales; limpieza y reposición de señales camineras, mantenimiento de demarcación horizontal, reparación y reposición de barandas de defensas; reparación, reposición y pintado de columnas de alumbrado.

A ello debe sumar el mantenimiento de semáforos (donde los hay) y postes SOS, servicios al usuario SOS, reposición de alambrados, despeje de obstáculos en calzada, limpieza, mantenimiento de desagües, alcantarillas y obras de arte mayores, mantenimiento de bosquecillos, limpieza y emprolijamiento general de la zona de camino, corte de pastos y malezas y toda otra tarea que resulte necesaria para que la autopista brinde al usuario adecuadas condiciones de seguridad y confort.

La totalidad de estas tareas, su cumplimiento, probablemente ponga más en escala lo que uno paga por transitar y lo que recibe a cambio. Hoy, claramente, hay un desfasaje que no puede ser saldado con el descuento anunciado, sino con obras.