Se inauguró un estadio con muchos cambios
Del Chateau Carreras al Mario Alberto Kempes
Son “locales”. Los hinchas paraguayos fueron amplia mayoría ayer en Córdoba y demostraron que, después de Argentina, son la hinchada más numerosa de la Copa América. Foto: EFE
La provincia de Córdoba entera mostró orgullosa el renovado escenario para el fútbol. Ayer albergó a una multitud para el choque más interesante de la primera fase y mañana seguramente estará lleno para un partido que parecía iba a ser relleno y terminará siendo clave: Argentina-Costa Rica.
Darío Pignata
(Córdoba / Enviado especial)
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El 2 de diciembre de 2010 quedó en la historia del fútbol de Córdoba: es que ese día se enterró el mito del Chateau Carreras, el estadio mal llamado mundialista y peor llamado Olímpico, que se inauguró para la Copa del Mundo Argentina ‘78. Jugaron, en esa ocasión, Racing de Nueva Italia y Talleres por el Argentino “A”.
Desde ese día del año pasado, el estadio quedó cerrado por ocho meses. Hasta que ayer, para recibir Brasil-Paraguay por la Copa América, volvió a abrir sus puertas. Cambió todo, incluso el nombre: ahora se llama estadio Mario Alberto Kempes. Una platea nueva y “dos populares desde las que ahora sí se ven los partidos” como dicen los cordobeses es el cambio más importante que lleva la capacidad hasta unos 57.000 espectadores cómodamente instalados.
El Litoral realizó la recorrida previa y los encargados del comité local siguen lamentando el paso de los autos del Rally entre los años 2006 y 2007. “Hasta allí el césped fue una alfombra, pero desde ese entonces no se lo pudo recuperar más para que luciera 10 puntos, como el resto del estadio”, comenta uno de los operarios de las cuadrillas de Crece.
Algunos datos del Mario Alberto Kempes que se inauguró ayer con Brasil-Paraguay y espera mañana que Messi más diez sean por fin once en la Argentina de Batista: 1) La platea este, que se llama Roberto Gasparini, quedó con una capacidad de 19.380 espectadores; 2) La platea oeste, que lleva el nombre de Osvaldo Ardiles, puede albergar a 14.567 espectadores; 3) La popular norte recuerda a Daniel A. Willington con 11.200 hinchas; 4) La otra cabecera, que es la popular sur, homenajea los goles de Luis Fabián Artime, con lugar para 11.200 espectadores.
El simulacro de ayer es fantástico para el partido de mañana donde también estará El Litoral. Por ejemplo, el área de estacionamiento con 13.000 vehículos (a un costo de 25 pesos que cobraban las llamadas “naranjitas”).
En cuanto al operativo en sí, se afectaron 850 policías y 120 controles de tránsito, en los accesos del Kempes. Se colocaron en red unas 13 cámaras de seguridad y se apostaron unos 15 grupos de socorro en cada una de las tribunas.
Las puertas del estadio, casi al mismo momento que ingresó El Litoral, se abrieron tres horas antes del partido. Y como el Kempes está alejado del centro de Córdoba (por movimiento, cada vez más parecida a Capital Federal), se afectaron unos 120 colectivos como servicio de transporte desde la Plaza San Martín.
Si bien se especuló con unos 50.000 espectadores en este primer juego, el tiempo de evacuación no demoró para la gente común más de una hora, en el peor de los casos. ¿Cómo lo hicieron?: le dieron un solo sentido a dos avenidas importantes (Cárcano y Gauss), además de instalar un puente militar Bailey para los que llegaron y se fueron a pie.
Aquí se jugarán en ocho días cuatro partidos: ayer Brasil-Paraguay, mañana Argentina-Costa Rica, Brasil-Ecuador y un choque más por cuartos de final (el ganador del Grupo A y el mejor tercero).
Las especulaciones de los futboleros cordobeses se complicaron con los empates de Batista frente a Bolivia y Colombia. “Todos apostábamos a tener dos veces a Argentina acá, pero ahora parece que eso será imposible, aunque también pensábamos que contra Costa Rica vendríamos sin nada, ya clasificados y cuidando a los titulares. Nada de eso pasó: ni vendrá dos veces ni guardará estrellas”, comenta José Omar, vendedor de choripones y bautizado así por el fútbol.
El otrora Chateau Carreras y ahora Mario Alberto Kempes ya conoce lo que es la Copa América, porque la recibió en el ‘87 con cuatro partidos: Brasil goleó, Venezuela ganó, Chile dio el batacazo ante Brasil y luego los mismos trasandinos ganaron las semifinales a los colombianos.
Ayer, Brasil volvía a perder y quedaba casi eliminado. Hasta que llegó el grito sobre la hora y resucitó. El Kempes, como no podía ser de otra manera, se estrenó a puro gol. Lo gozó Brasil, lo sufrió Paraguay.