Los que no terminaron
2 de noviembre de 1958
Por primera vez en la historia el clásico santafesino termina suspendido por incidentes. El partido se jugaba en cancha de Unión y a los 42 minutos del primer tiempo el tatengue goleaba 3 a 0 con tantos de Castillo, Cáceres y Cupiste. Tras ese último tanto, el árbitro Roberto Fuster debió suspender el encuentro debido a que un grupo de hinchas de Colón se abalanzó sobre el alambrado y lo derribó. El juez había expulsado al jugador visitante Córdoba por una dura falta contra Cuspite y eso generó el desborde de los hinchas sabaleros. Hubo gases lacrimógenos, piedrazos y varias personas heridas. Una de ellas fue el dirigente rojiblanco Angel Malvicino.
23 de marzo de 1969
Estaban empatando 0 a 0 en el estadio 15 de Abril, cuando a los 8 minutos del segundo tiempo el partido fue suspendido por el árbitro Aurelio Bossolino porque los hinchas de Colón arrojaron una bomba de estruendo que afectó al arquero rojiblanco Juan Pablo Garzón, quien cayó desmayado. Posteriormente, el Tribunal de Penas de la AFA le dio por perdido el partido a Colón y le clausuró la cancha por cuatro fechas. En la foto, el protagonista de la jornada: el arquero Garzón con la pelota en sus manos.
22 de febrero de 1981
Se jugaba en cancha de Unión y el local ganaba 2 a 0 con goles de Alí y Sthelik, marcando una clara superioridad. A los 43 minutos del primer tiempo, tras el segundo tanto tatengue, la hinchada sabalera agredió con un proyectil al juez de línea Claudio Casadedio, obligando al árbitro Alberto Ducatelli a suspender el partido. Se le dio por perdido el partido a Colón y se le suspendieron dos fechas la cancha por los incidentes.
11 de abril de 1999
Empataban 0 a 0 en el estadio Brigadier López. A los 17 minutos del segundo tiempo, el árbitro Daniel Giménez suspendió el partido por agresión al juez de línea Alberto Barrientos, quien recibió un piedrazo cuando estaba parado al lado del capitán de Unión, Darío Cabrol, que estaba por realizar un tiro de esquina. Se lo conoció, precisamente, como “el clásico de la piedra”. Un mes tardó el Tribunal de Disciplina en dar el fallo: partido perdido y tres puntos descontados para Colón. En el medio, las acusaciones cruzadas hicieron que se rompieran las relaciones entre las dirigencias de ambos clubes.