Trata: una forma actual de esclavitud
Naturalizada, invisibilizada y en cierto modo alentada desde un discurso social que insiste en atribuir a la mujer un rol de mero objeto, la trata de personas con fines de explotación sexual aparece como una de las problemáticas sociales contemporáneas que más espacio ha ganado en la agenda política y mediática. En los últimos años -y, particularmente, meses- se adoptaron medidas que pretenden poner un coto a una de las formas más aberrantes de abuso, del que son víctimas en forma mayoritaria las mujeres, muchas de ellas menores de edad.
En primer lugar conviene aclarar que en un concepto amplio, la trata de personas -definida como la esclavitud del siglo XXI- refiere a la explotación laboral o sexual de una persona que fue captada con engaños, o directamente secuestrada, y que mediante amenazas o violencia es obligada a permanecer en la situación de explotación.
El 23 de septiembre se conmemoró el Día Internacional de la Lucha Contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, fecha a la que la nuestra ciudad adhirió por ordenanza declarando a su vez el Día Municipal de lucha contra la Trata y el Tráfico de Personas.
Diversas medidas de orden nacional, provincial y municipal se pusieron en práctica para frenar este flagelo que muchas veces tiene a la pobreza como aliada, pero que se sostiene en la impunidad con que actúan las organizaciones dedicadas a este comercio y el lugar que se le otorga a la mujer en el imaginario social.
En julio, el gobierno nacional dispuso por decreto la prohibición de los avisos clasificados de oferta sexual y evaluó la medida -que recibió críticas por su oportunidad y por la figura legal elegida- como un paso adelante en la lucha contra la trata.
En fecha reciente, la provincia adhirió a una red nacional liderada por la hermana Martha Pelloni sumando un eslabón más en la interacción con otras ciudades del país, condición que resulta indispensable si se atiende a que el traslado de la víctima fuera de su entorno es una de las características que hacen a la naturaleza de este delito.
La realización de jornadas de capacitación, cursos destinados a integrantes de los medios de comunicación -incluso uno impartido por el propio sindicato local-, ciclos culturales dedicados a concientizar sobre el tema y charlas en las escuelas con los y las jóvenes como destinatarios, colaboran en la prevención. Sin embargo, aparecen como prioritarias acciones más decididas en el plano policial y judicial que permitan castigar a los responsables de la trata, desmantelar las organizaciones que se dedican a esta forma de comercio y desalentar su proliferación. Además, es indispensable concientizar a la población sobre la manera en que operan estas redes como también dónde dirigirse para denunciar situaciones de riesgo o de explotación, en tanto que el rol de los medios es fundamental para difundir y esclarecer, pero también para construir un discurso menos denigrante y más inclusivo.