Terminó segundo en su categoría
Terminó segundo en su categoría
El auto solar de la UTN se lució en el rally ecológico
Compitió con otros 9 vehículos similares. En tres días, logró recorrer 1066 kilómetros de rutas en el norte de Chile, sólo propulsado por la radiación y la tracción humana. Fue desarrollado por ingenieros y alumnos de la facultad local.
El auto solar que venció el desierto chileno. Terminó segundo en su categoría, tras cruzar 1066 kilómetros.
Foto: Gentileza Prensa UTN
De la redacción de El Litoral
En una satisfactoria performance, el vehículo solar de la UTN Santa Fe obtuvo el segundo puesto en la Ruta Solar 2011, una de las dos categorías de la competencia Atacama Solar Challenge, un rally Dakar ecológico realizado en el norte de Chile del 30 de septiembre al 2 de octubre. Completó un trayecto de 1066 kilómetros de carrera, compitiendo con 9 vehículos de características similares. Fue desarrollado por un equipo de 9 ingenieros del Grupo Tecnológico Automotor (GTA) y alumnos pasantes de la facultad regional local y de Paraná.
Tras un gran esfuerzo volcado a lo largo del proyecto de desarrollo del vehículo -iniciado en 2010-, “la performance del vehículo fue más que exitosa. La carrera demandó mucho trabajo, pero estamos muy contentos por toda la experiencia. Ya haber podido dar toda la vuelta, llegar a la meta, fue muy importante”, contó a El Litoral por vía telefónica el Ing. Andrés Giuliani, coordinador del GTA, esta mañana, en viaje de retorno desde el país trasandino.
La competencia estaba dividida en dos categorías: Desafío Solar, donde estaban los autos de mayor presupuesto, y la Ruta Solar, en la que compitió el auto de los jóvenes de la UTN. En esta última obtuvo el primer puesto el auto Cóndor 1, del equipo “Los Andes Solar Team”, creado por técnicos de la empresa Mining Part. Un auto de Puerto Rico -del equipo PUPR Solar Team- arribó en tercer lugar. Otro vehículo de una universidad argentina también se llevó un premio: el Pampa Solar, de la Facultad de Ingeniería de Olavarría de la UNICEN (Argentina), por ser el que mayor energía solar utilizó durante toda la competencia.
Misión cumplida
La “odisea” comenzó en el viaje de ida. Cuando los “intrépidos” iban para Chile con todas las ilusiones y expectativas, surgió un problema eléctrico: por un cortocircuito, se prendió fuego una parte del envoltorio de los paneles solares. “Debimos trabajar en la reparación del desperfecto. Luego, durante el viaje, convertíamos los hoteles donde íbamos parando en talleres mecánicos”, dijo el joven ingeniero, sonriendo por lo que ahora se cuenta como una anécdota, pero que en su momento fue un condicionante que casi compromete la participación en la carrera.
Hubo 15 autos inscriptos para la Ruta Solar, pero sólo 9 pasaron las pruebas de clasificación. “Nuestro vehículo largó último. Al principio no sabíamos hasta dónde íbamos a llegar. En el camino había tramos con elevaciones muy pronunciadas, muy difíciles de hacer con el auto. Es una zona muy desértica, muy árida. No hubo la radiación que esperábamos (fundamental para el funcionamiento del auto), pero el sol se siente fuerte en el desierto. A medida que avanzábamos nos sorprendíamos: ¡Podíamos, podíamos llegar! Finalmente, lo logramos”, exclamó Giuliani.
En nombre del equipo, el profesional quiso destacar la colaboración de la facultad y de los patrocinantes que hicieron posible concretar la participación. “Lo vivido fue algo muy importante para nosotros. Y para los chicos pasantes, pues esta experiencia les servirá en la aplicación de los conocimientos técnicos en mecánica. Ojalá que volvamos a participar”, cerró.
Prototipo santafesino
El vehículo fue desarrollado por el Grupo Tecnológico Automotor (GTA) del Departamento de Ingeniería Mecánica de la UTN Santa Fe. Además, colaboró en la construcción el Laboratorio de Electrónica de la Facultad Regional Paraná de la UTN. Está impulsado por la energía eléctrica que le brinda tanto el panel solar como el banco de baterías que posee. Para su realización y participación en el Atacama Solar Challenge colaboraron empresas nacionales, locales y organismos. La competencia buscó fomentar el desarrollo de vehículos de bajo costo, como así también el desarrollo de energías alternativas en universidades latinoamericanas.