llegan cartas
La Revolución de los 7 Jefes
Denis A. Orlando
Señores directores: Con motivo de cumplirse el 438º aniversario de la fundación de la ciudad de Santa Fe, me atrevo a escribir estas líneas para recordar la llamada Revolución de los Siete Jefes. Este acontecimiento histórico tuvo lugar en la primitiva ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, que fuera fundada por el vizcaíno Don Juan de Garay, cumpliendo su sueño de “abrir puertas a la tierra”, concretando el mismo el 15 de noviembre de 1573.
El movimiento fue organizado y ejecutado por los “mancebos de la tierra” llamados así por ser criollos nacidos en estas tierras. Las causas que dieron origen a este alzamiento son varias, siendo las principales: el reparto de tierras que hizo Garay apenas fundada la ciudad y que al parecer no era muy justa; las pretensiones de Gonzalo de Abreu, gobernador de Córdoba, quien afirmaba que Santa Fe y su territorio eran integrantes de su gobernación, quien se había comprometido apoyar a los complotados; el resentimiento de estos criollos por haberse dado a un extranjero el mando de la ciudad al flamenco Simón Jaques; el hecho de que Garay distribuyera los principales cargos a parientes del adelantado Vera y Aragón, y también la disconformidad de los pobladores con la elección solamente de españoles para ejercer los cargos de alcades. Muchos historiadores ven como causa real la rivalidad ya iniciada entre los peninsulares y los criollos, ya que estos predominaban en número pero no así en el gobierno de la ciudad, y afirman que este alzamiento fue el verdadero pregón de los días de Mayo. Según Angel Caballero Martín fue “el primer movimiento separatista del Río de la Plata”, ya que tuvo lugar el 1º de junio de 1580 (vísperas de Corpus), es decir 230 años antes del 25 de Mayo.
Debo dejar expresa constancia que esta breve reseña histórica la extraje consultando la “Historia de Santa Fe” del Dr. Leoncio Gianello, que recomiendo a quien lea estas líneas.
La revolución fracasa por errores y, principalmente, por traiciones. Los principales complotados son ejecutados, quedando abortado el movimiento, pero estimo fue una semilla que germinando estalló en un grito de libertad, concretado luego en los acontecimientos de Mayo de 1810.
Tal es el relato histórico; ahora llega el momento de conocer a las principales figuras de este pronunciamiento: Lázaro de Venialvo, Diego de Leiva, Rodrigo de Mosquera, Ruy Romero, Diego Ruiz, Pedro Gallego y Francisco de Villalta.
Será de estricta justicia perpetuar sus nombres en calles y/o plazas de la ciudad, que según mi búsqueda tienen este homenaje sólo los cuatro primeros; el resto -Ruiz, Gallego y Villalta- no los he ubicado en el plano de las calles de la ciudad. Si fueron omitidos, creo que deben ser también homenajeados. Asimismo, debería erigirse un monumento que perpetúe este acontecimiento.
Además, mi intención como santafesino va más allá; no solamente recordarlos en nomenclatura de calles, sino resaltar este movimiento que fue verdaderamente, como ya se dijo, un estallido por la libertad y la autodeterminación de un pueblo en búsqueda de su destino como nación.
Santafesinos, como homenaje a estos patriotas, les solicito divulguen este accionar histórico de nuestros antepasados, y que nos llene de un legítimo y profundo orgullo vivir en este suelo que ellos previamente habitaron.