Balance de la saliente ministra Elida Rasino, tras 4 años de gestión

“Las políticas educativas que dejamos necesitan continuidad”

La funcionaria destacó las mejoras otorgadas al sector docente y la inversión de $ 450 millones en refacción de escuelas. Reconoció que no pudo cristalizar su idea de que los chicos almuercen en sus casas en lugar de hacerlo en los comedores escolares. Y admitió que el plan nacional Más Escuelas arrojó pocos edificios construidos en la provincia.

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Rasino aseguró que la “cultura de confrontación” está muy arraigada en la docencia y que llevará tiempo y trabajo revertirla. Foto: Amancio Alem

 

Mariela Goy

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El gobernador Hermes Binner destacó como “un logro” haber mantenido durante 4 años a la misma funcionaria al frente del Ministerio de Educación, una de las áreas de gobierno más críticas y conflictivas. La depositaria del crédito es la profesora Elida Rasino, que dejará su cargo en diciembre para asumir como diputada nacional electa.

“Nunca pensé en renunciar a ninguna de las oportunidades que la vida me ha dado, y ser ministra de Educación es la oportunidad más maravillosa que puede tener un docente”, contestó Rasino cuando El Litoral le preguntó si consideró “colgar los guantes” durante alguna de las álgidas disputas con los gremios docentes.

En la última entrevista de balance, la titular de la cartera educativa destacó que las políticas implementadas por su gestión “necesitan de continuidad” para consolidarse, desafío que asumirá su sucesora, Letizia Mengarelli, figura fuerte del equipo de trabajo ministerial.

- En 4 años de gestión, hubo 32 días de paro. ¿Le parece exagerado teniendo en cuenta que este gobierno le fue otorgando mejoras al sector docente?

- Venimos de muchos años de una actitud de los gobiernos tremendamente dura con el sector docente, que ha desarrollado una cultura de victimización, profundamente reactiva, con mucha dificultad para el diálogo. Creo que si hay alguna deuda que como sociedad no hemos podido saldar es comprender que la democracia es diálogo y construcción de consenso. Esta cultura de confrontación es la que nosotros intentamos revertir; hemos avanzado pero no hemos podido desterrarla totalmente. Esta gestión generó una ley de paritarias que consagra el diálogo; es la provincia que más ha aumentado los salarios docentes en el último año; prácticamente hemos saldado todas las deudas y situaciones de injusticia que venían reclamando los maestros por décadas; se han generado políticas innovadoras en la formación de los docentes.

- ¿Qué deja su gestión como impronta o legado en política educativa?

- Hemos planteado algunos tópicos muy fuertes que se van a ir viendo con el tiempo. Uno es este de plantear el diálogo con los docentes. El otro aspecto es haber centrado nuestra política educativa en la formación docente, pero no en una formación tradicional donde el docente se sienta y escucha teorías, sino en una formación en la que se generan dispositivos activos que se instalan dentro del aula. Algunos ejemplos son los Talleres de Producción Pedagógica (TPP), la conformación de coros escolares, la existencia de 310 escuelas secundarias que crearon las Ruedas de Convivencia -que son espacios de reflexión y de acción conjunta-, la formación de tutores que sepan a escuchar a los jóvenes. Detrás de esto hay un concepto de aprendizaje que sostiene que uno aprende lo que vive, que lo primero es modificar la realidad concreta del aula. Es un principio pedagógico muy viejo que hemos instalado como política de Estado para todas las escuelas, con la idea de que tenga continuidad.

- ¿Se va conforme? ¿Qué no pudo cumplir?

- Todo esto está en marcha y es medular, como también lo es haber tomado en serio el tema de infraestructura edilicia. Hemos invertido 450 millones de pesos solo para reparar las escuelas y generar algunas ampliaciones. Y vamos a dejar por primera vez en la historia de esta provincia un trabajo que indica a futuro dónde es necesario construir más aulas o nuevas escuelas. También hemos avanzado a nivel pedagógico en cambios en la formación de nuevos maestros que están funcionando muy bien. Lo que resta es profundizar todo esto para que se transforme en política de Estado.

También hay aspectos en los que no hemos podido avanzar como queríamos, como el tema de los comedores escolares. Mi idea es que los chicos tienen que comer en sus casas. Y esto es un trabajo que lleva tiempo, que requiere muchos equipos especializados porque hay que trabajar con las familias en recuperar la cultura de cocinar en las casas y comer en la mesa familiar. Faltó capacidad de trabajo para abordar una problemática que no puede encararse sólo desde Educación, sino desde muchas otras áreas. Se requiere tiempo para recuperar determinada dinámica familiar, fomentar en los hogares la autoproducción de alimentos, que la Asignación Universal por Hijo se use para comprar alimentos, etc.

- ¿Cuántas escuelas se construyeron en Santa Fe por el Programa Más Escuelas del gobierno nacional, durante su gestión?

- Doce.

- Recuerdo que una crítica muy fuerte que le hizo el Socialismo al gobierno anterior es que no había logrado presentar proyectos para colmar el cupo que le permitía la Nación...

- Lo que nosotros hemos verificado en estos 4 años de gestión es que prácticamente han sido muy pocas las nuevas escuelas que el gobierno nacional financió en Santa Fe. En estas 12 escuelas que estamos mencionando están contempladas muchas que fueron licitadas con anterioridad, que tal vez nosotros empezamos a construir o finalizamos la construcción. La verdad es que hay una mora del gobierno nacional en el financiamiento de construcciones en Santa Fe. Nuestra provincia ha presentado muchísimos más proyectos de los que ha podido obtener financiamiento.

- ¿Son realizables en términos económicos esos proyectos?

- Tenemos dos situaciones. Por un lado, el prototipo que se ha generado a partir de este proyecto pedagógico con su consecuente propuesta arquitectónica, excede los costos que financia el gobierno nacional. En esos casos, cuando se han construido este tipo de escuelas, el gobierno provincial ha complementado con fondos propios. Es el caso del Instituto Superior de Rafaela, que es un proyecto muy importante que se había presentado antes de nuestra gestión, y el de la Escuela Gurruchaga de Rosario. Por otra parte, nos hemos encontrado con que muchas licitaciones planteadas -con los proyectos que habilita el gobierno nacional y con los montos que dispone- fueron cayendo. Son licitaciones que no prosperaban porque no hay un reconocimiento del gobierno nacional de la proyección inflacionaria; entonces, las ofertas de las empresas excedían los montos presupuestados o bien las empresas ofrecían igual dentro de lo que el gobierno nacional marcaba como precio base, pero a poco de andar las obras se caían y nos quedaron a medio hacer, con lo cual es un grave problema.

Críticas a “sectores minoritarios”

- ¿Qué solución hay al reclamo permanente de que Santa Fe adhiera a la ley nacional de educación técnica?

- En principio, adherir a una ley nacional que es de orden público, es una falacia porque nadie puede negarse a cumplir la ley. En segundo lugar, hemos cumplido más que otras provincias en cuanto a obtener los fondos del financiamiento para los proyectos de mejora de las escuelas técnicas. Acá ha habido una actitud absolutamente beligerante de un sector que no representa a las escuelas técnicas en su totalidad y que ha encontrado en una mentira repetida en forma sistemática, la posibilidad de tener la visibilidad que no tiene en función de sus representados. Me estoy refiriendo a Amet. Las propias escuelas técnicas desmienten que no haya habido preocupación por ellas.

- ¿Y con el atraso en la reforma curricular del secundario?

- El desmadre que ocasionó la Ley Federal hizo que en Santa Fe haya infinidad de planes de estudios y que haya docentes dictando cualquier materia, por ejemplo, docentes de química dando plástica. Acá hay dos cosas que van paralelas: una son los acuerdos dentro del Consejo Federal para que los planes de estudio sean idénticos en todo el país; y la otra es hacerlo sin afectar la estabilidad laboral de los docentes. Por ello, lo primero que hicimos con mucha complicación son los concursos de titularización en secundario. Una vez resuelto ese tema, la reforma curricular está encaminada sin ningún tipo de inconveniente para aplicarse en 2012. En este tema también hubo una turbulencia provocada por sectores minoritarios. ¿Qué cambió desde el año pasado a hoy? Que los docentes ahora son titulares. El tema es que al ser tan complejo el concurso, se nos fue demorando y nos arrastró también la reforma curricular.