Llegó a la ciudad para inaugurar el curso de rectores de colegios católicos
Para Sileoni, “el puente entre escuela y juventud está sano”
El ministro de Educación de la Nación aludió al deber de los adultos e instituciones de enfrentar y dar respuesta a las problemáticas de la juventud actual. Pese a todo, “los jóvenes de hoy aún valoran a la escuela y a sus maestros. Tenemos que saber escucharlos”, dijo.
De la redacción de El Litoral
El 49º Curso de Rectores de colegios católicos que comenzó ayer en el Colegio Inmaculada, fue inaugurado formalmente hoy con la presencia del ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, quien ofreció su discurso ante autoridades eclesiásticas, provinciales y municipales, y una importante convocatoria de educadores y directivos de colegios católicos de gestión pública y privada llegados de todo el país.
A la par del funcionario de primera línea nacional, participaron del acto inaugural el arzobispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. José M. Arancedo; el presidente de la Comisión Episcopal de Educación Católica, Mons. Héctor Aguer; el presidente del Consejo Superior de Educación Católica (Consudec), Alberto Bustamante; el gobernador Antonio Bonfatti; la ministra de Educación de la provincia, Letizia Mengarelli, y el intendente de la ciudad, José Corral, entre otras autoridades religiosas, políticas y educativas.
El encuentro tuvo como objetivo abrir un espacio de discusión, desde un enfoque pedagógico, sobre las complejidades y problemáticas de la juventud actual, como el consumo de droga y alcohol, la educación sexual, el despertar de la vida adulta, las nuevas pautas de convivencia y el rol de la familia, entre muchos otros tópicos. Y qué lugar ocupa ante este escenario la educación católica. Se extenderá hasta el viernes.
“Que se abran estos encuentros es una forma de reconocer que existen dificultades en nuestros jóvenes. ¿Cómo los orientamos sin sobreproteger? ¿Cómo escuchamos a los jóvenes de hoy, sin renunciar a ponerles límites en caso de ser necesario? Éstos son los interrogantes que tenemos que responder, padres y adultos. Y la escuela tiene un rol fundamental. Es la escuela la que tiene que alentar la ‘deseabilidad’ de la vida, recordarles a los chicos que la vida siempre es deseable, que merece vivirse”, subrayó el ministro.
Puente sano
“Los chicos no aprenden por lo que decimos: aprenden por lo que pensamos. Y los valores no se pueden transmitir como entidades vacías, los valores tienen portavoces concretos. Ahí entran los profesores”, resaltó Sileoni. Luego citó unos de los diálogos socráticos de Platón: “‘La juventud de hoy ama el lujo, es maleducada, desprecia la autoridad. Tiraniza a sus maestros’. Esto se le atribuye a un texto que tiene 2.500 años. Para muchos tiene vigencia. Pero yo creo que los jóvenes aún valoran la escuela”, expresó el ministro.
“Aunque muchos crean lo contrario, y por investigaciones que nosotros manejamos, los jóvenes de hoy valoran la escuela, valoran a sus maestros. Creen en un alto porcentaje que la escuela iguala oportunidades, que los maestros ayudan a pensar. Los puentes entre escuela y juventud no están rotos, aún están sanos, vivos. Y frente a esto, nosotros tenemos una extraordinaria tarea como educadores”, enfatizó.
Saber escuchar
Por todo esto, “la escuela tiene que valorar a los jóvenes, en términos profundos, no a idealizarlos, porque la idealización lleva a reproducir el modelo de la sociedad de consumo, y a tomarlos como un producto de mercado. Se trata de entender sus valores, que no son ni mejores ni peores que los nuestros, los adultos. Pero hay que saber escucharlos, interpretarlos”, expresó el ministro.
Por último, Sileoni hizo un llamado para comenzar a respetar la figura del alumno: “Si la escuela se queja constantemente de los chicos, si no confía en ellos, no los reconoce. Entonces, hay que buscar lo mejor en cada unos de ellos. Hay investigaciones que arrojan un dato negativo: a los alumnos no se los escucha. Los primeros responsables somos los adultos, el Estado, también las familias y las instituciones. Esto tenemos que cambiar”, concluyó.