La carga no debe superar el 10 % del peso del niño
Expertos aconsejan sobre el uso correcto de las mochilas
Al comprar una mochila nueva, se debe atender a ciertas características del producto que ayudarán a prevenir dolores de espalda y cuello en el niño. Controlar el uso correcto es clave.
Un dolor recurrente en su espalda es un llamado de atención del niño que los padres deben tener en cuenta. Foto: Archivo El Litoral
Mariela Goy
Cada vez más grandes, con dibujos, colores y cierres por todos lados. Las mochilas escolares distan mucho de aquel clásico portafolio de cuero negro, y en la actualidad hasta responden a los designios de la moda infantil. A la hora de comprarlas, pocos padres se fijan si cumplen con algunos requisitos básicos o controlan su uso correcto por parte del niño.
Caminar largas cuadras con una mochila inadecuada, sobrecargada o mal colocada puede causar en el chico dolor de espalda a nivel dorsal y lumbar, de cuello, adormecimiento de las manos y marcas dejadas por los tirantes, entre otros problemas.
“No produce desviaciones de columna (escoliosis), pero sí puede aumentar el riesgo de sufrir de dolores de espalda en la adultez, que es un padecimiento que tiene cada vez mayor incidencia. Quizá se crezca con un daño imperceptible, no detectable, o bien que esa sobrecarga durante la niñez influya en las condiciones de indemnidad de la columna”, advirtió el Dr. Bernardo Abramzon, jefe de Departamento Centro Quirúrgico del Hospital de Niños de Santa Fe.
El traumatólogo aconsejó, en primer lugar, que la carga de la mochila no supere el 10 % (máximo el 15 %) del peso corporal del niño; es decir, si el escolar pesa 25 kg, deberá llevar sólo 2,5 kg sobre su espalda.
“Resulta necesario calcular aproximadamente el kilaje de cuadernos y libros, porque el papel tiene un peso considerable”, dijo Abramzon.
El médico se mostró partidario de seleccionar los elementos de estudio que el alumno lleve a la escuela para evitar la carga excesiva sobre sus espaldas. “Es una tarea del padre hacer que cargue solamente lo necesario para ese día de clase y saque lo que no va a usar. Lamentablemente, en Argentina no se disponen de lockers en las escuelas como sucede en otros países, donde los estudiantes pueden guardar sus pertenencias”, adujo.
El médico no recomendó llevar un bolso extra si el escolar debe transportar una carga superior al 10 % de su peso porque sobrecargaría un hombro, provocando el mismo efecto que al usar un sólo tirante de la mochila. Más bien sugirió optar por una que tenga carrito, que permite acarrear un mayor contenido.
Características
A la hora de comprar una mochila, el doctor Abramzon aconsejó elegir una que esté dividida en compartimentos para distribuir mejor la carga; que posea tres tiras (dos para los hombros y una para la cintura); que esos tirantes sean gruesos y acolchados para evitar que puedan dejar marcas en la piel; que la parte de la espalda sea acolchada para brindar estabilidad.
Además, recomendó a los estudiantes secundarios nocturnos que elijan una mochila con elementos reflectantes para ser vistos desde lejos.
Sobre el uso, los padres deben tener en cuenta la correcta colocación. Debe ir bien pegada al cuerpo a nivel de la espalda y terminar sobre la cintura. “A veces los adolescentes para hacerse los compadritos la usan muy abajo de la cintura con las tiras flojas. Las correas deben ser anchas y colocarse relativamente tensas de manera que permitan la movilidad de los brazos”, dijo el profesional.
Prohibió terminantemente llevar la mochila en un solo hombro, como suelen usarla los adolescentes, y sostuvo que el tronco debe estar estable cuando se coloca la mochila y se ajustan los tirantes porque se pueden provocar esguinces de columna si hay movilidad exagerada con carga.
Si el niño o adolescente al colocarse la mochila adopta una posición viciosa, tiene un exceso de carga o está mal distribuida, si aparece dolor de espalda, de cintura o cuello, adormecimiento de las manos, “son todas señales de que algo estamos haciendo mal y debemos corregir”, advirtió Abramzon.