Ingeniería
Por qué se inclinan las torres
(C) Conicet Buenos Aires Conicet Santa Fe - El Litoral
El ícono londinense -la torre del Big Ben- se desvía un milímetro por año debido a la cercana construcción del subte. La torre, levantada en 1858, podría padecer las mismas consecuencias que aquélla de la ciudad italiana. La edificación del campanario para la catedral de esta ciudad se encargó al arquitecto Bonanno Pisano hacia 1173, quien propuso erigirlo en forma de columna y separado de la iglesia. La torre alcanza 55 m de altura, pero sus cimientos sólo tienen 3 de profundidad. Poco después de que se empezara a construir, a comienzos del siglo XII, el suelo empezó a ceder y así continúa desde entonces, lentamente.
Por qué se inclinan
En general, cuando esas estructuras se diseñan no se tiene en cuenta que se deterioran y sufren distintas patologías. Por eso hoy, dentro de la Ingeniería Estructural, se crearon subdisciplinas como Salud Estructural y hasta Patología Estructural. Si se habla de enfermedades de las estructuras, debe señalarse que las partes de acero sufren corrosión mientras que las de hormigón se degradan con el transcurso del tiempo. Por eso se puede decir que, en líneas generales, hay tres factores que afectan a las estructuras: “Uno es el error de diseño inicial, como el de la Torre de Pisa. La fundación era inadecuada, poco profunda, que hizo que sufriera la inclinación porque es el suelo el que padece deformaciones diferenciales por ese error inicial”, explica Ricardo Ambrosini, especialista en ingeniería de estructuras en el Instituto de Mecánica Estructural y Riesgo Sísmico de la Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza). Pero cuando se analizan las estructuras debe considerarse también el cambio de condiciones de uso a lo largo de los años. “Un ejemplo puede ser el de un edificio destinado para una función, que después se convierte en una biblioteca: las cargas que tendrá que soportar son mayores a las pensadas inicialmente”, expresa. Por último, los factores que también alteran ciertas construcciones son los fenómenos externos tales como los terremotos y los tornados.
En busca de la solución
En Pisa fue importante la intervención de especialistas en Salud Estructural que pudieron remediar, en parte, el problema de la torre. La solución final que adoptaron y ahora ha logrado estabilizarla fue algo muy sencillo, aunque complicado de materializar. Se realizaron perforaciones en el lado opuesto a la inclinación, y esto hizo que cambiaran las condiciones del suelo. “Esto logró disminuir el grado de inclinación, y la buena noticia es que la Torre de Pisa hoy está estabilizada. Y que, por ahora, el Big Ben no corre peligro”, concluye el especialista.
* Por Isabel Cittadini (Comunicación Institucional y Prensa; Conicet Bs. As.). Adaptó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/Conicet Santa Fe).