Tras el incendio sufrido a principios de febrero

Vicentín reanudó la producción de algodón en su planta de Avellaneda

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El cartel da muestras de la reactivación de la planta algodonera. Contrasta con algunos vestigios del incendio -el mayor de la historia en el norte-, que pueden observarse en las paredes de uno de los galpones. Foto: Agencia Reconquista.

A dos meses del siniestro, la empresa reinició su actividad. Aún resta llegar la nueva maquinaria adquirida en el exterior. Por otra parte, la firma apuesta fuerte a la producción de excipientes farmacéuticos.

 

Agencia Reconquista

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A pocos días de cumplirse dos meses de la infortunada madrugada en que un incendio voraz arrasó con la planta de algodón hidrófilo que funcionaba en el complejo Vicentín en Avellaneda, la semana que pasó una pancarta de fondo blanco y letras en vivos rojos colgada en el paredón del frente de la industria anunció la buena noticia: “Ya estamos produciendo nuevamente”.

La tarea de reconstrucción para volver a poner operativos los procesos de producción de algodón significó un esfuerzo conjunto de los empresarios y los trabajadores de la planta. Ese trabajo mancomunado rindió sus frutos y en menos de dos meses la fábrica pudo retomar su producción.

Desde Vicentín se informó que “los trabajos de recuperación de la planta han sido incesantes, primero con la tarea de remoción de escombros, luego con la limpieza y ahora con la puesta en marcha nuevamente de las primeras máquinas”.

La algodonera del grupo empresario es líder en el país en cuanto a procesamiento de algodón y emplea a centenares de obreros, que desde un primer momento fueron ratificados en sus puestos de trabajo.

Insumo clave

Por otra parte, la firma con inversiones en diversos rubros confirmó su incursión en la producción de excipientes (Ver El Dato) para la industria farmacéutica, un insumo clave para la fabricación de comprimidos que en la actualidad debe ser importado.

El producto fue desarrollado por científicos de la Universidad Nacional del Litoral, institución que mediante contrato transfirió el conocimiento a Vicentín para que aborde la tarea de la industrialización.

“La planta está montada prácticamente en su totalidad, y en estos momentos se están haciendo pruebas en vacío, aunque no puedo precisar en cuánto tiempo se podrá empezar a producir”, explicó el directivo Héctor Vicentín, quien sostuvo que una vez con la capacidad a pleno, Vicentín se convertirá en el primer productor de excipientes de la República Argentina.

La iniciativa comenzó a gestarse cuando un equipo de investigadores de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral, de la mano del ingeniero Luis Mina, desarrolló un insumo denominado celulosa microcristalina (Cemic), que se utiliza para la fabricación de comprimidos.

A partir de la firma de un convenio con la UNL, Vicentín producirá -con tecnología específica adquirida en Bélgica y Estados Unidos- los excipientes de medicamentos con pelusas de la semilla del algodón, en una planta industrial que se edificó en Avellaneda para producir en principio 600 toneladas/año y que proyecta para una segunda etapa alcanzar las 1.000. Hoy, esa mezcla elaborada se importa en su totalidad, siendo unas 1.500 toneladas.

/// EL DATO

Los excipientes

son el mayor componente del medicamento, que le da volumen y forma a cada pastilla, ya que la droga es una ínfima parte, casi imperceptible. Un excipiente es una sustancia inactiva usada para incorporar el principio activo. Además, pueden ser usados para ayudar al proceso mediante el cual un producto es manufacturado. En general, las sustancias activas por sí mismas no pueden ser fácilmente absorbidas por el cuerpo humano, sino que necesitan ser administradas en la forma apropiada. Por lo tanto, deben ser disueltas o mezcladas con una sustancia excipiente. Además, los excipientes pueden ser usados para ayudar al proceso mediante el cual un producto es manufacturado.