Novedoso trabajo en la Universidad Católica

Una idea para formar líderes con sensibilidad ambiental

Una investigación propuso integrar curricularmente contenidos sobre sustentabilidad en las carreras de ciencias económicas y medioambientales. Buscan preparar profesionales que sepan establecer un equilibrio entre economía, ecología y sustentabilidad.

De la redacción de El Litoral

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Una investigación realizada en la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) propone una integración curricular de contenidos sobre educación ambiental en las materias de las carreras dictadas en la Facultad de Ciencias Económicas -como Contabilidad, Administración de Empresas, etc.-, y en aquellas de carreras medioambientales de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Ambiente -como Geoecología, entre otras- dependientes de esa casa de estudios. Con esta propuesta de articulación académica se busca formar profesionales con una visión más “sensible”, amplia y abarcativa respecto del impacto medioambiental que genera toda actividad productiva.

El trabajo propone formar futuros profesionales y líderes que estén preparados para aplicar en sus desempeños laborales un equilibrado criterio entre economía, ecología y sustentabilidad. Por ejemplo, aquel egresado que en el futuro deba trabajar en la administración de un proyecto de inversión -como la construcción de un puente o de una ruta-, será debidamente conciente del “pasivo” medioambiental que esa actividad que gestiona puede producir, y considerará el factor ecológico como una variable central -no ya colateral- a preservar. Por su novedad, la investigación ya fue presentada en otras academias del país.

La investigación se presentó en una convocatoria 2009, y concluyó el año pasado. Desde un enfoque interdisciplinario, involucró a docentes y becarios de ambas unidades académicas. Su resultado final fue la propuesta formal de incorporación en las currículas académicas de las cátedras de ambas facultades, de contenidos vinculados a la educación ambiental, con el eje vertebrador puesto en el concepto de Economía Ecológica. Ya se aplica en una cátedra, pero para que se implemente en todas las carreras de ambas facultades se deberían modificar los planes de estudios, además de tener el visto bueno de la universidad. Será un proceso que llevará tiempo.

“El objetivo fue tratar de articular las dos ciencias (Economía y Ecología); es decir, cómo gestionar una actividad económica, que siempre necesita utilizar recursos para producir bienes y servicios para satisfacer necesidades actuales, pero sin que esto genere impactos ambientales perniciosos ni comprometa las generaciones futuras”, explicó a El Litoral el Mgter. Fabio Arredondo, docente de la UCSF y director de la investigación.

Activos y pasivos

“Tomemos cualquier proyecto de inversión, como la construcción de un puente o de un edificio. Primero se debe determinar la factibilidad económica que permita saber si es posible técnica y materialmente llevar adelante el proyecto. Pero además, debe hacerse el estudio de prefactibilidad medioambiental, pues toda obra de inversión económica genera un pasivo ambiental”, explicó Arredondo. “Entonces, ahí aparece el profesional. Para ver de qué manera se pueden generar acciones que aporten un activo ambiental. Para mitigar los efectos ambientales de la actividad económica, incorporando el concepto de responsabilidad social empresaria”.

“Otro ejemplo: En el campo, los productores deben aplicar herbicidas o fumigar, pero lo tienen que hacer de modo tal que no produzcan un perjuicio ambiental”, agregó el docente. Un egresado profesional de ciencias económicas de la UCSF que deba llevar la gestión contable de una empresa cuya actividad económica genera algún impacto en el entorno vital, por su formación académica tendrá en cuenta debidamente el factor ecológico y el concepto de sustentabilidad. “El profesional con este perfil buscará siempre un equilibrio entre economía y ecología”, cerró.

Integración curricular. El trabajo busca formar nuevos profesionales con una visión más amplia acerca de la Economía Ecológica. Foto: Archivo El Litoral / Luis Cetraro