Juan Carlos Abril, presidente de la Sociedad Argentina de Estadística
Juan Carlos Abril, presidente de la Sociedad Argentina de Estadística
Un ex candidato al Nobel de la Paz
que critica las mediciones del Indec
Integró un equipo científico internacional que fue nominado en 2011 para ese prestigioso galardón. De paso por la ciudad, cuestionó las “decisiones políticas” que llevan a medir un costo de vida “ficticio”. Cree que en las academias se recupera el interés por la estadística.
Luciano Andreychuk
landreychuk@ellitoral.com
El Dr. Juan Carlos Abril integró un equipo de expertos de todo el mundo que, hace unos años, desarrolló un trabajo estadístico que contribuyó a “pacificar” los odios entre personas en la ex Yugoslavia. Ese aporte recibió la nominación al Nobel de la Paz 2011, galardón que finalmente fue entregado a tres mujeres africanas. Hoy, es presidente de la Sociedad Argentina de Estadística (SAE) y un experto en esa ciencia exacta, la que -asegura- “ocupa un lugar muy importante en la vida cotidiana de todos los pueblos”. Estuvo de paso por Santa Fe para participar de la firma de un convenio (ver aparte).
Tucumano -su tonada delata su provincia de origen-, Abril se permite opinar sobre uno de los temas centrales de la economía coyuntural: las mediciones del costo de vida que realiza el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) sobre el que pesan serias dudas y sospechas. Cuestiona duramente el modo en que se mide cuánto cuesta vivir en la Argentina, y en cómo está “manipulada” políticamente esa medición: “Hoy lamentablemente estamos en un proceso en el que o se miente abiertamente, o lo que es peor, se dicen verdades a medias. Es lo que pasa con el Indec, con la medición de los índices de precios”, dispara en diálogo con El Litoral.
“Pensemos que la estadística ocupó y ocupa un lugar importante en la vida de las sociedades modernas. Sin una labor seria en estadística, serán poco serias las actividades que se realicen en otras áreas. Por ejemplo, probar la efectividad de un nuevo tratamiento o una nueva vacuna dependerá de una buena medición estadística. Algo parecido ocurre con el cálculo de las condiciones necesarias para invertir en el país; esto sólo podrá realizarse se si hace un trabajo estadístico adecuado”, agregó.
Ficciones de lo real
—¿Qué ocurre hoy con el Indec?
—Para medir los cambios en los precios, primero hay que saber los niveles de precios. Pero si nos dicen que el costo de tal corte de carne es de 4 pesos, pero ese precio no se encuentra en ninguna góndola, ese valor entonces es ficticio. Los precios de acuerdos (con los distintos sectores empresariales) no son los que se deben registrar para el cálculo de los indicadores de precios.
Si los niveles de precios que se toman para medir el costo de vida están estancados, con el nivel de inflación que hay hoy parecería que todos terminamos siendo “ricos”. Pero cuando vamos al supermercado, o a pagar la obra social, no nos alcanza el sueldo. Somos ricos para esos precios ficticios. No somos pobres “ficticiamente”, pero la verdad es que sí lo somos. Cuando dicen (desde el Indec) que no hay índices de indigencia y que los niveles de pobreza son bajísimos en el país, eso es una ficción.
—¿Y por qué se miden mal los precios? ¿Por una cuestión metodológica o por una decisión política?
—Hay una cuestión política. Se toman políticamente los precios de los acuerdos. Uno, para que la población se crea esos números, y así no haya corridas; y dos, porque hay una porción de la deuda pública que se ajusta por el índice de precios. Si se miente en el índice de precios, el ajuste de la deuda va a ser menor. Pero eso es pan para hoy, hambre para mañana. Porque los tenedores de deuda irán a juicio contra el Estado nacional y a ese juicio lo van a ganar.
“El IVA se cobra sobre el precio cotidiano de cada producto; ese precio cotidiano aumentó un 25 %, y ahí ya hay una aproximación real a la verdadera inflación. Hoy tenemos entonces entre un 20 y un 25 % de inflación real en un año”, estimó Abril. “El Indec tiene todos los recursos económicos y técnicos para hacer muy bien las cosas. Pero todo lo bueno lo perdió en unos pocos meses, es difícil remontar ahora la cuesta perdida. Tiene que haber una vocación política para que esto cambie, antes de que haya un colapso”, advirtió.
Convenio
con la UNL
La Revista de la Sociedad Argentina de Estadística (SAE) será editada por el Centro de Publicaciones de la UNL. Este acuerdo se dio a través de la firma del convenio rubricado días atrás entre autoridades de esa casa de estudios y la Sociedad. Actualmente la revista de la SAE cuenta con 10 números editados y la UNL se hará cargo de la publicación del número 11. La edición contará con 300 ejemplares. La distribución se hará entre los asociados, librerías de la región, dentro del ámbito universitario y el sistema científico nacional. Además, se pondrá a disposición del público la obra en la Librería de la UNL y en la página web del Centro de Publicaciones.
/// EL DATO
“Hoy o se miente abiertamente, o lo que es peor, se dicen verdades a medias. Es lo que pasa con la medición de los índices de precios”, afirma Abril.
Foto: Guillermo Di Salvatore
El Nobel, la estadística y la pacificación
Abril tuvo una intensa participación en un trabajo elaborado por un equipo de científicos de todo el mundo, que culminó con la creación de la Enciclopedia Internacional de Ciencias Estadísticas, obra publicada en el mes de diciembre de 2010. “Por ese trabajo estuvimos candidateados al Nobel de la Paz 2011. Nuestra contribución fue tomar la estadística y la probabilística como un puente para reunir en paz a personas de diferentes nacionalidades y religiones que se odiaban (en la ex Yugoslavia, tras la guerra civil y del desmembramiento de ese país). Fue todo un honor recibir la nominación”, destacó.