Alto, mucho más alto: el cóndor y las corrientes térmicas

Alto, mucho más alto: el cóndor y las corrientes térmicas

Por su gran peso, estas aves aprovechan las masas de aire caliente que suben del suelo hacia la atmósfera para planear y “ahorrar” la energía que gastarían si tuvieran que aletear. Foto: Archivo El Litoral

 

(C) Inibioma/Conicet Comahue UNCo - Conicet Santa Fe- El Litoral

Según un estudio de científicos argentinos y británicos, los cóndores utilizan las corrientes de aire ascendentes como una fuente de energía tan importante como la que les brinda el alimento. El equipo, encabezado por investigadores del Conicet y de la Universidad de Swansea (Gales), siguió el camino de estas enormes aves por los cielos patagónicos. Debido a su peso, el cóndor depende de las corrientes ascendentes para volar ya que aleteando no puede mantenerse en el aire como la mayoría de los pájaros, por lo cual toma altura planeando y alcanza grandes altitudes. La investigación analizó en particular la forma en que utilizan las térmicas, las masas de aire caliente que, por ser más livianas que las frías, se desprenden del suelo y se elevan. “Seguimos el vuelo de ejemplares hembra mediante el uso de acelerómetros, aparatos que se colocan en los animales y permiten detectar sus movimientos con gran detalle”, explica el Dr. Sergio Lambertucci, investigador del Conicet en el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inibioma-Conicet) y en la Universidad Nacional del Comahue (UNCo/R. Negro). Los científicos también usaron barómetros, brújula y GPS que permitieron medir la presión barométrica (de allí se calcula la altitud), la dirección del vuelo y cantidad de aleteos.

El asombroso “salto” de los cóndores

Los investigadores observaron que estas aves “saltan” de una térmica a otra, priorizando velocidad o altura (lo que les permite recorrer mayores distancias) según sus necesidades. “El cóndor podría tomar una térmica y ascender muy alto. Sin embargo, estar demasiado lejos del suelo lo aleja del alimento, por eso tiene que decidir en qué momento salir de la térmica. A eso lo hace cuando baja la velocidad a la que está subiendo. Desde que sale de la térmica planea, disminuyendo la altura de vuelo durante ciertas distancias hasta ingresar en otra corriente ascendente”, cuenta Emily Shepard, la estudiosa galesa que trabaja con Lambertucci.

Uso racional de la energía

Los biólogos entienden que, habitualmente, los animales deciden ir a un sitio a alimentarse o adquirir alguna otra fuente de energía en función del esfuerzo o los riesgos que conlleva obtenerla. “En el caso del cóndor, se encontró que la energía adquirida al planear en las corrientes de aire es utilizada de manera similar al alimento. De este modo, evita gastar la que necesitaría para aletear”, agregan. Entender cómo los animales aprovechan ciertas condiciones del ambiente en el que viven como fuente de energía ayudará a explicar y conocer mejor sus patrones de movimiento, comportamiento y hábitat. El cóndor andino pertenece a la familia Cathartidae (‘buitres del Nuevo Mundo’). Su nombre científico es Vultur gryphus. Es un ave carroñera -come restos de animales muertos- que vive a lo largo de toda la Cordillera de los Andes y en las sierras centrales de Argentina (Córdoba y San Luis). Pone un solo huevo cada dos años y es una especie “casi amenazada”.

* Por Marcela Rey -Comunicación Conicet/Comahue-, sobre una investigación de S. Lambertucci (Inibioma-Conicet). Adaptó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/Conicet Santa Fe).